NO SE CALLA

El príncipe Harry la lía otra vez a solo unas horas de la Coronación: las gravísimas acusaciones del duque de Sussex contra Carlos III y Guillermo de Gales

Las últimas acusaciones del príncipe Harry, duque de Sussex, contra el rey Carlos, y su hermano, el príncipe de Gales, echan más leña al fuego de una coronación cada vez más tensionada.

Jamás hubo tanta expectación para una Coronación que, si hacemos caso a las encuestas, encuentra tan poco respaldo en la ciudadanía. Alrededor de la mitad de los británicos han manifestado que la proclamación del rey Carlos III les importa más bien poco, pero muchos menos pueden sustraerse a las polémicas y escándalos que rodean su relación con su hijo menor, el príncipe Harry. El duque de Sussex no se calla.

Si no es por sentimiento monárquico, el puro morbo de ver al príncipe Harry cerca, muy cerca, de su padre y su hermano sentará a muchos británicos ante la televisión para ver la coronación. Lo cierto es que la tensión crece conforme avanza la cuenta atrás para el día C. El rey Carlos y el príncipe Guillermo están nerviosos: Harry continúa 'calentando' el ambiente.

Efectivamente, existe una nueva razón por la que ni el rey Carlos III ni el príncipe Guillermo desean encontrarse frente a frente con el duque de Sussex. Tiene que ver con la reciente visita a Londres de Enrique de Inglaterra para declarar en el juicio que sostiene contra distintos periódicos británicos, a los que demandó en 2019 por recopilación ilegal de información. Sus declaraciones ante el juez han alarmado tanto al monarca como al príncipe de Gales.

Las nuevas acusaciones de Harry contra el rey Carlos

Atención, porque las revelaciones que el príncipe Harry ha sostenido en el juzgado vienen a reforzar la causa mayor que el duque de Sussex lleva manteniendo desde su fuga a Estados Unidos. Esto es: que Buckingham Palace mantiene una relación tóxica con los tabloides británicos. Una lucha de poder e influencia que ha terminado arrastrando a determinados miembros de la casa real por el fango.

Conocemos sobradamente las acusaciones del príncipe Harry: hablan de un tráfico de influencias, pactos y montajes para favorecer a distintos miembros de la Casa Real (no a él, claro), entre funcionarios de Buckingham Palace y los tabloides propiedad de Robert Murdoch, el magnate de la prensa británica en el que se ha inspirado la famosa serie Succession.

Meghan Markle y el príncipe Harry, en un evento reciente. / getty images

Todo empezó por los furibundos ataques de estas cabeceras a Meghan Markle, con historias falsas o verdades a medias sostenidas por «fuentes próximas a Buckingham Palace» y otras atribuciones anónimas por el estilo. Empezó así, pero ha terminado salpicando el mismísimo rey a su heredero, el príncipe de Gales, cuya reputación era intachable hasta la fecha. Dada la situación, se ha descartado que el príncipe Guillermo quiera mantener ningún tipo de encuentro con su hermano.

Esto es lo que ha revelado el príncipe Harry en su declaración ante los tribunales londinenses. La primera confesión chocante tiene que ver con su padre, el rey Carlos. El duque de Sussex afirma que le pidió, más bien le ordenó, que diera marcha atrás en sus pleitos contra la prensa (en realidad, contra Murdoch para facilitar que tanto él como la reina Camilla pudieran aumentar su aceptación y popularidad entre los británicos).

La revelación más escandalosa tiene que ver, sorprendentemente, con su hermano Guillermo. El príncipe Harry sostiene que el príncipe de Gales llegó a un acuerdo con los abogados de Robert Murdoch para cesar en la investigación de los hackeos que dieron lugar a la famosa demanda. No fue un pacto meramente verbal: le habrían pagado una cantidad sustanciosa de dinero.

Harry sostiene que Isabel II estaba al tanto de todo

Ni Buckingham Palace, donde reside la oficina del rey Carlos III, ni Kensington Palace, desde donde se lleva la agenda y comunicaciones de los príncipes de Gales, han querido confirmar o desmentir la acusación del príncipe Harry, quien además ha desvelado que su difunta abuela, la reina Isabel II, estaba al tanto de todos estos tejemanejes para ocultar los pactos de la monarquía con la prensa. Desde News Group Newspapers (NGN), la empresa de Murdoch, lo niegan todo.

El duque de Sussex ha demandado a Robert Murdoch por hackear sus mensajes de teléfono y contratar varios detectives privados para conseguir información privada sobre su vida y su relación con Meghan Markle. Murdoch, por su parte, aduce que ese hackeo fue iniciativa de la redacción de 'News of the World', un periódico ya desaparecido precisamente por este escándalo.

No olvidemos que, además de estos procedimientos judiciales en Londres, el príncipe Harry podría enfrentarse a otro juicio en Estados Unidos que podría suponer la retirada de la residencia. Antes tiene que demostrarse que mintió en la declaración de inmigración que hizo a su llegada a EE.UU. Allí habría asegurado no tomar drogas. En sus memorias, sin embargo, confiesa que fue usuario más o menos habitual.

Claramente, Carlos III desea que su hijo menor desista de llevar a término un proceso judicial que no para de darle disgustos. Sin embargo, en el fondo debe entender muy bien al duque de Sussex, pues él mismo ha tenido los mismos sentimientos contra la prensa. En 2005, en la estación de esquí de Klosters, no se dio cuenta de que tenía un micrófono cerca y se le escuchó decir de los periodistas: «Maldita gente. Odio a esta gente».