inspiración royal

El vestido de novia clásico de María Francisca de Braganza recuerda al Pertegaz de la reina Letizia

La boda de la hija de los duques de Braganza con el abogado Duarte de Sousa ha sido la primera boda real en Portugal después de 28 años y ha congregado a la élite europea.

María Francisca de Braganza acompañada de su padre, Duarte Pio de Braganza / gtres

Elena Romero Vargas
Elena Romero Vargas

La hija de los duques de Braganza, María Francisca de Braganza, contrajo matrimonio el pasado 7 de octubre con el abogado Duarte de Sousa. La hija de Don Duarte y Doña Isabel, herederos al trono portugués, protagonizó la primera boda royal en el país luso desde la de sus propios padres, hace 28 años. La duquesa de Coimbra dio el 'sí, quiero' en la basílica del Palacio Nacional de Mafra, una localidad cercana a Lisboa.

La ceremonia que reunió a más de mil invitados, entre los que se encontraban miembros de la alta sociedad y la aristocracia europea , estuvo a la altura de las circunstancias y el estatus de su protagonista. Y, como no podía ser menos, el vestido de novia también tenía que ir acorde a la embergadura del acontecimiento que se estaba celebrando.

La duquesa de Coimbra ha escogido un vestido nupcial de corte clásico inspirado en el vestido de novia de su propia madre (aunque también recuerda al modelo que lució la reina Letizia ). Se trata de un modelo de la diseñadora portuguesa Luzia do Nascimento que destaca por de lo más sencillo pero, a la vez, conservar la esencia royal.

María Francisca de Braganza vestida de novia/GTRES

Es un vestido de manga francesa y escote de pico con cuello chimenea. Está confeccionado en seda mikado y, aunque su minimalismo es su gran valor, destaca el detalle de cristales bordados en los puños de las mangas. La novia entró a la ceremonia del brazo de su padre y velada, tal como marca la tradición. El velo, en este caso, era de tul seda blanca y de tipo catedral que ya llevó su madre en su propia boda.

Los pendientes de su madre y una tiara con historia

Uno de los detalles más sobresalientes del look nupcial de María Francisca de Braganza es la tiara que ha rescatado del joyero real. Se trata de una pieza de 1887 creada para Amelia de Orleans, la que fue la última reina de Portugal. Fue Luis I quien hizo este encargo a los joyeros de palacio como regalo de matrimonio a su nuera.

Esta pieza de gran valor no solo histórico, sino que también con mucha carga sentimental, está compuesta por 800 diamantes. Destacan los motivos de flor de lis, símbolo de valores como la honestidad, el honor y el respeto en la realeza, y fue la pieza favorita de Doña Amelia. Esta joya la llevó también la madre de María Francisca, Isabel de Braganza, el día de su boda.

María Francisca de Braganza vestida de novia/GTRES

Pero la tiara no fue la única joya de su madre que la duquesa de Coimbra llevó en este día tan especial. María Francisca ha querido rendirle homenaje en varios aspectos de su look, desde el diseño del vestido hasta el velo prestado, pero también en los pendientes, un regalo que su abuela le hizo a su madre por su compromiso.

Además, María Francisca tuvo presente a sus antepasadas con la tiara o la pulsera de zafiros y diamantes que también perteneció a Amelia de Orleans, e incluso en su anillo de compromiso, que lleva engastado un diamante de su abuela María Francisca, princesa de Orleans y Braganza.

Los novios se comprometieron en diciembre del año pasado en una romántica pedida al amanecer en la cima del monte Ramelau, en Timor Oriental. María Francisca y Duarte, prestigioso abogado y nieto del pintor y arquitecto Joao de Sousa Araújo, se conocieron en 2019 y, después de casi un años comprometidos, se han unido en matrimonio en una ceremonia que ha vuelto a poner en el foco a la realeza de Portugal.