La reina Sofía ha revivido su infancia. luchado contra el cambio climático y reunido con una de las princesas más rebeldes de las realezas árabes en un mismo viaje privado: el que acaba de realizar a Egipto. Además de asombrar a todos volviendo a nuestro país en un vuelo regular, la emérita se dejó fotografiar con una de sus royals favoritas de Arabia Saudí, la princesa AlJoharah Talal Al Saud.
Tan elegante como la mismísima Rania de Jordania, y con una fortuna a su disposición de esas que el resto de los mortales solo podemos soñar, AlJoharah Talal Al Saud es una vieja conocida de nuestra familia real, de hecho, posee una vivienda en Mallorca donde le gusta pasar los veranos mientras visita a nuestra reina emérita.
AlJoharah Talal Al Saud es nieta del rey Abdulaziz, el fundador de Arabia Saudita, y podría haber pasado a la historia como una más de las discretas y ricas moradoras de las prohibitivas villas del país asiático. Pero no fue así.
Su alteza real prefirió enarbolar la bandera de la filantropía, dar voz a los derechos de las mujeres de su país y aparecer en las revistas femeninas de alta gama concediendo entrevistas y protagonizando sus portadas. Por todo ello su influencia en Oriente Próximo es tan destacada que se la considera un auténtico modelo a seguir y el prototipo de mujer saudí moderna y exitosa.
Durante un tiempo su futuro no auguraba una estela brillante, sí acomodada, pero no destinada a destacar. Ella misma confiesa que sus estudios universitarios en Riad dejaban mucho que desear: no tenía claro cual iba a ser su camino y optó por escoger diferentes estudios hasta que se terminó decantando por la arquitectura de interiores sin mucho entusiasmo.
Fue cuestión de tiempo. Una década más tarde la princesa saudí sí tenía claro que para realizarse tenía que montar sus propias empresas y para contar con una buena base se especializó en empresariales en la Universidad de Harvard.
Hoy en día AlJoharah Talal Al Saud posee varios negocios, desde un restaurante japonés especializado en sushi, a una cadena de guarderías. También es la presidenta y fundadora de la compañía de servicios comerciales Atlal Almajd, enfocada en el márketing digital y el apoyo de empresas emergentes. Hasta va a publicar un libro infantil próximamente.
Pero la labor que la ha convertido en un referente dentro y fuera de su país es la que realiza participando, en calidad de princesa o en calidad de empresaria, en foros internacionales para debatir los tres temas que más le preocupan: las mujeres, la filantropía y el emprendimiento femenino. « Sé la mujer que arregla la corona de otra mujer sin decirle al mundo que estaba torcida» es su lema y lo sigue a rajatabla.
La princesa forma parte de la jefatura de la Fundación Talal bin Abdulaziz, fundada por su propio padre para proteger la infancia y fomentar el empoderamiento femenino en Arabia Saudí, y es uno de los rostros más visibles, conocidos (y elegantes) de esta fundación. No en vano el Instagram de la princesa es un referente de estilo.
«Trabajamos con diferentes fundaciones y campos para ser una mano amiga en el desarrollo de otros, si no aportamos a nuestro país, somos inútiles. No hacer nada por los demás es la ruina de uno mismo», explicó la princesa en una entrevista reciente.
Con estos antecedentes no es de extrañar que AlJoharah Talal Al Saud coincidiera este fin de semana con la reina Sofía en la Cumbre del Clima celebrada en Egipto, aunque su relación viene de lejos.
La princesa AlJoharah es uno de los rostros más discretos que se pasean por Mallorca verano tras verano. Su padre, el príncipe Talal, poseía una villa en Son Vida que su hermano, el príncipe Al Waleed bin Talal, heredó.
El príncipe es uno de los hombres más ricos del mundo con una fortuna estimada de 19.000 millones de dólares y ha mantenido siempre una relación de amistad con el rey Juan Carlos. También es un enamorado de Mallorca e incluso hizo inversiones en la isla, como cuando compró el hotel de lujo Mericel.
Vídeo. Los mejores looks de la reina Sofía
Este mismo verano la princesa AlJoharah y su hija se reunió en Mallorca con la reina Sofía y su hermana, Irene de Grecia. Como la princesa saudí es una «adicta» a Instagram, su cuenta oficial nos confirmó la reunión con un posado que reunía a las cuatro mujeres.
Ahora los medios internacionales nos dan detalles del nuevo encuentro de ambas mujeres, esta vez visitando a la par las pirámides de Giza y el Museo Nacional de la civilización egipcia. Después la princesa fue invitada por la embajada española en El Cairo a una cena a la que, por supuesto, también acudió la reina Sofía.
Ambas posaron juntas muy relajadas, seguramente hermanadas por su mutuo interés por la filantropía, el interés por representar bien a sus países y con ganas de compartir recuerdos sobre su mutua atracción por los veranos en Mallorca.