FIN DE LA POLÉMICA Eduardo de Wessex recibe el mejor regalo por su 59 cumpleaños: Carlos III le concede (finalmente) el título de duque de Edimburgo

Era el deseo de su padre, el príncipe Felipe, y finalmente se ha cumplido: Eduardo de Wessex será el nuevo duque de Edimburgo, un título que ha ostentado Carlos desde su muerte.

La reina Isabel II con su marido, el fallecido Felipe duque de Edimburgo, y sus hijos. Si quieres ver la vida de la reina en imágenes, pincha en la foto./gtres

La reina Isabel II con su marido, el fallecido Felipe duque de Edimburgo, y sus hijos. Si quieres ver la vida de la reina en imágenes, pincha en la foto. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Ya es oficial: Eduardo de Wessex es el nuevo duque de Edimburgo, un título que llevó su padre, el príncipe Felipe, y que además pidió, antes de fallecer, que pasara al menor de sus hijos. Desde el momento de su fallecimiento hasta hoy, día en el que además Eduardo cumple 59 años, el titular ha sido el rey Carlos, algo que levantó cierta polémica.

Eduardo se convierte en duque de Edimburgo al tiempo que su mujer, Sophie, condesa de Wessex, será a partir de ahora duquesa de Edimburgo. El título ha sido concedido de por vida, y solo volverá a la corona a su muerte. Según los expertos en crónica real, Carlos reconoce de esta manera las décadas de servicio a la Firma de Eduardo y su esposa.

La concesión llega, para muchos, con casi dos años de retraso, y fue precisamente ese, el origen de la polémica. Al fallecer el príncipe Felipe, el 9 de abril de 2021, el título volvió a la corona. La disputa «inventada» por la prensa que vigila a los Windsor como halcone apuntaba en ese momento a que el heredero del trono de Inglaterra (con permiso de la reina Isabel II ), quería quedarse para sí el título de duque de Edimburgo que perteneció a su padre. El problema era que su propio padre había expressado su voluntad. ¿Entonces, pensó el príncipe Carlos realmente en quedarse con el título? El asunto es más complicado de lo que parece (y no está de más recordar que las cosas de palacio, van muy muy muy despacio, como bien se ha comprobado).

En qué consiste el título de duque de Edimburgo (y por qué lo ha llevado Carlos)

Aunque nos cueste creerlo, los títulos nobiliarios no son inamovibles , de hecho vienen y van. Por ejemplo, el título del ducado de Edimburgo no fue creado hasta el siglo XVIII y apenas desde entonces ha habido seis duques de Edimburgo. De hecho, el título en sí ha desaparecido, al menos, en tres ocasiones para ser resucitado de nuevo por el rey o reina al uso varios reinados más tarde.

La última vez que el título «revivió» por obra y gracia de un rey fue en 1947, cuando el padre de la desaparecida reina de Inglaterra, Isabel II, se lo concedió al recién estrenado marido de su hija Felipe Mountbatten para compensar el hecho de que con su boda el joven teniente había renunciado a sus títulos como príncipe de Grecia y Dinamarca.

En conclusión, solo el rey puede decidir quién lleva el título de duque de Edimburgo, y ahí estaba el quid de la cuestión en el caso del príncipe Eduardo que la reina no parecía entonces estar dispuesta a meterse en aquel jardín y Carlos no podía ceder su título hasta que no ascendiera al trono.

El duque de Edimburgo paseando con su hijo el príncipe Eduardo. Detrás, el príncipe de Gales actual duque de Edimburgo con su mujer,. / gtres

Al morir Felipe de Edimburgo el título recayó en su primogénito barón (el príncipe Carlos) de forma automática, pero todo el mundo pensó entonces que el deseo del fallecido era que su hijo menor se convirtiera en duque de Edimburgo. Quedó constatado en el hecho de que cuando el príncipe Eduardo se casó en 1999 con Sophie Rhys-Jones desde el Palacio de Buckingham se emitió un comunicado que afirmaba que tanto la reina como el duque como el príncipe de Gales habían acordado que el príncipe Eduardo recibiría el ducado de Edimburgo cuando el título volviera a la Corona.

Fue una promesa elegante para compensar que en vez de ser duque, el hijo menor de la reina recibió de regalo de bodas el título de Earl de Wessex, un título que traducimos como conde pero que en la realidad nobiliaria está por debajo de ser marqués y desde luego muy por debajo de ser duque.

Solo el príncipe Carlos sabe si cederá el título de duque de Edimburgo a su hermano o no. / gtres

Así las cosas, para que el «título volviera a la Corona» hacía falta que aquel que lo ostentaba se convirtiera en rey, o lo que es lo mismo, Eduardo tenía que esperar a que Carlos ascendiera al trono para poder ser duque de Edimburgo y eso solo si su hermano decidía cederle el título porque no habría sido el primer monarca que prefería que el título dejara de existir.

Y aquí es donde entró la fama de malvado universal de la que parece que tiene la exclusividad Carlos para cierto tipo de prensa, porque varios artículos, incluyendo uno en el Times, apuntaban a que fuentes cercanas al príncipe habían declarado que no tenía ninguna intención de que el título recayera en su hermano y, que estaba pensando en hacer desaparecer el título al llegar al trono.

Vídeo.

De hecho parece ser que el príncipe Carlos llegó a consultar a sus asesores si sería posible que él mismo usara el título de duque de Edimburgo y le contestaron que no: el príncipe Carlos ya era duque de Rothesay (de hecho un ducado más importante que el de Edimburgo). Ni podía usar el título, ni podía deshacerse de él.

El matrimonio Wessex aceptó la situación (y la espera) con relativa deportividad. El príncipe Eduardo ha sido el único hijo de la reina Isabel II que no era duque de nada (hasta su hermano Andrés, alejado de la vida pública por el escándlo Epstein ha seguido siendo duque de York) y declaró públicamente que acataría cuaqluier decisión que tomara su hermano al respecto. Finalmente, la decisión de rey Carlos ha sido favorable a su hermano y a la memoria de su padre: Eduardo es desde hoy, el nuevo duque de Edimburgo. No podía tener mejor regalo por su 59 cumpleaños.