Por qué los duques de Montellano, padres del marqués de Griñón, acogieron a Juan Carlos cuando llegó a España del exilio

Forjaron, en la infancia, una amistad que duró toda la vida. Carlos y Fernando Falcó pasaban los veranos en Estoril, con sus hermanos Felipe y Rocío y sus padres, en un hotel cercano a la residencia de Don Juan de Borbón y su familia, Villa Giralda.

Los padres de los hermanos Falcó eran Manuel Falcó y Escandón, duque de Montellano, ayudante del rey Alfonso XIII , y Hilda Fernández de Córdova, marquesa de Mirabel, condesa de Santa Isabel, y dama de la reina Victoria Eugenia , y fueron uno de los grandes apoyos de los Borbón en el exilio.

Cuando Franco y don Juan acordaron, en 1948, que don Juan Carlos estudiaría en España, en la Finca Las Jarillas, cercana a Madrid, entre los ocho alumnos de familias nobles seleccionados estaba Fernando Falcó, marqués de Cubas y hermano menor de Carlos, marqués de Griñón.

Cuando don Juan Carlos regresó un año después a España, tras terminar la formación en Las Jarillas, para continuarla en el Palacio de Miramar, en San Sebastián, también le siguío Fernando Falcó. Cuando regresaba a Madrid desde San Sebastián, gozaba de la hospitalidad de los Duques de Montellano. Más tarde, a mediados de los años cincuenta, cuando empezó a preparar su ingreso en la Academia Militar de Zaragoza , el Duque de Montellano y su esposa abandonaron el palacio de la Castellana, conocido como Palacio de Indo, y se la ofrecieron como su residencia oficial al rey emérito.

El Palacio, que albergaba una importante colección de arte, era un arquitecto del arquitecto francés Samson. Ocupaba toda una manzana en el número 33. Los Montellano se trasladaron a un piso en la calle Ventura Rodríguez. Don Juan carlos empleaba las jornadas en estudiar y por las mañanas asistía a misa en la capilla del palacio. El palacio había servido como embajada de Estados Unidos durante la Guerra Civil y fue en este mismo palacio donde don Juan Carlos fue presentado en sociedad como Príncipe de España a los aristócratas y embajadores que no lo conocían, un evento en el que estuvo con él también su hermana Margarita.

Sin embargo, este palacio ya no existe. En 1966 fue derruido y en su lugar se levanta hoy el edificio de Mutua Madrileña. Los hermanos Falcó y Don Juan Carlos continuaron con su amistad. El emérito visitó en numerosas ocasiones la finca del marqués de Griñón en Toledo, Quinta Casa de Vacas. Los dos hermanos y el heredero cazaban juntos y organizaban comidas. La muerte de Carlos y siete meses después de Fernando en 2020 por culpa del coronavirus fue, sin duda, una gran pérdida para el emérito.

Los Duques de Montellano siempre apoyaron la restauración de la Monarquía durante la dictadura de Franco. El ducado de Montellano, con grandeza de España, fue creado en 1705 por el rey Felipe V. El primero en llevarlo fue José de Solís y Valderrábano, que hasta entonces había sido conde de Montellano.

Los duques eran un pilar de la nobleza. La duquesa de Montellano, Hilda Fernández de Córdova , abuela de Támara Falcó , era una mujer de fuerte personalidad y una diestra cazadora y montera. Su nieta Xandra Falcó recordaba en el libro «Cazadores del siglo XX», que era conocida porque tenía un jabalí como mascota, al que paseaba por la Castellana.

La actual duquesa de Montellano es Carla Pía Falcó y Medina, nieta de Manuel Falcó y Escandón y sobrina de los hermanos Falcó. Está casada con Jaime Matossian y Osorio. Los Montellano tuvieron cuatro hijos, que hoy ya han fallecido: Felipe, marqués de Pons, fallecido en un temprano accidente de coche, con 33 años, María del Rocío, condesa de Berantevilla, fallecida al caer por unas escaleras en un centro comercial, Carlos, marqués de Griñón, y Fernando, marqués de Cubas.