Renegada de Inditex Los problemas en los negocios de Sandra Ortega, la hija de Amancio Ortega que no quiere saber nada de Zara

Busca la invisibilidad, pero cada paso que da es noticia. Sandra Ortega (55 años), la primogénita del fundador de Inditex, se ha labrado un camino propio en los negocios gracias a los activos recibidos de Amancio Ortega y figura desde hace años como la mujer más rica de España. Se envuelve de misterio, pero su apellido y, últimamente, sus aventuras empresariales la colocan bajo los focos.

No debe estar muy contenta Sandra Ortega , una mujer absolutamente alérgica al protagonismo, que últimamente se está viendo envuelta en situaciones empresariales que la colocan a la vista de todos. La más multitudinaria ha sido la ruptura total con Kike Sarasola , el empresario dueño de la cadena de hoteles Room Mate.

Sin embargo, no solo la abrupta salida de Sandra Ortega del negocio de Kike Sarasola ha llamado la atención más allá de los círculos empresariales. También ha sorprendido, y mucho, el fin de un negocio que en principio no parecía casar demasiado con la sensibilidad social que precede a la hija mayor de Amancio Ortega y Rosalía Mera , fallecida en 2013. Tiene que ver con un resort de lujo y un paraje ecológico en Portugal.

Sandra Ortega comprometió una inversión de 164 millones de euros para construir un hotel de cinco estrellas, dos villas turísticas, un spa, un helipuerto e instalaciones deportivas y de ocio en uno de los parajes más bellos del litoral portugués: la península de Troia, en el municipio portugués de Grândola, que está en la costa del Alentejo.

Se trata de una zona en la que ya se construyen todo tipo de mansiones de lujo, al estilo de unos Hampstons europeos, pero que podría convertirse en una nueva Ibiza. Allí se refugió Jackie Onassis tras enviudar por segunda vez, del armador griego, Aristóteles Onassis y tiene residencias diseñadores como Christian Louboutin o Philippe Starck.

Han sido los ecologistas los que han parado judicialmente esta inmenso desarrollo turístico, al detectar que la construcción arrasaría un ecosistema único en Europa, hogar de especies protegidas y en peligro de extinción, en la desembocadura del río Sado. Ahora son los jueces los que deben decidir si sigue adelante o no el que podría ser el primer complejo hotelero portugués en el que invierte Sandra Ortega.

«Si sigue adelante el plan urbanístico, esta zona dejará de ser el último gran trozo de costa salvaje de Portugal y tal vez de Europa», explican Ecologistas en Ación de Portugal en una comunicado. No se entendería un paso en falso ecológico en la trayectoria de Sandra Ortega, una mujer que ha proyectado una imagen de preocupación por los social gracias a su labor de filantropía como presidenta de la Fundación Paideia Galiza.

La Fundación Paideia Galiza es una entidad creada por su madre, Rosalía Mera, en 1986 para ofrecer oportunidades de integración a las personas con discapacidad. No podemos olvidar que el hermano de Sandra Ortega e único hijo de Amancio Ortega, Marcos, padece parálisis cerebral. Sandra es su tutora legal.

En realidad, Sandra Ortega no quiere saber nada de Inditex, aunque el 4,5% de las acciones que posee en la compañía la conviertan en la segunda persona más rica de España, solo por detrás de su padre. Sin embargo, su marido, Pablo Gómez Avilés, es directivo de la compañía. Ella prefiere invertir lejos del textil. De hecho, comenzó antes que su padre a hacerlo en el ladrillo, en especial en el sector del turismo, donde los hoteles le han dado bastantes disgustos.

Otro gran disgusto que, además, volvió a poner su nombre en todos los titulares fue el cese de su gestor de confianza, José Leyte quien, en respuesta, demandó a Sandra Ortega por desacuerdos en el finiquito. El caso, complicado por querellas añadidas interpuestas por la hija mayor de Amancio Ortega, continúa en los juzgados.