ENTREVISTA SIN VENGANZA Primeras palabras de Gerard Piqué tras la ruptura con Shakira: decisiones difíciles, momentos duros y lecciones sobre cómo ser un buen padre

Han pasado nueve meses desde que Gerard Piqué y Shakira anunciaran su separación, un tiempo de sobresaltos que no ha sido un camino de rosas para ninguno de los dos. Ya habíamos escuchado lo que Shakira tenía que decir sobre esta situación porque se ha expresado claramente a través de sus canciones. Pero al futboista aún no le habíamos oído hablar claramente, y eso lo ha hecho hoy en una entrevista radiofónica.

El catalán ha charlado, largo y tendido, en RAC1, una de las radios más escuchadas en Cataluña. Los temas tratados eran diversos e iban desde el caso Alves, hasta la Copa Davis pasando por la posibilidad de ser, en el futuro, presidente del Barcelona. Y claro, también había alguna pregunta sobre su situación personal, su vida post-Shakira.

«Yo estoy bien», empezaba diciendo el deportista. «En mi vida estaban pasando muchas cosas... Cada uno toma las decisiones que considera que son las mejores, yo hago las cosas de una manera e intento hacerlo de la mejor posible», explicaba.

Piqué también ha tenido unas palabras para hablar sobre el papel que están jugando sus hijos (a los que veíamos recientemente junto a su madre en el programa de Jimmy Fallon) en esta ruptura: «Con mis hijos siempre he tenido una relación muy cercana y me gusta que participen de cosas, que se lo pasan bien... En clase no recibes una lección de cómo puedes ser mejor o peor padre».

Cuando Piqué y Shakira decidieron seguir caminos por separado, en un principio, pareció que había sido la cantante colombiana la que salía perdiendo con la ruptura: la narrativa primera encajaba con la esposa abandonada, despechada y, para más inri, perseguida por Hacienda. Quién se iba a imaginar el vuelco que, mes a mes, iba a dar la situación. Ahora, es Piqué el que parece en horas bajas.

La viralidad es el mejor termómetro para averiguar quién va ganando el pulso entre Shakira y Gerard Piqué . Basta comprobar qué clips recorren a toda velocidad los smartphone del público global para saber quién le está sacando más partido a una situación de locos. Ahora mismo, todo el mundo habla de la actuación de la diva en el programa de Jimmy Fallon, toda una institución en la televisión estadounidense. Hasta Adele la ha comentado: «Parece que su ex tiene problemas», dijo entre risas.

«Escribir esta canción fue muy importante para mí», le dijo Shakira a Fallon, en el minuto de oro de su programa. «Ha sido una manera muy saludable de canalizar mis emociones y he visto cómo ha nacido una hermandad entre mujeres que han pasado por lo mismo que he pasado yo, que tuvieron que aguantar tanta mierda como yo, que piensan como yo y que sienten como yo. Escribí esta canción para mí, pero también para otras muchas mujeres que necesitaban que se las oyera y se las representara».

Shakira ha arrasado con su actuación, la primera en la que cantó en directo y con Bizarrap la canción con la que ajustó cuentas con el futbolista. Casi a la vez, se ha viralizado otro de esos vídeos que no le hacen ningún bien a la reputación de Gerard Piqué. Sucedió en 2019, cuando alguien le grabó negándose a ceder su sitio a la novia de un compañero futbolista, durante un partido benéfico. Descortés y desagradable, dictaminan las redes.

En realidad, la vida de Gerard Piqué después de Shakira no le está dando tantas alegrías, más allá de su nueva relación sentimental con Clara Chía, compañera de trabajo y, ahora, protagonista de insistentes rumores de boda. En cuestión de unos pocos meses, el futbolista se ha agenciado nueva novia pero ha perdido su trabajo (se retiró del fútbol poco después de anunciar su divorcio) a sus hijos, que se mudan en breve a Miami, y el negocio que le coronó como empresario revelación del deporte: la Copa Davis de tenis.

Mientras Shakira factura millones (dicen que más de 40 millones de euros) y propulsa su influencia a nivel global gracias a su divorcio, Gerard Piqué va perdiendo credibilidad y clientes. Resulta significativo que en el acuerdo de divorcio que firmaron el pasado diciembre, él pueda viajar a Miami para ver a sus hijos tantas veces como quiera y, además, los gastos de esos desplazamientos correrán a cargo de ambos progenitores. ¿Esto es pura revancha o acaso teme el ex deportista por su liquidez?

Sorprende que unos pocos miles de euros supongan un ítem en un acuerdo de divorcio entre dos personas que nadan en la abundancia. Quizá sea este un indicador de que los negocios de Gerard Piqué no van todo lo bien que este desearía, sobre todo después de que Kosmos, su empresa de gestión deportiva, perdiera la gestión de la Copa Davis en Madrid. Este duro revés, además, hizo flaquear otras ramificaciones de la compañía.

La pérdida de la Copa Davis, probablemente el más duro golpe que haya encajado el orgullo empresarial de Piqué, desembocó en pérdidas para Kosmos Management, la agencia de representación de deportistas creada en junio de 2021. Su primer cliente, anunciado a bombo y platillo, fue el tenista austriaco Dominic Thiem. Sin embargo, el pasado febrero anunció que dejaba la agencia, que ya solo cuenta con cuatro jugadores de renombre: Andrey Rublev y Borna Coric, en categoría masculina, y Elina Svitolina y Daria Kasatkina, en la femenina.

Otro revés importante para Kosmos y Gerard Piqué tiene índole judicial. La justicia que investiga el acuerdo de la Real Federación Española de Fútbol para llevarse la Supercopa de España a Arabia Saudí le reclama el contrato que firmó con la RFEF para dirimir presuntas irregularidades. Recordemos: el futbolista podría embolsarse unos 24 millones de euros por ejercer, presuntamente, como intermediario entre la RFEF y el país saudí.

Aunque todas las partes implicadas aseguran que todo fue transparente y legal, las actuaciones judiciales sobre el comportamiento profesional de Piqué van minando su crédito reputacional, importante para un ex deportista que, no lo olvidemos, aspira a entrar algún día en la directiva del Fútbol Club Barcelona. Su abuelo, Amador Bernabéu, fue vicepresidente en su día y él no ha ocultado su ambición de llegar a presidente.

Mientras, Gerard Piqué se tiene que consolar con presidir la King's Leage, un show alrededor de una liga de fútbol con nuevas reglas para hacer los partidos más espectaculares y seguimiento a través del canal de streaming Twitch. En ella se enfrentan doce equipos liderados por ex futbolistas y creadores de contenido viral de la generación Z. Su público también es jovencísimo. De hecho, Piqué tira aquí de la credibilidad viral de su socio: Ibai Llanos.

Este punto también supone una dificultad añadida para Gerard Piqué, cuyo negocio más visible se reduce ahora a un entretenimiento para veinteañeros. El ex futbolista trata de quitarse años con un nuevo look juvenil, dicen que orquestado por la veinteañera Clara Chía, pero sus intervenciones como comentarista de la King's Leage no tienen la frescura de Llanos. Trata de disimular, pero es un señor empresario con dos hijos y un sentido del humor que, a veces, suena a otras épocas.