Una familia muy unida

Así se va a repartir la millonaria herencia de Reinaldo Herrera: mansiones, obras de arte y un marquesado perdido

El marido de la famosa diseñadora Carolina Herrera murió en Nueva York a los 91 años, dejando una considerable fortuna y un notable patrimonio inmobiliario.

Reinaldo y Carolina Herrera posan juntos en una imagen de 2014. / gtres

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

Poco después de que se conociera la muerte de Reinaldo Herrera , el marido de la diseñadora venezolana Carolina Herrera, su hija Patricia Cristina le dedicaba estas hermosas palabras de despedida: «Dos cosas son ciertas, te amaré por siempre y te extrañaré. A mi primer amor y al hombre que me enseñó acerca de la curiosidad, los libros, el arte, la belleza, la amistad, a ser siempre un poco traviesa, a reír mucho, a amar con todo lo que tienes, a ser reflexiva, a ser amable, a hablar lo que piensas, y quien lamentablemente me dio mi mal carácter, gracias».

Sin que se conozca el contenido del testamento del fallecido, o siquiera si existe tal documento, ella será previsiblemente, junto a su madre y su hermana, Carolina Adriana , la destinataria de la fortuna y las propiedades del caraqueño. La diseñadora tiene además dos hijas, Ana Luisa y Mercedes, de su primer matrimonio con Guillermo Behrens.

En el estado de Nueva York, donde residía el matrimonio, cuando una persona fallece con un testamento válido, los derechos de los herederos vienen determinados por los términos del documento. En el caso de no existir esa última voluntad, el cónyuge hereda los primeros 50.000 dólares más la mitad de los bienes restantes, mientras que sus hijos se reparten la otra mitad.

No parece en este caso que vayan a existir disputas familiares, ya que los Herrera siempre han mostrado un frente muy unido tanto en lo profesional como en lo personal. El empresario formó una dupla muy exitosa junto a su mujer, acumulando una fortuna cuantiosa que se valora en 130 millones de euros.

La mansión en Nueva York de Carolina Herrera

Reinaldo se casó con Carolina en Caracas en 1968. Años más tarde se trasladaron a Nueva York, donde despegó la carrera de la diseñadora en el mundo de la moda y él se convirtió en editor de la revista Vanity Fair, después de haber sido locutor en su país natal. Pero su origen distaba mucho de ser humilde, ya que fue hijo de dos destacadas figuras de la alta sociedad venezolana: la escritora Mimi Guevara y Reinaldo Herrera Uslar, marqués de Torres Casas.

Aunque nunca trabajó para la marca, su apoyo y sus contactos en la alta sociedad neoyorquina permitieron a Carolina Herrera entrar en un mundo en el que estaban desde la reina Isabel II a Jackie Onassis o Andy Warhol. Precisamente las obras de este último, junto a las de otros pintores como Salvador Dalí , forman parte de la importante colección de arte que esconden las paredes de su mansión en el Upper East Side de Nueva York. Esta casa se convertiría en punto de encuentro de los rostros más conocidos de la Gran Manzana en los años ochenta y noventa.

Reinaldo Herrera en una imagen de juventud compartida por su hija Patricia. / @patricialansing

La otra residencia emblemática de la familia es la histórica Hacienda La Vega, fundada por uno de los conquistadores de Caracas y considerada como la casa habitada más antigua del continente americano. Fue adquirida por la familia Herrera en 1899 y la última vez que Reinaldo la visitó fue en 2013. «No la encontré fea, sino horrorosa, destruida, Es otro país, es otro todo, mi corazón es venezolano pero yo soy ciudadano de Estados Unidos», diría, apenado, entonces.

El título aristocrático del marido de Carolina Herreera

Más allá de su fortuna y de las propiedades materiales, lo que no pudo dejar en herencia a sus hijas Reinaldo Herrera fue su título nobiliario. El marquesado de Torre Casa fue creado en 1722 por Felipe V y tras pasar por varias manos, en 1971 acabó siendo otorgado a Reinaldo Herrera Uslar, el suegro de Carolina Herera, que lo terminaría pasando a su hijo en 1975.

Pero tan solo nueve años después, los Herrera perderían el marquesado. ¿La razón? No haber tenido hijos varones. Un juzgado de Madrid terminaría nombrando a Alejandro Alfonzo-Larraín Recao como el nuevo marqués de Torre Casa, que sigue ostentando este tratamiento nobiliario desde entonces. Es la quinta persona en tener este título desde que lo rehabilitara Alfonso XIII en 1924.

En la actualidad, esta circunstancia ya no ocurre tras la entrada en vigor de la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios de 2006. De este modo, por ejemplo Tamara Falcó pudo heredar de su padre, Carlos Falcó, el título de marquesa de Griñón en 2020.