María Fitz-James Stuart, la sobrina nieta de la duquesa de Alba que desvela los secretos de su familia en Instagram: imágenes inéditas, fiestas en la Marbella de los 70 y escándalos

Hija de Luis Esteban Fitz-James Stuart, marqués de Valderrábano (primo hermano del actual duque de Alba) y de María Calleja, María Fitz-James Stuart mantiene una vida totalmente alejada de los focos, salvo por una excepción: su cuenta de Instagram.

María no es solo miembro de unas de las dinastías nobiliarias más relevantes de España (por no decir la más). Esta madrileña nacida el 24 de noviembre de 1974, se ha convertido en toda una mujer de negocios. Su nombre se esconde detrás de la agencia de comunicación Pelonio, además de contar con una participación en el grupo Larrumba de restauración y haber abierto antes de la pandemia su propia hamburguesería en la capital: FitzBurger . Por si no tuviese suficiente con eso, María también tiene una vena altruista y solidaria que demuestra al colaborar con la ONG Rescate.

Sin embargo, tienen un punto débil: su familia. «Creo que somos un clan carismático, con personalidades muy distintas, pero que juntas funcionan muy bien. Estoy orgullosísima de mi abuelo Julio, que no solo fue un hombre importantísimo, también era bueno, sensato, generoso ¡y el más guapo! Mi padre nos ha inculcado el interés por la literatura y la poesía, ha sido clave en hacer de nosotras lo que somos hoy… Y mi madre es probablemente la persona más brillante que conozco. Tiene algo excéntrico y un carisma como nadie que haya visto. ¡Y podría seguir y seguir hasta el infinito!», desvela en una entrevista concedida el año pasado a la revista Hola!.

Quizá por ello utiliza su cuenta de Instagram personal para deleitarnos con imágenes que se tomaron en la intimidad y que nos sirven ahora para recordar una España aristocrática que vivía sus romances y sus lujos al margen de 'likes' y 'reels'. Casi 1.000 post de los que hemos seleccionado los más relevantes para entender quiénes eran los Fitz-James Stuart y su papel en la alta sociedad.

María Calleja y Cervantes, madre de María, no tenía título nobiliario pero era hija de Julio Calleja y González-Camino, quien fuera presidente del Instituto Nacional de Industria en los años sesenta y quien durante la Transición presidió empresas petroleras como Hispanoil y Eniepsa, así como la eléctrica Endesa desde 1982 a 1984. Su madre, Natalalia Cervantes y Arce también provenía de buena familia.

Un progenitor con muchos contactos que hizo que María Calleja conociese a Luis Esteban Fitz-James Stuart, marqués de Valderrábano, con el que se casaría y tendría dos hijas: María y Clea. Así pues, la conexión con los Borbones estaba a un solo paso de distancia pues de todos es sabido que la familia real española mantiene una excelente relación con los Fitz-James Stuart.

Además, Marisa de Borbón estaba casada con Alfonso de Borbón y Escasany y en los setenta eran muchos aristócratas y royals los que huían a los Alpes suizos para disfrutar del deporte real por excelencia: el esquí.

Si Gstaad era el refugio invernal de los VIP, Marbella lo era de los veranos más calurosos, divertidos y exclusivos. Porque si esta fotografía no es historia de España, ¿qué otra podría serlo? Un todavía feliz matrimonio formado por Isabel Preysler y Julio Iglesias disfrutando del arte de 'La Faraona'. ¿Aún necesitas más pruebas de que esta cuenta de Instagram es oro puro? Espera.

Como si nada, María tira de álbum familiar encontrando esta joya. «La echamos de menos todos los días», apostilla su sobrina. Desafortunadamente, Isabel Calleja y Cervantes fallecía en Madrid en 2016.

Sí, los Lapique también son amigos íntimos de los Fitz-James Stuart y esta fotografía en Marbella demuestra, entre otras cosas, que Cari Lapique de joven era igual que su hija Carla Goyanes.

En el círculo de amistades de los Fitz-James Stuart también se incluían los Domecq. Aquí podemos ver a Sandra, la que más tarde se convertiría en esposa de Bertín Osborne, disfrutando de un día de playa casi una década antes de dar el sí, quiero al presentador.

Una imagen que es el fiel de reflejo de lo que era Marbella en los 70. Una mezcla pintoresca de realeza, aristocracia, nobleza y artistas que contaba con parejas tan inusuales como la formada por el matrimonio del príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langenburg con la actriz inglesa Jackie Lane.