pelea borbón Desplantes a la reina Sofía, mal humor y ninguneo de las casas reales: por qué se empeña el rey Juan Carlos en ir a los funerales royal

El rey Juan Carlos ha vuelto a la escena pública internacional para confirmar lo que ya sabíamos: su escasa empatía con la reina Sofía y que las casas reales le ningunean.

La reina Sofía a su salida de la ceremonia religiosa por el funeral de Constantino de Grcia. tras ella, el rey Juan Carlos. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

El rey Juan Carlos volvió a posar en público rodeado de su familia en el funeral de su cuñado Constantino de Grecia . Una oportunidad de oro de mostrar su famosa campechanía o, al menos, algo de empatía con su esposa, la reina Sofía , visiblemente afectada por la muerte de su hermano. Pero no pudo ser y el emérito quedó retratado, de nuevo, por un desplante a la reina Sofía y por el ninguneo royal generalizado que pareció sufrir.

Visto en retrospectiva, podríamos considerar el entierro de C onstantino de Grecia como el acto público en el que se han escenificado más disculpas y perdones royal públicos de la historia reciente. Lo de la reina Letizia con Marie-Chantal Miller cogidas del brazo y enterrando el hacha de guerra nos dejó tan boquiabiertos como ver a doña Letizia lanzando besos a los hijos de las infantas o convirtiéndose en el apoyo físico y moral de su suegra, la reina Sofía, en Tatoi.

Tampoco pudimos perder de vista a Felipe VI reencontrándose (con abrazo incluido) con Pablo de Grecia. Y a los príncipes de Dinamarca, Joaquín y Federico, posando juntos y revueltos con su madre, una sonriente reina Margarita. Hasta Froilán y Victoria Federica fueron tan discretos y educados acompañando a la infanta Elena que daba gloria verlos.

El único que acabó desentonando en este espectáculo de concordia fue nuestro rey emérito que abandonó su retiro en Abu Dabi para despedirse de un cuñado (con el que hacía años que no se hablaba) y que protagonizó un absurdo rifirrafe con la reina Sofía a la salida de la Catedral Metropolitana de Atenas.

Vídeo. Los 5 momentos más duros de la vida de la reina Sofía / mujerhoy

El comportamiento del rey Juan Carlos con la reina Sofía

Mientras los royals esperaban sus vehículos, una vez acabada la ceremonia religiosa, la reina Sofía se paró a recibir el pésame de los monarcas de Países Bajos, la reina Máxima y el rey Guillermo. El rey Juan Carlos, con evidentes problemas de movilidad (tuvo que ser asistido en todo momento por una persona y necesitaba un bastón para andar), cortó ese saludo porque parecía tener prisa por llegar hasta el coche que debía llevarles hasta Tatoi.

La familia real española en pleno en el funeral del rey Constantino de Grecia / gtres

No obstante, no pareció tener la misma prisa cuando fue él quien recibió los saludos de los reyes de Holanda o cuando Alberto de Mónaco se acercó para besarle en ambas mejillas e intercambiar unas breves palabras.

Tras recibir el caso de los royals, Juan Carlos de Borbón volvió a meter prisa a su mujer para que dejara de saludar al pueblo griego congregado en la calle e iniciar de nuevo el camino hasta al vehículo oficial. Para dejarle aún más espacio la reina Sofía incluso abandonó la alfombra roja que acabó ocupando por entero Juan Carlos y su asistente.

Luego vinieron los gestos más o menos evidentes con los que el rey le pedía a la reina que no se pusiera ni a su lado ni en su camino. Finalmente con un movimiento de bastón y una orden directa hizo que la reina Sofía le adelantara a toda prisa. Al final fue imposible que la pareja de eméritos llegara junta hasta la zona donde debían subirse al coche que les llevaría hasta el cementerio.

Desde luego no fueron imágenes de concordia las que transmitió el emérito en Atenas, pero tampoco ha sido esta la primera vez que los problemas de movilidad del rey Juan Carlos le han llevado a perder la paciencia en público con la reina Sofía.

Doña Sofía, su hijo, el rey Felipe VI, y la reina Letizia. En segundo plano, el rey Juan Carlos. / gtres

El desplante más conocido de este tipo se produjo en 2011 cuando los reyes recibieron a pie de pista al Papa Benedicto XVI en el aeropuerto. En aquella ocasión el rey Juan Carlos también apartó a su mujer de su lado indicando con una muleta dónde debía de colocarse según su juicio: ni a su lado ni en primera fila.

El agravante es que en esta ocasión era la reina Sofía quien necesitaba el apoyo de su marido porque favor con favor se paga. No ha pasado ni cinco meses desde que ella no dudó en acompañarle con una sonrisa, y a pesar de lo tenso de la situación, en el funeral de Isabel II.

El ninguneo del rey Juan Carlos en sus últimas citas públicas

El entierro de la monarca británica nos lleva a plantearnos el segundo plot twist del funeral de Constantino en relación con el rey Juan Carlos: el casi ninguneo al monarca que recibe por parte del resto de las casas reales.

La asistencia de Juan Carlos al funeral Windsor fue justificada en aquel momento por el rumor de que el emérito deseaba a toda costa hablar con Carlos III, el nuevo rey británico, sobre la demanda interpuesta en Londres por Corinna Larsen.

De aquella reunión salió el emérito escaldado, al menos a ojos de la prensa rosa. Pilar Eyre desveló lo que un testigo del besamanos de royals que reunió a Carlos y Camilla con las casas reales en Buckingham le confesó: que sobre el rey Juan Carlos dio «entre pena y vergüenza ajena».

Tras no conseguir su objetivo de hablar con Carlos III, Juan Carlos de Borbón «se apartó a un lado sin que nadie interactuase con él. Se le notaba enfadado, incluso tuvo un gesto brusco hacia doña Sofía, quien parecía tratar de consolarlo».

En el funeral de Constantino el ninguneo royal a Juan Carlos se hizo aún más notorio porque en esta ocasión el emérito ni siquiera consiguió coincidir con su propio hijo en una sola fotografía (aunque hay un vídeo de la televisión griega ne la que se ve a Felipe VI saludando a su padre). No hubo posado entre los reyes eméritos y los actuales, y tampoco han trascendido interacciones con otros royals salvo las que se dieron, de casualidad, en la salida de la iglesia.

La reina Sofía y el rey Juan Carlos en la cena previa al funeral de Constantino II de Grecia / gtres

Hasta sus propios apoyos incondicionales dentro de su familia protagonizaron momentos de ninguneo involuntario, como cuando la infanta Elena presentó sus respetos a la tumba de su tío antes que el rey Juan Carlos en un claro fallo de protocolo.

O como cuando la foto principal de Tatoi acabó siendo la de una doliente reina Sofía sostenida por su hijo el rey Felipe VI y su nuera, la reina Letizia, mientras en un desdibujado y lejano segundo plano se adivinaba a un renqueante rey Juan Carlos.

Sólo el rey Juan Carlos sabe por qué acude a estos eventos royal y no a otros (como la boda de Phillipos de Grecia, el hijo de Constantino, que se casó en Atenas en 2021 y a la que prefirió no asistir). Sólo él conoce qué objetivo tiene su presencia y si querrá repetir esta frustrante experiencia en la próxima coronación de Carlos III, el gran evento de las casas reales europeas de este año. Habrá que ver si para mayo de este año alguien, aún, quiere contar con su presencia.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?