Alfonso de Braganza es uno de los solteros de oro de la realeza europea. /
La boda de María Francisca de Braganza , hermana del príncipe heredero Alfonso, fue vivida el pasado mes de octubre como una acontecimiento de interés nacional, pese a que Portugal es una república más que asentada y el sentimiento monárquico es minoritario. La revolución del 5 de octubre de 1910 depuso la institución, pero la familia Braganza sigue aspirando a un trono que difícilmente se reinstaurará. Así lo atestiguan los distintos sondeos que se van publicando cada año..
Sea como fuere, miembros de distintas casas reales no reinantes se reunieron en el convento de Mafra para asistir al enlace de María Francisca de Braganza y Duarte de Sousa Araújo. Un total de mil invitados para un acontecimiento televisado que contó con las declaraciones de distintos miembros de la familia, entre ellos el propio Alfonso de Braganza, quien mostró su inmensa alegría.
«Es la boda de mi hermana y como hermano mayor estoy muy emocionado y feliz de que haya encontrado a Duarte. Ver a mi hermana menor, a la que acompaño desde pequeña, con su vestido de novia, su velo y a mi padre a su lado, me emocionó mucho. Como a toda la familia», afirmó el Príncipe de Beira.
Nacido el 25 de marzo de 1996 en Lisboa, tuvo como padrinos de bautismo a la princesa Elena Sofía de Borbón-Dos Sicilias y a su tío materno, Alfonso Miguel de Herédia. El primogénito de los duques de Braganza ha llevado una vida muy discreta y apartada de los medios de comunicación, pues así ha sido la decisión de sus padres y también es muy acorde a su personalidad.
En cuanto a su rol de príncipe heredero, tenemos que recordar que lo asumió oficialmente en septiembre de 2015, en tres días de celebraciones que culminaron con una ceremonia en la que tuvo como padrinos a Álvaro de Menezes, de la Real Casa de Viseu y el catedrático de física Carvalho Rodrigues.
Su primer gran evento royal tuvo lugar en 2016 cuando acudió a la boda de Alix de Ligne y Guillermo de Dampierre, acompañado por su madre, Isabel Inês Castro Curvello de Herédia, lo que le convirtió de facto en uno de los solteros de oro de la realeza europea. Vestido con un tradicional chaqué, se podía atisbar en su mirada cierta timidez, pero según los cronistas de la época pasó el examen con nota.
Al año de su nacimiento vino al mundo su hermana María Francisca de Braganza , quien, al igual que él, ha evitado los focos y se ha prodigado algo más desde el anuncio de su compromiso matrimonial. El menor de la familia, Dionisio, llegó al mundo en 1999. Los tres han sido educados en la fe católica y son fervientes practicantes.
A propósito de la educación de Alfonso de Braganza, hay que destacar que estudió en la escuela St. Julian's en la Riviera portuguesa, en el colegio Planalto de Lisboa, y en The Oratory School, una escuela católica del Reino Unido. Se licenció en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Portugal.
Un momento clave de su proyección social se produjo cuando acudió junto a sus padres y a su hermano Dionisio para arropar a su hermana María Francisca en el Baile de debutantes de 2017 en París, donde figuras prominentes de las élites internacionales aprovechan para darse a conocer y establecer contactos entre familias.
Otra de las facetas que nos ayudan a tener una visión más completa de Alfonso de Braganza es su compromiso con el medio ambiente. En agosto de 2018 se incorporó como becario al departamento de Emergencias Sociales y Prehospitalarias del cuerpo de bomberos voluntarios de Lisboa. De esta forma seguía los pasos de Alfonso, duque de Oporto, quien fuera Comandante Honorario de esta misma brigada. Su compromiso con este cuerpo surgió a consecuencia de los incendios que se suelen producir los veranos en su país. Al año siguiente participó también en una acción de reforestación en Cova da Beira.