Nadie parece capaz de ponerle el cascabel a Victoria Federica, desde ya la más ingobernable de la tercera generación Borbón. La irrupción de Felipe Juan Froilán como el más díscolo de la familia fue, por lo que parece, un espejismo. Mientras el hijo mayor de la infanta Elena se corrige en Abu Dabi, su hermana confirma sus nulas dotes para la diplomacia huyendo de España en la semana grande de Leonor . Un feo que difícilmente olvidará la reina Letizia .
A pocas horas de que se produzca la famosa fiesta privada que va a concitar a un número máximo de Borbones, parece evidente que la gestión de comunicación de todo este asunto no ha sido la mejor en el caso de Victoria Federica . ¿Por qué nadie confirma que, efectivamente, acudirá al Palacio de El Pardo , pero se ha deslizado que no lo hará la hija de la infanta Elena?
Ningún miembro de la familia del rey ha hecho público si ha recibido o no invitación y mucho menos si acudirá o no a la fiesta de Leonor. Parece sensato proteger la identidad de los asistentes y que la reunión Borbón quede en la más estricta intimidad. Parece que Casa Real puede haber confirmado la asistencia de los reyes eméritos y de las infantas, quizá para cortar los rumores de fiasco debido a las bajas . Sin embargo, de la asistencia de los primos Urdangarin apenas se sabe.
Aunque las crónicas confirman la asistencia de Miguel e Irene Urdangarin , se pone en duda la de Juan Valentín y Pablo, aunque Vanitatis asegura que Pablo canceló un viaje a Alemania con su novia, Johanna Zott, para estar con su prima en un momento tan especial.
El silencio, en todo caso, favorece a todos los Borbón, pero protege especialmente a los que no acudirán, pues no hacen de su inasistencia un problema o un feo a sus poderosos anfitriones. Justo lo contrario que ha conseguido Victoria Federica de Marichalar con el anuncio, a bombo y platillo, de su viaje de vacaciones a Perú.
La sensación general acerca de la espantada de Victoria Federica es unánime: la influencer está haciendo un feo a la familia real que no se va a olvidar fácilmente. De hecho, puede leerse como una manera de retar a la reina Letizia y una negativa a otorgarle no ya la reverencia, sino incluso el saludo. No olvidemos que las infantas Elena y Cristina sí van a acompañar mañana a la reina y a la futura reina.
Ni el ejemplo de su madre, la infanta Elena, ni el de su querido abuelo, el emérito rey Juan Carlos, parecen haber convencido a Victoria Federica para quedarse en España y comparecer, junto a sus primos, en la celebración del cumpleaños de Leonor. La influencer, efectivamente, parece ingobernable, independiente y autosuficiente a su 23 años. Tanto como para comprarse unos billetes a Perú, cuna de su amigo torero Roca Rey, la misma semana del 18 cumpleaños de la futura reina.
Cabe pensar que Victoria Federica haya decidido ignorar los consejos de su madre, la infanta Elena, en esta oportunidad para congraciarse con la familia real y con su prima Leonor. La relación madre-hija ha sido difícil desde que la joven decidiera dejar colgados sus estudios y pasarse al mundo de la publicidad. Lo que nadie podía imaginar es que también se hubiera enfriado su relación con Froilán , su hermano.
Mientras Victoria Federica volaba a Perú, Froilán aterrizaba en España para celebrar junto a su prima Leonor el día de su 18 cumpleaños. En el mismo aeropuerto, unos periodistas quisieron saber qué opinaba del sorprendente viaje de su hermana para ver torear a Roca Rey en Lima. La contestación del primogénito de los Marichalar Borbón fue clara: « No sé nada, me das tu la noticia».
¿Tan mala es la relación entre Froilán y Victoria Federica, que el uno no sabe nada de la vida de la otra? Eso parece dar a entender la contestación del hijo mayor de la infanta Elena a su llegada a España: que los hermanos no se hablan. Podríamos estar ante una contestación fácil para despistar a los periodistas, pero sería una muy torpe.
Una respuesta así, de confirmarse como síntoma de cierto alejamiento entre hermanos, abre un nuevo interrogante incómodo que arrojar sobre Victoria Federica: la influencer no solo estaría evitando a los reyes Felipe y Letizia, sino también a su hermano y quién sabe si a su madre, la infanta Elena.
20 de enero-18 de febrero
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