La maldición de los windsor

La princesa Ana de Inglaterra, ingresada por conmoción cerebral: inquietud nacional por la tercera baja médica en la casa real británica

La princesa heredera Ana sufrió un accidente en su finca de Gatcombe Park, que le causó heridas leves y conmoción cerebral. Fue ingresada en el hospital y está bajo observación ¿Qué más puede pasarle a la familia real británica?

La princesa heredera Ana, la semana pasada en Royal Ascot. / getty images

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Las desgracias nunca vienen solas, asegura la sabiduría popular, pero en el caso de la familia real británica casi se podría decir que comparecen en tropel. Por si la doble tragedia del cáncer que afecta a Kate Middleton y al rey Carlos III no fuera suficiente, hoy sabemos que la princesa heredera Ana está ingresada en el hospital. Buckingham Palace ha tardado casi 24 horas en desvelar su estado de salud, después de un incidente en la finca de Gatcombe Park. Un incidente, parece ser, relacionado con caballos.

La noticia no puede ser peor para la princesa heredera Ana y para su familia, ya bajo mínimos en lo que a capacidad de respuesta a sus deberes de representación se refiere. Pero es que, además, parece que el accidente que la ha llevado al hospital tiene que ver con los caballos, su animal favorito. Puede que este haya sido el aviso definitivo para que la hermana del rey Carlos III se replantee volver a montar o, al menos, cabalgar. Un duro golpe para una amante de lo hípico.

Cómo ha sido el accidente de la princesa Ana

De momento, lo único que se sabe sobre el accidente que sufrió la princesa heredera Ana habla de heridas leves y conmoción cerebral, aunque el hospital Southmead de Bristol ya ha emitido un comunicado en el que indica que está en observación y que no se esperan complicaciones que retrasen demasiado el alta de la paciente real. Aún así, resulta inquietante contemplar cómo la desgracia parece haberse instalado en la familia Windsor: pocos flancos de su árbol genealógico resisten sin daño.

A sus 73 años, la princesa Ana se cuenta entre los miembros más activos de la familia real británica, con un número de eventos de agenda oficia récord en su contabilidad anual. No olvidemos que, además, formó parte del equipo olímpico británico de equitación que acudió a las Olimpiadas de 1976, celebradas en Canadá. De hecho, entre 1986 y 1994 fue presidenta de la Federación Ecuestre Internacional y su hija Zara fue medalla de planta en equitación en los Juegos de Londres, en 2012.

Según desvelan distintos diarios británicos, un caballo habría pateado a la princesa Ana en su finca de Gloucestershire. No ha trascendido si el accidente se produjo con la hermana del rey Carlos III pisando tierra firme o si se cayó de un caballo. Debido a este incidente, ya podemos elevar a tres las bajas médicas que sufren los Windsor, pues Buckingham Palace ha tenido que anular el viaje a Canadá que la única hija de Isabel II tenía previsto para esta semana.

Los problemas de la agenda oficial sin Ana de Inglaterra

No es el único evento oficial que The Firm ha tenido que anular en consideración de la hospitalización de la princesa heredera Ana. Estaba prevista su asistencia al banquete oficial que los Windsor ofrecen en honor de los emperadores de Japón, Naruhito y Masako, en visita de Estado a Reino Unido. Ya están sobre suelo británico, pero hasta mañana no recibirán la bienvenida formal por parte de los reyes Carlos III y Camilla.

Comprensiblemente, la inquietud se ha instalado en la familia real y la ciudadanía británica, aunque el comunicado del hospital de Bristol en el que aún se encuentra la princesa Ana no ha podido ser más tranquilizador.

Por suerte, no estaba sola en su finca cuando sucedió el accidente: su marido, el vicealmirante Tim Laurence, y sus dos hijos, Zara Tindall y Peter Phillips, estaban con ella. Su hermano, el rey Carlos, quiso también aquietar los ánimos con una reacción al incidente equino.

«El rey ha sido informado en todo momento de la situación y se une a toda la familia real en su deseo de una pronta recuperación para la princesa, a la que envía los mejores deseos y su cariño», informa el comunicado que ha difundido Buckingham Palace. Cabe subrayar la rapidez con la que los servicios de comunicación han reaccionado esta vez ante un incidente de salud de un Windsor: tras comprobar que el alta no era inmediata, han preferido no ocultar la verdad.

Efectivamente: aunque se asegura que las lesiones son menores, la princesa heredera Ana no abandonará el hospital de Bristol en el que está ingresada inmediatamente. Algunos medios de comunicación británicos informan ya de que no se espera un alta hasta el final de la semana. Todas las precauciones son pocas para evitar otra baja a largo plazo en el equipo de trabajo Windsor.