Por qué la reina Sofía nunca se divorció del rey Juan Carlos I: la clave de la razón oculta está en la reina Federica de Grecia

La reina Sofía tuvo que recurrir a los consejos de su madre, la reina Federica, en varias ocasiones, antes de decidir si divorciarse o no.

El rey Juan Carlos y la reina Sofía/getty images

El rey Juan Carlos y la reina Sofía / getty images

Elena Castelló
Elena Castelló

La vida matrimonial de la reina doña Sofía no ha sido fácil. Tal y como hemos ido sabiendo en los últimos años, ha sufrido desplantes y humillaciones por parte de su esposo, el rey Juan Carlos , que ha vivido numerosas relaciones extramatrimoniales de las que la reina estaba al tanto. Sin embargo, nunca se llegó a contemplar la de forma real la posibilidad de un divorcio (algo que se ha rumoreado también en el matrimonio de Letizia y el rey Felipe VI ), a pesar de las circunstancias y de que, en más de una ocasión, tanto el rey como la reina lo consideraron.

Pero, todo quedó en una separación oficiosa entre ellos, desde finales de los años setenta. Cada uno llevab a vidas casi separadas e independientes. Nada muy diferente al matrimonio de Alfonso XIII y Victoria Eugenia o al de los condes de Barcelona, los padres del rey.

Hoy, con el exilio del rey emérito, en Abu Dabi , esa separación se ha hecho visible. La reina Sofía continúa en Zarzuela y cumple con su agenda oficial, aunque ésta haya disminuido mucho desde que llegó al trono su hijo, Felipe VI. Son muy pocas las ocasiones en las que se a los eméritos se les ha visto juntos, antes de la partida de don Juan Carlos, aunque han guardado las apariencias como siempre han hecho e incluso se han intercambiado alguna muestra de cariño.

Pero, es inimaginable pensar que la reina doña Sofía viaje a Abu Dabi en algún momento. La relación está rota. A pesar de que la doña Sofía es nieta, hija, hermana y madre de reyes y fue educada en el deber con la institución, pasó por momentos de desesperación y llegó a hablar de divorcio con su madre y consejera, la reina Federica.

Vídeo. Los 5 momentos más duros de la vida de la reina Sofía / mujerhoy

El detonante fue una visita «sorpresa» que la reina organizó, con sus tres hijos , al palacio de La Encomienda de Mudela, en Ciudad Real, para dar una sorpresa a su marido tras un día de montería, en 1975. Dejó a los niños en el jardín y entro en la residencia para salir, momentos después, con el gesto demudado.

La Encomienda era el coto en el que don Juan Carlos invitaba a sus amigos y correspondía con las invitaciones que otros anfitriones le hacían a él. En este lugar ha cazado Carolina de Mónaco y numerosos, nobles, príncipes árabes y empresarios internacionales. La última vez que lo frecuentó el rey fue en 2013.

La riena Sofía y el rey Juan Carlos el día de su compromiso. / getty images

La Encomienda era donde Don Juan Carlos solía esconder sus relaciones extramatrimoniales, igual que su abuelo, Alfonso XIII, que adoraba también cazar en este lugar. La reina Sofía nunca volvió, tras aquella tarde en la que abandonó la casa de inmediato. Parece que sorprendió a Don Juan Carlos con otra mujer.

Unos días después de aquel incidente, doña Sofía se marchó a la India con el Príncipe y las Infantas. Allí estaba su madre, la reina Federica, con su hermana Irene, y ella buscó su consuelo. Doña Sofía no podía ocultar su indignación. Pero su madre dejó que se calmase y luego le dijo: « Una reina nunca abandona su puesto. ¿Quieres ser como yo, una reina sin reino, una paria que tiene que vivir de la caridad de los demás, y que ha tenido que venir a la India porque nadie me aguanta?».

La madre de la reina Sofía tuvo que exiliarse de Grecia, junto a la familia real, en 1974, cuando se celebró un referéndum en el que ganaron los partidarios de la República. A partir de entonces, pasó varios años en La India, cuya filosofía y modo de vida admiraba profundamente.

Sin embargo, según ha revelado la periodista Pilar Eyre, esta no fue la primera ocasión en la que la reina pensó en separarse. Según la periodista, el fantasma del divorcio dio vueltas en la cabeza de doña Sofía, poco después de casarse con Don Juan Carlos, en 1962. La reina viajó a Atenas para buscar refugio en su madre.

La reina Federica le insistió, por primera vez, en que se había casado para no divorciarse jamás, pero también hubo otra razón que disuadió a doña Sofía: la presión del Parlamente griego que le hizo llegar la información de que, en caso de divorcio, debería devolver la dote a los griegos. Doña Sofía decidió, entonces, que lo más conveniente era regresar a España, con su marido.