Sin duda se trata de un look muy pensado, en el que ha pesado mucho la circunstancia histórica que rodea a esta cumbre OTAN, en la que los países miembros e invitados deben decidir cómo proceder ante la invasión rusa de Ucrania. La reina Letizia ha decidido vestir de negro, aunque no sea precisamente el luto el espíritu que concita su vestido. Se trata más bien de ofrecer una imagen más sobria pero igualmente encantadora del vestido de cóctel, con una pieza que conocemos muy bien.
Letizia ha sorprendido eligiendo el vestido sin mangas y con falda de vuelo adornada con lazos que vimos en la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2021, un diseño que firma The 2nd Skin Co., la marca de Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo. Confeccionado en tafetán de color negro, lleva cuello caja y una preciosa falda midi rematada con lazos. Salió en la colección primavera-verano 2022 con el nombre Magna Magnolia.
Sintomáticamente, la reina Letizia ha decidido combinarlo con los impresionantes pendientes de chatones y una de las espectaculares pulseras de Dior que llevó en aquella ocasión, y además repetir también el fino cinturón negro que también entonces remató la cintura. Sin duda, su intención es subrayar la sobriedad del momento, y lo consigue no solo no luciendo joyas que no son terriblemente apabullantes, sino apostando por un vestido repetido. Una elección impecable.
Otras invitadas han decidido apostar también por colores discretos, que no lleven tanto a la celebración como a la circunspección. Sin embargo, algunas primeras damas han querido romper el tono sombrío de la cita y apostaron por el blanco, caso del traje pantalón que llevó Jill Biden o del vestido midi con bordados plateados de la esposa del presidente de Corea del Sur.
La esposa del presidente francés Emmanuel Macron, Brigitte Macron, sorprendió con un vestido verde totalmente inesperado, pues suele elegir looks mucho más discretos y colores neutros. Este diseño vaporoso, con espectaculares mangas con volumen rematadas en puños protagonistas, no forma parte de su habitual repertorio minimalista y más bien ajustado. Sin duda, la legendaria elegancia de la reina Letizia ha debido poner un extra de presión en los looks de hoy, tanto para las primeras damas como para las presidentas y primeras ministras.
La elección del color negro por parte de la reina Letizia no solo ha sido una muestra de sensibilidad, sino también otro detalle más de su inteligencia protocolaria. Lo pudimos comprobar en la foto de familia que los mandatarios y sus anfitriones se tomaron antes de entrar en el salón donde se celebró la cena. La instantánea hubiera sido fatal si la reina hubiera elegido cualquier otro color.
Al posar todos los jefes de Estado reunidos en la Palacio Real junto a los reyes Felipe VI y Letizia, no hubo que lamentar que la reina destacara terriblemente entre la acumulación de trajes negros y azul marino. Al contrario: se fundió con la mayor naturalidad, pisando una vez más sobre ese fino alambre que transitan las mujeres que hoy se ven adosadas a las posiciones de poder: asumiendo su posición consorte, pero sin perder su agencia y con un sentido contemporáneo de su misión.
También estuvo muy adecuada al momento y la circunstancia Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez. La segunda anfitriona del programa extra político de esta cumbre de la OTAN en Madrid confió en uno de sus diseñadores de cabecera, Marcos Luengo, quien diseñó un vestido midi en crepe de seda natural de color gris perla con un clasicismo moderno notable, gracias a una silueta muy sencilla y el original detalle de terminar el escote y las mangas con gasa.
Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y ya muy habituada a ser la única mujer con poder en la mesa de las decisiones, eligió también fundirse en el burocrático negro con un traje de chaqueta de tweed y formal pantalón oscuros, como si fuera «uno más». No hicieron lo mismo la presidenta de Finlandia, Sanaa Marin, quien lució un vestido azul con estampado de flores, ni la presidenta de Dinamarca, Mette Frederiksen, la más llamativa con un vestido dorado muy llamativo.
20 de enero-18 de febrero
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