CONDENADAS A ENTENDERSE La guerra de los príncipes desheredados: por qué parece que la princesa Marie de Dinamarca ha hecho las paces con la reina Margarita (de momento)

Operan a la reina Margarita esta semana y la princesa Marie ha decidido frenar sus ataques a la corte danesa. ¿Se han reconciliado suegra y nuera o es solo una tregua?

La princesa Marie ha callado ante la inminente operacion de la reina Margarita. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

La princesa Marie y su suegra, la reina Margarita de Dinamarca , son dos mujeres condenadas a entenderse a pesar de las circunstancias. Y las circunstancias en este momento son especialmente complicadas: con la reina octogenaria a punto de pasar por el quirófano y la mujer de su segundo hijo, el príncipe Joaquín, vigilando la situación desde la distancia parisina.

Desde que estalló la disputa real por la pérdida de títulos de los hijos del príncipe Joaquín , su esposa la princesa Marie se ha convertido en la adalid ante los medios de los derechos de los príncipes degradados.

Ahora, meses después de las declaraciones y plantones públicos con los que la princesa Marie escenificó públicamente que hay familias reales menos avenidas que la nuestra, parece que la situación se ha estancado en un tolerable stand by. La enfermedad de la reina Margarita ha sido el detonante de esta calma chicha con la que viven los royals daneses que habitan en Francia.

La reina Margarita tiene que operarse de la espalda (según la versión oficial) y ha concedido una entrevista con olor a despedida en la que entona un sentido mea culpa y confirma que a veces piensa hasta en abdicar. En definitiva, está cansada, tiene 80 años y el último año ha sido demasiado movido para su gusto.

Con la enfermedad y el posterior proceso de rehabilitación que se le viene encima se da una circunstancia extraña: el agraviado príncipe Joaquín, eterno segundón, será el sustituto de los prçincipes herederos cuando estos se encuentren fuera del país. Se abre un nuevo capítulo de la rivalidad entre los dos hijos de la reina Margarita al que la princesa Marie ha querido aportar un granito de arena cargado de buen karma.

La princesa Marie reacciona a la operación de su suegra, la reina Margarita

Per respeto a la reina enferma, para calmar los ánimos de la prensa, o porque ya está harta de ser la portavoz extraoficial del drama danés, la princesa Marie ha dejado de lado las polémicas con su familia política y ha recuperado el discurso que más la beneficia en este momento: familia, familia, familia.

Concretamente «su» familia, la que ha formado con el príncipe Joaquín, los dos hijos que tienen en común ( Athena y Henrik), y, de vez en cuando, los hijos que tuvo el royal con su primera mujer, Alexandra Manley.

El evento en el que ha parecido enterrar el hacha de guerra con la reina Margarita y la princesa heredera Mary ha tenido lugar en París. La royal acudía como invitada de lujo a la inauguración de una exposición en la Casa danesa ubicada en la capital francesa.

Aprovechando la situación los periodistas del Paris Match le preguntaron directamente si las cosas entre ella y su suegra se habían calmado. La respuesta fue clara: «Somos una familia muy unida y lo estamos haciendo muy bien».

La reina Margarita y la princesa Marie no han aprecido juntas en público desde la crisis de los títulos de los príncipes desheredados / gtres

Desde que se supo que operaban a su suegra, la princesa Marie ha decidido mantener un perfil bajo en sus declaraciones, a pesar de que la propia reina Margarita no parece tener la misma consideración hacia su nuera.

La monarca acaba de conceder una entrevista en un medio danés, el Wikendavisen, que estamos seguros que si no hubiera un quirófano a la vista en su futuro inmediato habría encendido de nuevo el ánimo de la princesa consorte francesa.

Entre otras cosas la reina ha confesado que, como sospechábamos todos desde el primer día, había tomado la decisión de retirar los títulos exclusivamente a los nietos que provenían de su segundo hijo para proteger al heredero de la corona, el príncipe Federico.

Una confesión que desmonta su propia versión oficial, que era que así pretendía liberar de obligaciones y proteger a los príncipes del hecho de ser altezas reales.

«No estoy feliz hablando de esto, si soy honesta. Todavía es pronto para ello. Para mí era importante que [la retirada de títulos a los hijos del príncipe Joaquín] no fuera decisión de Federico, era mejor que lo decidiera yo, una anciana. Podría mencionar algunas cosas, pero no debería tener que contarlo todo. Es demasiado privado para hablar de eso», asegura la monarca en la entrevista dado a entender dos agravios por el precio de uno.

El primero es la confirmación oficial de que proteger a Federico era el verdadero leit motiv de la decisión de la monarca que incluso habla en la entrevista de la posibilidad de abdicar. Algo que hubiera sido añadido más leña al fuego del enfado de la princesa Marie con el resto de royals de Dinamarca si se hubiera confirmado el año pasado.

El segundo es que la reina da a entender que existen motivos, demasiado privados como para hacerlos públicos, para tomar esa decisión. Motivos que tendrían que ver con su segundo hijo, el mismo que se quejó en público de ser un «segundón» y manifiesta una admiración constante por la huida de Enrique de Sussex, y con los hijos de este, pero que no afectaría sl resto de sus nietos.

Vídeo. La tensa relación entre MArie y MAry de Dinamarca

A pesar de todo ello, y por respeto a las circunstancias, parece que la princesa Marie ha preferido obviar el tema y reforzar el mensaje que ya dio cuando concedió una entrevista a El País: en «su» familia esos problemas de comunicación no se dan y ya se encargará ella de velar por los intereses de sus hijos porque en «su» familia todo va bien.

«Las dificultades y los desacuerdos pueden surgir en cualquier familia, incluida la mía. Todo el país ha sido testigo de esto. Me duele que la relación con el príncipe Joaquín y la princesa Marie haya tenido dificultades», dijo la reina en su discurso de fin de año.

La princesa Marie, por su parte, posa tranquila desde Francia sabiendo que los siguientes meses van a ser un constante ida y vuelta de su marido de París a Copenhague. «Después del final de algo, hay un nuevo comienzo en alguna parte», asegura en los medios franceses manteniendo la sonrisa y sin hacer ni una sola referencia a su suegra ni a una posible mudanza a EE.UU.. Marie no quiere hacer leña del árbol caído.