Qué tiara llevará Teodora de Grecia en su boda: diamantes, perlas y esmeraldas, el impresionante joyero que tiene a su disposición

La hija menor de los reyes Constantino y Ana María de Grecia, Teodora de Grecia, prima hermana de Felipe VI y Federico de Dinamarca, pasará finalmente por el altar el próximo 28 de septiembre, después de haber suspendido su enlace con el abogado norteamericano Matthew Kumar hasta tres veces. La ceremonia tendrá lugar en la Catedral de la Anunciación de Santa María de Atenas, y la oficiará el arzobispo Jerónimo II, primado de la iglesia Ortodoxa.

La princesa Teodora ha elegido para casarse el mismo mes que sus padres, cuyo enlace se celebró el 18 de septiembre en el mismo escenario hace 60 años. La ceremonia comenzará a las cinco y media de la tarde, con el recuerdo muy presente del rey Constantino , fallecido el 10 de enero de 2023, a los 82 años. Los reyes Juan Carlos y Sofía y Philippos, hermano de Teodora, y Nina Flohr contrajeron nupcias en la misma Iglesia que albergó también el solemne funeral de Constantino.

Se sabe que la princesa ha contado para diseñar su vestido de novia con la diseñadora Celia Kritharioti, amiga íntima de la familia, que parece que se ha inspirado en el que llevó la reina Ana María, elaborado entonces por el diseñador danés Holger Blom. Aquel vestido tenía un corte princesa muy sencillo, con la cintura alta y una larga cola. Y es de esperar que Teodora siga la tradición familiar y lleve el velo de encaje irlandés que perteneció a la princesa Margarita de Connaught, reina de Suecia , y bisabuela de Teodora.

Lo que no sabemos todavía es si hará lo mismo que las mujeres de su familia y optará por la tiara 'Khedive de Egipto', que también perteneció a Margarita de Connaught. Tanto su madre, Ana María, como su hermana Alexía la llevaron en sus bodas, al igual que sus tías Margarita II de Dinamarca y la princesa Benedicta. Las mujeres de fuera de la familia, como todas las nueras de los reyes de Grecia, lucieron la tiara «Corsage»

La tiara Khedive fue una creación de Cartier, de 1904, y está formada por diamantes engastados en platino que forman espirales de laurel. Se puede utilizar también como un simple adorno para el pelo. Su nombre revela que fue un regalo del último Khedive o virrey egipcio Abbas Helmi II a la bisabuela de Teodora, la princesa Margarita de Connaught, que se enamoró de su esposo, Gustavo Adolfo VI de Suecia, en El Cairo, donde también formalizaron su compromiso.

Margarita era nieta de la reina Victoria y madre de la reina Ingrid de Dinamarca –madre de Ana María–, que heredó esta joya y la usó a lo largo de toda su vida, junto con un espectacular joyero que hoy lucen las damas reales de Suecia, Dinamarca y Grecia. Margarita no llevó la Khedive el día de su boda y tampoco lo hizo Ingrid -prefirió lucir una corona de mirto plantado el día de su nacimiento–, pero sí lo hicieron sus tres hijas, la reina Margarita de Dinamarca, la princesa Benedicta y la reina Ana María, en su enlace con el rey Constantino, y que fue quien heredó la diadema. Esta tradición continuó con Alexía de Grecia y, quien sabe si continuará con Teodora.

Pero, en caso de no seguir la tradición, la princesa tiene a su disposición un gran número de espectaculares tiaras para elegir. Está la conocida tiara Corsage, de diamantes y perlas, pequeña y muy juvenil, que utilizaron en su enlace Marie-Chantal, esposa de Pablo de Grecia, Tatiana Blatnik, esposa del príncipe Nicolás , y Nina Flohr, esposa del príncipe Philippos. Pero parece que esta tiara se reserva a las mujeres de fuera de la familia. En su origen esta pieza era un broche (que decoraba el corpiño, de ahí su nombre de «Corsage») que perteneció a la reina Victoria de Suecia. Alexia y Teodora la han lucido en más de una ocasión en conmemoraciones familiares y celebraciones de gala.

Al tratarse de su hija menor, puede que Ana María ponga también a su disposición sus espectaculares diademas de esmeraldas o rubíes. La primera es una tiara de estilo ruso, adornada con impresionantes esmeraldas de corte cabujón, que perteneció a la reina Elena de Rumanía, esposa del rey Jorge II de Grecia. Lleva a juego un aderezo de pendientes, collar, con esmeraldas en forma de lágrima, y un broche. La reina Ana María lo ha lucido con frecuencia. La tiara de rubíes perteneció a Elena de Grecia, esposa del príncipe Nicolás de Grecia.

El rey Pablo la recuperó para regalársela a su esposa, la reina Federica –madre de la reina Sofía– que se la legó a Ana María, como reina de Grecia. Es una delicada pieza en forma de ramas de olivo, engastadas con diamantes y rubíes y lleva también un aderezo de collar, pendientes y broche. Otra espectacular tiara, conocida como la de los diamantes de la reina Sofía, y que se creía pérdida, fue rescatada por Marie-Chantal Miller, hace unos años, cuando la lució en el cuarenta aniversario de la coronación de la reina Margarita de Dinamarca. Fue un regalo de boda para Sofía de Prusia, esposa del rey Constantino, y destaca por su delicado juego de orfebrería en forma de rosetones, con diamantes, de finales del siglo XIX.

Queda una última opción, si Teodora no se decide por estas magníficas diademas, quizá demasiado llamativas para una novia. Esta opción es la tiara de diamantes, en forma de elipses, que recibió como regalo Alexia en su mayoría de edad, al ser la primogénita. El diseño es muy bello, pero mucho más discreto y muy apropiado para una novia. No sería la primera vez que Alexia se la presta a Teodora.