INVITADOS NO TAN PERFECTOS Tamara Falcó e Íñigo Onieva, de boda en boda: besos, filtraciones y la imagen de la ruptura

La marquesa de Griñón y su novio han disfrutado de más de cinco celebraciones nupciales juntos: desde los primos de Tamara Falcó hasta los amigos de Íñigo Onieva. Aunque no siempre todo fue bien.

Claudia Vila
Claudia Vila

Tamara Falcó e Íñigo Onieva se preparan para protagonizar la boda del año. Las expectativas están por las nubes, pero la organización sigue en el aire. Tienen apenas seis meses para decidir detalles como la cubertería y detallazos como el vestido. Menos mal que cuentan con buenos consejeros (amigos como Luisa Bergel , que también se ha comprometido) y muchísimos ejemplos de otors enlaces previos a los que han asistido.

La hija de Isabel Preysler lleva tres años de relación con Íñigo Onieva (con una breve ruptura de unos tres meses, donde no cancelaron sus planes nupciales) y más de cinco bodas donde han podido tomar nota. ¿La próxima? La suya en El Rincón .

Tamara e Íñigo comenzaron a salir justo antes de que se declarara el Estado de Alarma, y la marquesa se acercó a la nueva normalidad de gala, con una nueva pareja del brazo. En los últimos tiempos ha asistido a muchas ceremonias nupciales desde las de sus primos hasta la misteriosa celebración a la que acudió de la mano del empresario antes de que su relación saltara por los aires (y donde se viralizó la expresión que Onieva usó para nombrar su compromiso: «engagement»).

A qué bodas han ido Tamara Falcó e Íñigo Onieva

La primera vez que Tamara Falcó apareció en una boda con el hermano de la actriz Alejandra Onieva lucía un vestido rojo (elegantísimo). En mayo de 2021 se daban el «sí quiero» Jaime Arena, hijo de Bárbara Pan de Soraluce y Juan Arena de la Mora, y Beatriz Ayuso Cortina, cuyos padres son el piloto Luis Ayuso y María Cortina.

Se celebró en la finca Soto Mozanaque, a las afueras de la capita madrileñal, en una propiedad de los duques de Alburquerque, Johannes Osorio y Blanca Suelves. Comieron hasta saciarse exquisiteces: raviolis, solomillo con pimientos y tarta de obleas. Compartieron su amor en Instagram (aunque las fotografías las borró posteriormente Tamara, cuando se enteró de que su novio la había traicionado).

Lo único que se salía de la anterior normalidad fueron los test de covid que se hicieron para garantizar su salud. ¿A la mañana siguiente? Un desayuno en la calle con zumo de naranja y tostadas con jamón.

Al mes siguiente de su estreno en sociedad (el de Íñigo), se casaron unos amigos del madrileño: Teresa Bergel (hermana mayor de Luisa Bergel, amiga de la pareja) y Nicolás Barra. Se desplazaron a Extremadura y disfrutaron de un viaje sin paparazzis y con mucho amor.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en una boda con sus amigos. / instagram

Como suele pasar en este tipo de eventos, todo parecía de postal: el espacio idílico (el Monasterio de Guadalupe), las imágenes de los más románticas (Tamara y su novio, bailando y dándose besos), y todo con la sierra de fondo. El vestido de la marquesa de Griñón estaba confeccionado a partir de un mantón de manila y de la firma española Coosy.

Pero meses después, en pleno julio, Tamara volvió a deslumbrar con un look de boda de verano. Fue al enlace de Felipe Cortina y Amelia Millán. Flores, aire boho y el detalle del abanico. El enlace se celebró en la Finca Villagarcía en Retuerta del Bullaque, localidad de la provincia de Ciudad Real. Ese día, la hermana de Enrique Iglesias celebró sus 10 meses de relación con Íñigo.

Aquella velada, Tamara se reía con la novia de su primo Álvaro Falcó, Isabelle Junot, que casualmente fue la siguiente pareja que celebró su boda. «Dos de mis personas favoritas», describió la hija de Isabel Preysler. Por cierto, aquella celebración pasará a la historia por un descuido de Onieva: el novio de Tamara decidió subir a sus redes sociales algunas fotografías de los novios. La filtración permitió que todos viéramos por adelantado el vestido de la novia (entre otros detalles) antes de que las imágenes aparecieran en la portada de la revista con la que los recién casados habían acordado la exclusiva.

La temporada de enlaces seguía con la boda de la periodista Casilda Aguilera y Yago Antón. En esta ocasión, Íñigo conocía desde mucho antes a la pareja y todos acabaron por formar un grupo en el que también estaba Luisa Bergel. «Fue realmente una boda llena de risas, besos, alguna que otra lagrimilla ¡y mucho baile! ¡Que vivan esos novios guapos! Por cierto otro ramo... Ya van dos... ¡Y Luisa Bergel otro!», escribió, emocionada. Disfrutaron del verano en Sotogrande (Cádiz) y se puso un vestido plisado de Selfportrait, blanco con flores en rojo y volantes.

Vídeo. Cronología de una infidelidad

Unas semanas después, llegó una de las bodas más emocionantes. Se casó, tambien en Sotogrande, su primo Alvaro Castillejo Preysler con Cristina Fernández. Ya formaba oficilamente parte del clan. «Creo que jamás he estado en una boda dónde los novios hubiesen disfrutado tanto, ultimando tanto hasta el último detalle… Hasta cantó mi hermano Julio, que fue la guinda del pastel», describió sobre su hermano. ¡Incluso su madre, Isabel Preysler, salió a bailar! (y se dejó grabar).

Qué sabemos de la boda más polémica a la que fue Tamara Falcó

En septiembre de 2022 Tamara aparece con una flor detrás de la oreja, un vestido buganvilla y una sonrisa nerviosa. Va a la boda de unos amigos con su pareja. «Estamos muy contentos la verdad, con haber tomado esta decisión, esto es un paso que nos emociona a los dos. Es una lástima que haya gente que siempre quiera destrozar nuestra relación, pero nosotros estamos muy contentos con ello», dice Íñigo con tensión y agarrado de la mano de Tamara.

La pareja había anunciado su compromiso, se enfrentaba a un vídeo en el que el empresario se besa con una desconocida. Ella confía, pero empiezan las dudas. Después de esa celebración, un cambio total. Tamara e Íñigo terminan.

Pasan los días y la boda de la marquesa de Griñón se queda en pausa. «Para mí el matrimonio es una promesa de amor eterno, así que sí, estoy contenta de que haya salido ahora», añade. «Estoy muy agradecida. Confío en Dios, y sé que todo esto ha pasado por algo. Todo solo puede ir para bien», asegura. La clave la tenía Íñigo Onieva, lo que dijo a la prensa antes de entrar en la boda aquel septiembre: «Nos vamos a casar, le pese a quien le pese». Y así va a ser, el próximo 17 de junio.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?