MADRE DE FERGIE

El drama de Susan Barrantes, madre de Sarah Ferguson: un marido infiel, el abandono a sus hijas y un accidente mortal

Susan Barrantes pasó sus últimos años en Argentina con el amor de su vida. Ella y su hija Sarah Ferguson, a quien «abandonó» por su amor argentino, se reconciliaron y apoyaron en las tragedias que asolaron sus respectivas vidas.

Susan Barrantes junto a sus nietas, las princesas Beatriz y Eugenia. / GETTY IMAGES

Lidia A. Costa
Lidia A. Costa

Susan Barrantes, nacida bajo el nombre de Susan Mary Wright, fue conocida por ser la madre de Sarah Ferguson , ex mujer del príncipe Andrés de Inglaterra . Vino al mundo en 1937 en una adinerada familia de orígenes aristocráticos y se convirtió en una elegantísima socialité.

Frecuentó los círculos más exclusivos que la llevaron a relacionarse con famosos personajes de la jet set europea de los años 90 como el empresario y traficante de armas Adnan Kashoggi. Pero la madre de Sarah Ferguson, quien hoy atraviesa momentos delicados de salud, destacó por llevarse de maravilla con su familia. Aunque no siempre fue así.

Como correspondía a una joven de su clase social, Susan Barrantes estudió en los colegios más prestigiosos de Inglaterra, y conoció muy joven, tenía 18 años recién cumplidos, al mayor Ronald Ferguson en un baile de debutantes. El militar estaba muy relacionado con la Familia Real Inglesa ya que era amigo del príncipe Felipe, el marido de la reina Isabel II , además de profesor de polo del entonces príncipe Carlos . Se enamoraron, se casaron en 1956 y se separaron en 1974. El matrimonio tuvo dos hijas, Sarah, quien mantiene el título de duquesa de York, y Jane, que vive en Australia.

Las numerosas infidelidades y escándalos del mayor Ferguson, incluso tras el aborto que sufrió Susan, deterioraron notablemente su matrimonio. Pero cuando Sara conoció al jugador de polo argentino Héctor Barrantes, no lo dudó: hizo las maletas y se fue a vivir con él a Argentina.

Siempre mantuvo, no obstante, buena relación con royals como Diana de Gales , de quien era muy amiga, o con su ex yerno, el príncipe Andrés, incluso años después del divorcio del hijo de la reina Isabel II y su hija, Fergie. Fue gracias a la estrecha relación de su ex marido con el polo, cómo Susan conoció a quien sería el verdadero amor de su vida. El argentino jugó durante un tiempo en Inglaterra.

Susan Barrantes: una nueva y feliz vida en Argentina

La madre de Sarah Ferguson conoció a Héctor Barrantes a finales de los 60 en Sussex, y coincidieron de nuevo un tiempo después en un torneo de polo en la localidad francesa de Deauville. El polista, apodado «El Gordo», había acudido acompañado de su entonces esposa Luisa James, quien también murió en un accidente de tráfico.

En 1975, siendo él viudo y Susan divorciada, se casaron en una ceremonia civil en Argentina, donde ambos se quedaron a vivir ya para siempre. Susan Barrantes dejó a sus hijas jóvenes al cargo del Mayor Ferguson Londres –Jane se marchó a vivir a Australia solo un año después del divorcio de sus padres–, algo que Sarah Ferguson sufrió como uno de los grandes traumas de su vida, llegando a confesar publicamente el daño que este acontecimiento le produjo en su vida de adolescente.

Sarah Ferguson ha confesado el trauma que durante años le produjo la ausencia de su madre. / gtres

Pero con el paso de los años, y tras el fallecimiento de Héctor Barrantes por un cáncer linfático en 1990 y el divorcio de Sarah y Andrés en 1996, madre e hija tuvieron un importante acercamiento que ya nunca volvió a separarlas. Era habitual verlas juntas, ya fuera en Argentina, a donde viajaba Sarah con sus hijas de vez en cuando, o en Europa, donde Susan venía a pasar las vacaciones y disfrutar de sus nietas, Beatriz y Eugenia .

De hecho, tan buena era la relación que la familia mantuvo a lo largo de los años que en Londres se hizo un funeral por la memoria de Héctor Barrantes, con la asistencia de algunos royals. Cuando murió Susan en 1998, y tan solo un año antes del accidente mortal que mató a Lady Di , otro funeral tuvo lugar en la capital inglesa con la asistencia incluso del mayor Ferguson y su segunda esposa.

Susan Barrantes llevó la existencia que deseaba en Argentina. Junto al amor de su vida se dedicó a la administración de su finca El Pucará, centrada en el ganado y la cría de caballos de polo. Pero también pudo dedicarse a su pasión por la escritura y los documentales con la creación de su propia productora audiovisual.

En 1997 Susan publicó Polo, un libro dedicado a su marido y cuyo prólogo firmaba el entonces príncipe de Gales y heredero a la Corona, hoy Carlos III de Inglaterra . En su obra, que aún hoy se puede encontrar en Amazon, Susan narraba la historia del polo en Asia, Europa y América, centrándose especialmente en Argentina, cuna de los mejores polistas y caballos de polo del mundo.

El accidente que acabó con la vida de Susan Barrantes

Susan Barrantes murió de forma muy trágica. Un 19 de septiembre de 1998 volvía a su casa, la hacienda El Pucará, tras pasar una agradable jornada con su querida amiga Puqui Ribet cuando tuvo un accidente de circulación con un fatal desenlace: el vehículo en el que viajaba con su sobrino Rafael Barrantes, que entonces tenía 25 años, y que conducía ella misma chocó contra otro automóvil y ella falleció en el acto. Su coche quedó totalmente destrozado — fue un milagro que su sobrino apenas sufriera algunas lesiones —, y el conductor de la furgoneta contra la que se estrelló también salió bien parado, dentro de la gravedad.

Susan Barrantes, madre de Sarah Ferguson. / / GTRES

Cuando sus hijas se enteraron del trágico desenlace no dudaron en viajar a Argentina. En el momento del accidente, Jane estaba en Australia y Sarah en Italia, desde donde volaron respectivamente en cuanto pudieron para el funeral de su madre. Allí fueron testigos del cariño que todo el mundo, incluidos los trabajadores de la finca El Pucará, le profesaban a Susan Barrantes.

La muerte de su marido Héctor a consecuencia de un cáncer linfático, y con tan solo 52 años, había dejado a la madre de Fergie sumida en una profunda tristeza. El amor de su vida había fallecido tras una penosa enfermedad en la que Susan se volcó en cuerpo y alma. Dedicó todo su cariño y esfuerzos a acompañar a su marido, quien finalmente falleció en 1990.

Héctor Barrantes fue enterrado en un principio en el cementerio Jardín de la Paz de Buenos Aires, pero sus restos fueron después trasladados a su finca El Pucará. A pesar de las deudas y numerosos problemas económicos a los que tuvo que hacer frente, Susan Barrantes nunca volvió a Inglaterra. Y como era su deseo, también fue enterrada en su querida hacienda argentina junto a «El Gordo», quien fue el amor de su vida y le proporcionó los años más felices, pero también los más tristes, de su existencia.

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