vacaciones de trabajo
Un momento del paseo por los jardines de Alfabia de la familia real, con la reina Letizia llevando la voz cantante. /
El posado de la familia real de cada verano en Palma de Mallorca se ha convertido ya en una tradición, pese a no formar parte de la agenda oficial que cada viernes libera a los medios de comunicación Casa Real. En esta ocasión, los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, acudieron a los jardines de Alfàbia, en Bunyola, probablemente uno de los jardines privados más bellos del mundo.
Pocos lugares tan idílicos para escenificar un paseo familiar veraniego: entre alamedas, jazmines y naranjos, surtidores, estanques de nenúfares y fuentes, es imposible fallar en la foto. No se agotan las bellezas mallorquinas que la reina Letizia desea promocionar, en su particular regalo anual a Palma de Mallorca. La estampa veraniega de la familia real española es directamente de película.
Por bellas que sean las imágenes, que lo son, carecen de la fuerza expresiva suficiente como para ocultar las sombras de otro verano en Palma. Las trampas que les salen al paso a los reyes Felipe y Letizia se multiplican: si no es el rey Juan Carlos que busca casa en Sanxenxo o pide acudir a Marivent, es la expectación ante una reunión de Felipe, Elena y Cristina que permita a la reina Sofía disfrutar de todos sus nietos a la vez. No ha pasado inadvertido que la emérita abandonara palacio a las 24 horas de llegar Letizia.
Es una más de las muchas inconsistencias que rodean el día a día de los Borbón Ortiz, un excelente equipo de 'royals' bien avenidos que tratan de conseguir lo imposible: pasar página de las polémicas reales, tratando de aparentar que todo sucede con la más absoluta normalidad. Como si fueran una familia española más. De ahí la estrategia bien formulada que aleja a Felipe, Letizia y sus hijas del palacio de Marivent , un escenario propio de otra época.
La estrategia anti palacio de los actuales monarcas es evidente: prefieren hacerse fotos en cualquier sitio menos en el epicentro de operaciones mallorquinas del rey emérito Juan Carlos. La reina Letizia ha diseñado su particular campaña de verano para darle la vuelta a la imagen de la monarquía a la perfección: enclaves turísticos, mercadillos y festivales de cine son escenarios que convienen. Del pasado que se quiere olvidar, apenas resiste el Real Club Náutico.
En su paseo por los jardines de Alfàbia , la familia real ha contestado a algunas preguntas lanzadas por los reporteros, una de ellas al respecto de los 50 años que cumple el palacio de Marivent como residencia de los reyes. Las respuestas han sido desganadas: Letizia , Leonor y Sofía se han desmarcado diciendo que ellas no conocieron aquellos días. El rey Felipe adujo que era muy pequeño, pero explicó que se acordaba más de los apartamentos donde la familia se quedaba antes de disponer de Marivent. Curioso.
La polémica que rodea a la familia real no disminuye, aunque los monarcas y sus hijas traten de ignorarla en su verano en Palma . Prueba de ello es la necesidad de orquestar privadamente este tipo de salidas, en las que el público desaparece por completo de las inmediaciones.
Con todo, el posado de verano de la familia real ha ganado desde que ocurre en estos enclaves para la cultura, unos paseos en los que Leonor y Sofía cumplen su papel de preguntar interesadas por todo, mientras Felipe y Letizia contestan lo aprendido. Al rey le favorece el movimiento y ellas muestran cada vez más naturalidad en la tarea de dar normalidad a una escenificación que tiene casi todo de teatral.
La naturalidad y el desparpajo ante las cámaras es especialmente notable en la princesa Leonor , una futura reina a punto de comenzar su instrucción militar que, evidentemente, ha recibido ya cierto entrenamiento para controlar pose, gesto y expresión ante los fotógrafos. Leonor posa mucho más que Sofía, prueba de que la heredera tiene ya muy claro cuál va a ser uno de sus más importantes trabajos. En este particular, la princesa ya ejerce.
.png){kind=small}
