Quién es Francisco de Baviera, el primer royal abiertamente gay: un pasado familiar siniestro, una gran fortuna y lazos con los Borbón

El nombre de Francisco de Baviera pasará a la historia por ser el actual jefe de la casa alemana de Wittelsbach y duque de esta región alemana, uno de las más importantes de Europa hasta principios del siglo XX. Pero, además, será recordado por ser el primer miembro de la realeza europea en admitir públicamente que es gay y en posar con su pareja.

Hoy tiene 89 años y su sucesión está asegurada por su sobrino nieto, Luis de Baviera, de 40 años, que el 20 de mayo contraerá matrimonio con Sophie Evekink, en Munich, tras anunciar su compromiso en agosto.

Francisco es el bisnieto del último rey de Baviera, Luis III, pero también desciende de Luis II, conocido como el «rey loco», que construyó algunos de los palacios más hermosos del siglo XIX, antes de morir ahogado, una noche, en el lago Starnberg. El director Luchino Visconti lo retrató en la película Ludwig como un hombre atormentado, desequilibrado y también homosexual.

Más de un siglo y medio después, Francisco decidió posar con su pareja de muchos años, Thomas Greinwald, con quien comparte su vida en las estancias privadas del palacio de Nymphenburg, la residencia de vacaciones de la familia real de Baviera, en Munich, desde el siglo XVII. Su sobrino nieto Luis celebrará allí su banquete nupcial.

Francisco accedió a posar con Thomas, hace dos años, para un conocido fotógrafo holandés, Erwin Olaf, que mostró la fotografía entre otras muchas en una exposición en Munich. La pareja lleva años asistiendo a todo tipo de eventos de la alta sociedad y a reuniones familiares. Pero esa exposición de hace dos años fue la oficialización de su relación en una sociedad bastante conservadora como es la bávara.

Durante más de diez siglos los Wittelsbach fueron la dinastía que gobernó Baviera. Tenían fama de excéntricos, aunque también de amantes de las artes y mecenas de la cultura. En 1806 se convirtieron en reyes de Baviera. Su alteza real el duque de Baviera Francisco Buenaventura Adalberto María, duque de Baviera, de Franconia y de Suabia y conde palatino del Rin, nació en 1933. Hoy, tras la muerte de su padre, en 1966, es el jefe de la dinastía alemana de Wittelsbach, que gobernó Baviera hasta 1918, cuando fue abolida la monarquía.

Será su hermano, el príncipe Maximiliano, quien herede la jefatura de la casa, a su muerte. Y después de él, su primo Leopoldo, puesto que Maximiliano solo tiene hijas, y, a continuación, el príncipe Luis. A petición de Francisco, Luis ha asumido un gran número de tareas representativas y honoríficas en la región de Baviera para prepararse.

Francisco es considerado también el legítimo heredero de Carlos I de Inglaterra y por ello la línea sucesoria jacobita lo señala como el heredero de la casa de Estuardo y el legítimo gobernante de Inglaterra, Escocia, Francia e Irlanda, aunque Francisco nunca ha reclamado los títulos. El actual duque de Baviera también está emparentado con la familia real española, porque Adalberto de Baviera, hijo de Luis I, se casó con la infanta Amalia de Borbón, tía de Isabel II. A su vez uno de los hijos de ese matrimonio, Luis Fernando, se casó con la infanta Paz de Borbón, hermana de Alfonso XII. Paz vivió, hasta su muerte, en 1948, en el mismo castillo de Nymphenburg en el que vive hoy Francisco.

Cuando Francisco tenía 11 años, en 1944, él y toda su familia, profundamente católica, fueron enviados a los campos de concentración de Dachau y Oranienburg. Los Wittelsbach se opusieron al régimen nazi y partieron al exilio en Hungría, donde fueron apresados tras la invasión del ejército alemán. Fueron liberados por el ejército estadounidense, al finalizar la guerra.

Francisco estudió negocios en las universidades de Munich y Zurich. Es un gran coleccionista de arte moderno y tiene una valiosa pinacoteca privada. El duque gestiona el enorme patrimonio de la familia, que pertenece al Estado, del que sus miembros son usufructuarios: cinco castillos y 12.000 hectáreas de bosques, además del archivo del principado y numerosas obras de arte. Según los cálculos asciende a unos 400 millones de euros anuales. La familia disfruta además, de forma privada, de los castillos de Neuschwanstein, Linderhof y Herrenchiemsee, aunque pertenecen a Baviera.

Francisco de Baviera y su pareja posaron para Erwin Olaf en una de las estancias del castillo de Nymphenburg vestidos con las chaquetas tradicionales bávaras. Fue un gran paso adelante para una familia real europea. El duque aparece sentado en un sillón, mientras que Thomas Greinwald se mantiene de pie, a su lado, apoyando un brazo sobre el asiento. Su perro mira a la cámara tumbado.

Francisco se mantuvo firme frente a las presiones de la aristocracia y no se casó ni tuvo hijos. Una historia muy distinta a la de su antepasado Luis II, soberano entre 1864 y 1886, que enloqueció probablemente por no poder mostrar quién era.