Sabemos cuál es el hotel favorito de la reina Sofía para viajar a Grecia de incógnito: de lujo, con vistas y muy discreto

Desde que en 2013 el gobierno heleno permitió a la familia real griega visitar e incluso instalarse en el país la reina Sofía y sus hermanos , la princesa Irene de Grecia y el ex rey Constantino, procedieron a «repartirse» la ciudad de Atenas con muy buen criterio.

La pequeña de la familia, Irene, siempre fue la más discreta y optó por alquilar un apartamento en la ateniense plaza Mavili. En contraste, su hermano, Constantino, antes de instalarse definitivamente en una villa en Porto Helli, prefería hospedarse en el famoso Hotel Grande Bretagne cada vez que visitaba Atenas, el mismo lujoso establecimiento en el que organizó la fiesta preboda de su hermana Sofía en 1962.

Durante años se pensó, de hecho, que este establecimiento también era el preferido de nuestra emérita en sus múltiples visitas personales a Atenas; pero en 2014 la prensa griega descubrió el «secreto» mejor guardado de la reina Sofía: que prefiere renunciar al lujo clásico si las vistas lo merecen.

2014 fue un año importante para la familia real helena, por primera vez pudieron organizar un homenaje a la altura de las circunstancias a uno de sus miembros. Se cumplían 50 años de la muerte del rey Pablo, padre de Sofía, Irene y Constantino y todos los que tenían relación con la realeza griega, desde los príncipes de Asturias a Marie Chantal Miller, acudieron a ese aniversario.

Fue en ese momento, con la ciudad repleta de royals, cuando la prensa helena descubrió que antes que los salones aterciopelados del Grande Bretagne, la reina Sofía prefería el minimalismo del Hilton Athens porque le ofrecía algo incomparable: las mejores vistas de la Acrópolis ateniense.

El propio establecimiento reconoció que la emérita era una habitual y que en sus visitas nunca pedía la lujosa suite presidencial que le ofrecían casi por defecto, sino que prefería una suite en la última planta que le permitiera ver el Partenón. Un deseo comprensible si se tiene en cuenta la amplia formación en arqueología clásica griega que recibió la reina Sofía en su juventud. Ella misma confesó a su círculo cercano que las vistas del Hilton le permitían tener la sensación de que con solamente extender la mano podría tocar «la Roca sagrada», el nombre con el que se conoce a la Acrópolis.

Aquella visita de 2014 fue determinante para compartir sus gustos con sus allegados: hasta 22 representantes de diferentes casas reales europeas se alojaron en el Hilton y escogieron la misma opción que la reina Sofía: una habitación con vistas antes que una suite presidencial.

Las visitas de la reina al Hilton Athens continuaron siendo una constante a lo largo del tiempo. De hecho, ese mismo 2014, meses después del homenaje a su padre, la reina hizo doblete de eventos ateniense y visitó en el puerto de la ciudad la fragata de la Armada Española F-84 que lleva su nombre. Con el tiempo, las estancias de la reina en el Hilton ya no sorprendían a nadie y seguían siempre el mismo guion: estancia en el hotel, siempre en la última planta, siempre con vistas a la Acrópolis; y comidas con sus amigos en el restaurante Byzantine. Porque cuando uno se siente como en casa en un hotel, ¿para qué cambiar?

En enero de 2022, el Athens Hilton cerró sus puertas para una renovación integral y se desconoce dónde se ha alojado en este periodo nuestra reina emérita en sus visitas a la capital helena. Eso sí, podrá volver a su 'casa' en Atenas a partir del próximo año, ya que se espera que este 2025 el establecimiento reabra bajo el nombre de The Illisian, alojando el nuevo Conrad Athens Hotel, parte de la división de lujo de la cadena Hilton, en una propuesta mucho más exclusiva que, además de reducir el número de habitaciones para hacerlas más grandes, incluirá residencias en las plantas superiores bajo el sello del Waldorf Astoria, el favorito de doña Sofía en sus visitas a Nueva York.