La princesa Marie de Dinamarca junto a su esposo, el príncipe joaquín, la condesa Alexandra y sus hijos, los príncipes despojados de sus títulos. /
Si muchos creían que Alexandra Manley , la ex mujer de Joaquín de Dinamarca, era la peor adversaria de la corte hegemónica danesa, dejen paso a la princesa Marie , la madre de dos de los «príncipes desheredados», francesa y rebelde como el propio marido de la reina Margarita, Enrique de Laborde , y siempre dispuesta a quitarle lustre a la princesa heredera, Mary Donaldson .
En el año más convulso de la corte más sosa, la princesa Mary ha decidido arremangarse y empezar a dar qué hablar. Atrás quedó su pasado gris en la prensa rosa, cuando solo era la segunda mujer del segundón oficial del reino, y no la actual madre coraje capaz de dejar plantada a toda una reina en un banquete oficial.
La crisis de los títulos de los príncipes que ahora son condes comenzó en septiembre pero está lejos de quedar atrás. Hasta los propios medios daneses apostaban días antes de la celebración de Año Nuevo que tanto Marie como Joaquín iban a declinar el honor de tener que cenar en la misma mesa que la reina y los herederos del trono, Mary Donaldson y el príncipe Federico . Era demasiado doloroso.
La secretaria personal de Alexandra Manley, Helle von Wildenrath Løvgreen, confirmó este punto cuando habló con la revista B.T. días antes de Navidad: nadie se había acercado a los príncipes Nicolás y Félix a pesar de estar a días de perder sus títulos. «Nada ha cambiado. Todavía están increíblemente tristes», afirmó.
Para añadir un poquito de leña al fuego el departamento de comunicación del Palacio Real danés decidió el 28 de diciembre cometer un error informático y cambiar los títulos de los hijos de Marie de príncipes a condes tres días antes de la fecha oficial en la que los niños perderían su estatus principesco: el 1 de enero.
Un «error técnico» que añadió drama al drama y que seguro decidió a Marie para hacer otro movimiento que la posiciona frente a la casa real de la que aún forma parte: no acudir a la invitación del banquete de Año Nuevo en Conpenhague.
No es el primer dardo envenenado que la princesa Marie envía a su familia política. Tras el anuncio de que sus hijos eran «desheredados» se lanzó a hablar por primera vez a los medios desde el día en el que se casó.
Suya fue la declaración que definía la relación de su marido y ella misma con la pareja heredera del trono como «complicada». Sus pullas contra Mary Donaldson no han cesado desde entonces.
El último retrato oficial en el que han coincidido la princesa Marie y la princesa Mary. /
Cuando la futura reina se posicionó a favor de la decisión de la reina Margarita II, Marie la contestó desde Francia con un relato demoledor: sus hijos sufrían por esa decisión tan acertada, habían perdido su apellido de forma pública y sin tiempo de asimilar la noticia, y a consecuencia de lo mal que se había hecho todo su hija, la ex princesa Athena, sufría bullying en la escuela.
La ironía estaba en el aire, porque precisamente Mary Donaldson es la princesa institucionalmente elegida por la familia real danesa para sus campañas de protección de la infancia y las medidas antibullying de la familia real.
Tras meses de tira y afloja y el fallo en la web palaciega estaba más claro que nunca que ni la princesa Marie ni sus hijos iban a pisar un solo palacio danés por Navidad. Y como quién avisa no es traidor, y por si alguien tenía dudas, ella misma lo confirmó en una entrevista a El País: se acabó lo de cumplir con las tradiciones navideñas de la corte (por lo menos este año).
«Normalmente celebramos la Navidad en Dinamarca, pero esta vez los seis hemos decidido ir a un lugar que prefiero no desvelar«, explicó la royal para, a continuación, dar una excusa al estilo Charlène para librarse de ver a su suegra en Año Nuevo: que su hijo estaba enfermo en París.
Pero en realidad todos los hijos del príncipe Joaquín y su mujer le esperaban tras aquel banquete bien lejos de la capital francesa: en Vietnam. Y esto, aunque no lo parezca, también es una pulla a Mary Donaldson.
Para dejar claro a todos a quién quieren parecerse los exiliados en París escogieron como destino de vacaciones la patria del otro personaje de la realeza danesa capaz de dejar plantada a la reina Margarita, su esposo Enrique de Laborde.
El príncipe Enrique pasó buena parte de su infancia en la capital del país asiático, Hanoi, hasta que su familia retornó a Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente Enrique de Laborde volvió al país, que entonces era llamado la Indochina, y permaneció en él hasta que dejó de ser una colonia francesa en 1954.
Pero lo que es aún más significativo para el duelo de princesas que ocupa a la prensa rosa no es solo que, una vez más, Marie busca establecer un lazo de unión con la figura de su suegro, es que, además, Vietnam fue el escenario del último fracaso público de la princesa Mary durante 2022.
El príncipe heredero danés, Federico de Dinamarca, y su esposa, la princesa Mary, en su visita oficial a Vietnam de 2022. /
Tras la debacle del anuncio de la pérdida de títulos a los príncipes herederos, Mary y Federico, les tocó en noviembre hacer un viaje promocional al país asiático. Los periodistas que cubrieron el viaje estaban, por supuesto, más interesados por las tensiones entre los miembros de la familia real que por el programa de expansión de la energía eólica en Asia.
En medio de una agenda compleja y repleta, la princesa Mary fue interrogada, de nuevo, sobre la relación con su cuñada. Y todos pudieron ver cómo la australiana suspiraba, respiraba hondo y componía de nuevo la mejor de las sonrisas antes de asesinar con la mirada al reportero y contestarle: «No tengo nada más que añadir a lo que ya he dicho. Espero que no haya viajado hasta aquí para preguntar esto. ¿Tiene más preguntas?».
Es curioso que la princesa Marie haya escogido como lugar de descanso y para recargar las pilas de toda su familia (príncipes desheredados incluidos) el mismo país que acabó con la paciencia de su cuñada. Curioso, pero no inesperado.
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