PRINCESA A LA FUGA

Qué hace Mary de Dinamarca en Australia: el problemón de la reina Margarita por darle tanto poder a la futura monarca

Se termina la escapada de Mary Donaldson a Australia para huir del escándalo Genoveva Casanova. Retorna con más poder que nunca a una corte en crisis.

Mary Donaldson ha dejado Australia mientras arrecian las críticas a Federico de Dinamarca por sus fotos, problemáticas, con Genoveva Casanova. / d.r.

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Son unas Navidades raras en casi todas las familias reales europeas, atribuladas por problemas íntimos que pueden tener graves consecuencias institucionales. Se suman los rumores sobre la vida sentimental de la reina Letizia, las últimas revelaciones sobre el supuesto racismo de Kate Middleton y, lo peor, las fotos con Genoveva Casanova que hacen tambalear el matrimonio entre Federico de Dinamarca y Mary Donaldson. Esta crisis es la más grave.

Como casi siempre en todas las monarquías, los gabinetes de crisis ponen en marcha el primer mandamiento de la reina Isabel II: «Never complain, never explain». O sea, «Nunca quejarse, jamás explicarse». Se trata de que las polémicas se vayan deshinchando solas, sin avivar ningún fuego de ficción o real. En el caso de la familia real danesa, la estrategia puede no funcionar. Así lo indica la huida de Mary Donaldson a Australia.

La polémica amistad de Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova es solo la guinda de un año difícil para la reina Margarita . La monarca ha jugado fuerte o, mejor dicho, fortísimo con sus decisiones al respecto de su familia. De hecho, al arrebatar el título de príncipes a cuatro de sus nietos, los hijos del príncipe Joaquín y Marie Cavallier, casi provoca un cisma que trascendió, que quejas y lamentos de su hijo, a los medios de comunicación.

La reina Margarita, puño de hierro al mando de una familia real danesa más compleja de lo que parece, tuvo que admitir públicamente que quizá se había equivocado con su decisión. Aunque no dio marcha atrás. Más polémicas que han añadido ruido a su reinado: la salida a toda prisa del príncipe Christian del colegio de élite Herlufsholm Boarding School, tras difundirse un reportaje en el que se desvelaban casos de acoso y abuso sexual por parte de un grupo de alumnos.

Mary Donaldson se ha ido de palacio, disimuladamente

La admisión del error por parte de la reina Margarita, en todo caso con la boca pequeña, puede quedarse corto ahora, a la vista de la tocata y fuga de Mary Donaldson a Australia. No es, en ningún caso, lo que se esperaba de una mujer que se ha convertido en la mano derecha de la monarca y jefa de Estado. En vez de aguantar la presión con circunspección, sin quejarse ni dar explicaciones, ha huido a su casa. A su casa en Australia.

Mary Donaldson no se ha ido, efectivamente, a la vuelta de la esquina, sino al otro lado del mundo, donde vive toda su familia. Acompañada por sus dos hijos pequeños Vincent y Josephine, a los que probablemente ha querido ahorrar toda la presión mediática que vive debido al escándalo Casanova , la futura reina ha inquietado a todo el país con su viaje.

La reina Margarita de Dinamarca, en una salida reciente. / d.r.

Sin duda, el viaje de Mary Donaldson a Sídney debe entenderse, sobre todo, como una llamada de atención al príncipe Federico, el más dañado por una polémica que no ha tenido respuesta desde Amalienborg. No se pone ya sobre la mesa la salud de la relación sentimental de los futuros monarcas, sino de la responsabilidad del futuro rey a la hora de conducirse con las precauciones debidas. No se entiende que una persona de su posición no logre mantener su vida privada, efectivamente, privada.

Han saltado, además, todas las alarmas al fotografiarse el libro que Mary Donaldson compró en el mismo aeropuerto de Sídney, a su llegada a Australia: un ensayo de autoayuda firmado por el actor y ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Titulado 'Se útil: Siete herramientas para la vida', promete a sus lectores estrategias para llevar «una vida significativa». Quién podría pensar que una mujer llamada a sentarse en un trono podría requerir semejante ayuda… A no ser que su marido insistiera en vivir como si el propósito de esta, reinar, no significara nada.

La reina Margarita quiere escenificar una familia unida

Sea como fuere, la reina Margarita ha convocado a su gabinete de crisis y ha decidido reunir a toda su familia por primera vez en cuatro años para celebrar la Navidad en plan clan. Hasta el príncipe Joaquín y la princesa Marie, los verdaderos agraviados en este difícil año, acudirán al Palacio de Marselisborg para contribuir a la imagen de familia unida que se pretende. Todo para cimentar la popularidad del futuro rey Federico, ahora mismo contestado por gran parte de unos hartos daneses .

El príncipe Federico aparece adornando de Navidad el palacio de Marselisborg, donde se reunirá en las próximas vacaciones toda la familia. / d.r.

La situación es delicadísima, pues este resbalón de Federico de Dinamarca pone de manifiesto cómo la popularidad resulta ahora mismo más importante que la legitimidad para asegurar la continuidad de la Corona. Dicho de otra manera: es Mary Donaldson, al fin y al cabo una plebeya, la depositaria de la confianza y esperanza de los daneses al respecto de su familia real. Es la futura reina consorte, y no el príncipe heredero, quien salvaguarda la monarquía para la próxima generación.

Cabe pensar a una reina Margarita atribulada, muy atribulada, por haber depositado tanto poder en la princesa Mary, la mujer llamada a controlar la frivolidad de Federico. Donaldson ha cumplido tal propósito con tal celo, que ahora es ella el valor seguro de la monarquía danesa y no su hijo y futuro rey. Quizá no debió delegar el control del primogénito en Mary, convertida ya en algo parecido a una segunda y estricta madre. ¿Y si la idea de un futuro rey por siempre tutelado no es la que tienen en mente los daneses?