Sarah Ferguson acaba de ser operada de un cáncer de mama. /
Cuando una noticia de salud alcanza a una royal, como Sarah Ferguson ,crece el interés por saber más. Y eso es lo que sucede con la confirmación de que Sarah Ferguson acaba de ser operada de un cáncer de mama después de someterse a una ecografía rutinaria que le detectó el tumor. ¿Qué tipo de tumor es? Cómo se detecta? ¿Qué síntomas tiene? ¿Cuál es el tratamiento? ¿Existen formas de prevención Aquí tienes la repuesta a todas las preguntas.
Lo primero de todo: el cáncer de mama es el más frecuente entre todas las mujeres por delante del cáncer colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides o páncreas. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama y ya es el tumor más diagnosticado del mundo por delante del de pulmón.
Pero hay una cosa buena: también es el que mejor diagnóstico y tratamiento posee. Las tasas de supervivencia para el cáncer de mama han aumentado en los últimos años. De hecho, más del 90% de las pacientes con cáncer de mama viven al menos cinco años más después del diagnóstico y la mayoría recuperan su vida con toda normalidad.
Se trata de un crecimiento descontrolado de células que comienza en el tejido mamario y se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de 65 a 74 años. La enfermedad también puede ocurrir en los hombres, pero es mucho menos común: el cáncer de mama masculino representa menos del 1% de todos los casos de cáncer de mama.
Se desconoce la causa exacta del cáncer de mama. La combinación de la genética de una persona y su entorno probablemente juega un papel importante en el desarrollo de la enfermedad, según la Clínica Mayo. Otros factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de cáncer de mama, comenzar los períodos menstruales antes de los 12 años, pasar por la menopausia después de los 55 años, no tener hijos y usar terapia hormonal después de la menopausia, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer. Sin embargo, la mayoría de las mujeres que contraen cáncer de mama no tienen ningún factor de riesgo de la enfermedad, aparte del sexo y la edad.
No todas las personas con cáncer de mama tendrán síntomas antes de ser diagnosticadas. Pero sí hay ciertas cosas que te harán disparar una señal de alerta que debes vigilar: un bulto en el seno o la axila, engrosamiento o hinchazón de parte de la mama, formación de hoyuelos en el seno o irritación de la piel, piel roja o escamosa en el área del pezón, dolor en esa zona, secreción del pezón que no sea leche materna o cualquier cambio en el tamaño o la forma del seno.
Es importante tener en cuenta que incluso estos síntomas no necesariamente significan que hay un incipiente tumor presente y a menudo indican una afección benigna, como un quiste o una infección. Pero conviene estar alerta y nunca descartar la posibilidad de un tumor, por remota que sea la posibilidad. Para eso son los síntomas, ¿no?
De hecho, las pruebas de detección del cáncer de mama se realizan en mujeres sin síntomas con el objetivo de detectar la enfermedad a tiempo. Una de las principales pruebas de detección es una mamografía o una radiografía del seno. De ahí la necesidad de someterse a pruebas regulares cada cierto tiempo.
Se recomienda que las mujeres se hagan su primera mamografía a partir de los 40 años y que la repitan todos los años a partir de entonces. El caso de Sarah Fergusson, de 63 años, es un ejemplo perfecto: no tenía síntomas, acudió a una revisión rutinaria, se detectó el tumor sin que hubiera habido aviso y fue operada de urgencia. Y con éxito, según informan.
El tratamiento del cáncer de mama depende del tipo de tumor y de si se ha propagado dentro de la mama o a otras partes del cuerpo. Muchas personas con la enfermedad reciben más de un tratamiento, que generalmente se dirigen al cáncer en su ubicación o a las células cancerosas en todo el cuerpo.
Las terapias locales locales incluyen cirugía y radiación, que intentan extirpar o destruir el cáncer en el seno sin afectar el resto del cuerpo. La cirugía puede incluir una lumpectomía, una cirugía conservadora del seno que extirpa el tumor y parte del tejido circundante, o la mastectomía más agresiva, que extirpa todo el seno y generalmente se realiza en casos más avanzados.
Los tratamientos sistémicos (que afectan a todo el cuerpo) se administran por vía oral o a través del torrente sanguíneo y se dirigen a las células cancerosas de todo el cuerpo. Estos incluyen la quimioterapia, que usa medicamentos tóxicos como la ciclofosfamida (a veces denominada por su nombre comercial, Cytoxan) o el metotrexato. El cáncer alimentado por las hormonas estrógeno o progesterona se puede tratar con supresores hormonales como el tamoxifeno o el raloxifeno (Evista).
Los tratamientos sistémicos más recientes incluyen la terapia biológica, que utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer y se dirige a las células del cáncer de mama que contienen altos niveles de cierta proteína. Los productos biológicos de uso común son bevacizumab (Avastin) o trastuzumab (Herceptin).
Si te preocupa desarrollar cáncer de mama, es posible que te preguntes si hay medidas que pueda tomar para ayudar a prevenir el cáncer de mama. Algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares, no se pueden cambiar. Sin embargo, hay cambios en el estilo de vida que puedes hacer para reducir su riesgo.
Las investigaciones muestran que los cambios en el estilo de vida pueden disminuir el riesgo de cáncer de mama, incluso en mujeres con alto riesgo. Así, se recomienda limitar el consumo de alcohol, mantenerse en un peso saludable, reducir la cantidad de calorías que consumes cada día, mantenerse activa haciendo ejercicio, amamantar si eres madre y limitar la terapia hormonal posmenopáusica. En todo caso, lo mejor siempre es hablar con tu médico para que te dé el mejor consejo.