A Margarita II le espera una navidad aburrida (o al menos más calmada) después de uno de los años más convulsos de su reinado. A sus 82 años, la monarca de Dinamarca despojó de sus títulos a sus nietos, los hijos de Joaquín y Marie. Toda la familia ha respondido con la misma decisión: dejarla plantada en las fiestas este invierno.
Es oficial. Este año se van a ausentar los dos hijos de Margarita, según ha anunciado la familia real en un comunicado. La noticia es el pistoletazo que da comienzo a una discreta guerra en la que también está involucrada Mary Donaldson, su marido y sus hijos.
La implicación de la princesa Mary sorprende por partida doble. Primero, porque sus niños se han librado de la retirada de privilegios. Segundo, porque la heredera consorte se haya sumado a la queja de la familia de Marie, teniendo en cuenta la tensión que existe entre las dos.
La mujer de Federico de Dinamarca ha organizado viaje para volver a su Australia natal justo ahora, después de cinco largos años (se escuda en la pandemia, pero el virus lleva menos de media década en ebullición). Casada en 2004, es la siguiente reina consorte y ha aplicado la misma política que su predecesora: hacer lo que ella considera lo mejor para sus cuatro hijos. En este caso, ha sido acompañarla a sus tierras.
Mary, nacida en Tasmania, se estrenó con su título de heredera en Australia un año después de su boda. De aquella época conservamos las imágenes de un Federico feliz con su esposa, que era el centro de todas las miradas. La gira fue de 13 días y pasaron por Nueva Gales del Sur, Victoria, Canberra y la antigua ciudad natal de Mary, Hobart.
Aquellos días se recuerdan con un cariño especial por otro motivo; cuando volvieron a Dinamarca, anunciaron que esperaban su primer hijo, el príncipe Christian. Nació en octubre de ese mismo año. Por eso, en 2006, llegaron a Australia con un tripulante más a bordo.
La familia real de Dinamarca (la reina Margarita, el príncipe Federico, Mary Donaldson y sus hijos) saluda desde un balcón. /
A partir de ahí visitaron el país de Mary Donaldson con frecuencia, sumando nuevos integrantes a su familia. Asistieron de manera privada y pública hasta siete veces: en 2008, 2010, 2011, 2013, 2015 y 2017. Estos dos últimos años también se desplazaron en el mes de diciembre. Disfrutaron de unas navidades pasadas por agua de mar. Federico aprovechaba para hacer surf y Mary se quedaba en la orilla, tomando el sol con sus amigos.
Joaquín y Marie también estarán en el extranjero estas navidades, aunque aún no han anunciado el destino. La elección, según a prensa internacional, está ligada a la decisión de septiembre. Aun así, ellos se amparan en que estaba planeada desde hacía «mucho tiempo».
El padre de los afectados no pudo evitar confesar su disconformidad ante la prensa. «Jamás es divertido ver a tus hijos siendo maltratados de esta forma. Se encuentran en una situación que no entienden», replicó.
La reina tenía sus propios planes. «Su majestad quiere crear el marco para que los cuatro nietos puedan moldear sus propias vidas sin verse limitados por las especiales consideraciones y obligaciones que implica una afiliación formal a la Casa Real como institución», rezaba en comunicado. Esto se ha traducido en una reunión madre e hijo para intentar mermar la tensión (algo que parece haber fracasado) y en una escisión imparable.
De todos modos, Margarita seguirá las tradiciones sin sus descendientes. Visitará desde el 21 hasta 30 de diciembre el Castillo de Marselisborg (a 200 kilómetros de Copenhague), para celebrar Nochebuena y Navidad. La acompañarán algunas personas de su círculo de confianza y su hermana, la princesa Benedicta, uno de los apoyos de la reina tras la medida que adoptó.
«Creo que, por supuesto, es difícil para ellos al principio, eso está bastante claro, pero mi hermana toma decisiones sabias. También como reina. Piensa en el futuro y no en el aquí y el ahora, y eso es lo más importante«, expresó la hermana de Margarita en un acto público, pocos días después de que la soberana anunciara la impactante noticia.
Como todos los años, la monarca pronunciará desde el Palacio de Christian IX en Amalienborg el discurso para dar la bienvenida al 2023. Tendrá que hacer balance de un año minado por controversias y quizás mencionará la cruel batalla que implica a sus nietos.
Horas después, el 1 de enero, los cuatro hijos de Joaquín, Nicolás (23 años), Félix (20), Henrik (13) y Athena (10), dejarán de ser príncipes y princesas. Pasarán a ser tratados como condes y condesas de Monpezat. Ellos sí que comienzan una nueva vida en cuanto suenen las 12 campanadas.