LA BODA DEL AÑO
LA BODA DEL AÑO
El anuncio de la fecha de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva no ha sorprendido a nadie. Se mantiene el 17 de junio como el gran día, pero todo lo demás forma parte del secreto de sumario. La pareja se mantiene en un discreto segundo plano, acaso protegiendo el contenido que debería nutrir la segunda temporada de 'La marquesa', el docureality de la marquesa de Griñón en Netflix.
Aunque la gran compañía global del 'streaming' no ha comunicado oficialmente el acuerdo, parece difícil que dejen escapar un contenido que podría tener impacto global. La heredera de Isabel Preysler ha llegado con su historia de amor, infidelidad y metaverso a biblias de la crónica social internacional como Tatler. ¿Podría Tamara trascender la prensa rosa nacional? Sin duda, tiene potencial.
Un elemento que añade dramatismo e interés a la posible narrativa que la pareja Falcó Preysler juege en Netflix puede ser las reticencias familiares, unas dudas 'rumoreadas' en las tertulias que, sin embargo, no se han convertido en declaraciones por parte de Isabel Preysler, Ana Boyer o Julio José Iglesias. Xandra Falcó sí ha dado un paso adelante en apoyo de la historia de amor entre Tamara e Íñigo: «Estoy encantada», ha dicho.
Sea como fuere, Tamara Falcó puede presumir de haber contestado sí dos veces al mismo novio, aunque la boda y su planificación siga siendo una. Hasta el anillo se ha duplicado milagrosamente: además del polémico diseño abierto que la marquesa de Falcó dejó atrás al conocer las infidelidades de Onieva, ahora posee otro, también diseñado por la firma italiana Repossi. Pronto veremos si es una versión mejorada del primero o un nuevo diseño.
Ahora mismo, Tamara Falcó se enfrenta a múltiples frentes abiertos. No solo una apretada agenda con su 'wedding planner', que habrá de organizar en menos de seis meses lo que habitualmente lleva un año. Además, la apurada novia habrá de decidir hasta qué punto va a monetizar la boda que desea para toda la vida junto a Íñigo Onieva. En la familia Preysler se sobreentiende la exclusiva con su revista de cabecera, pero la marquesa de Griñón puede aspirar a más.
Por un lado, está obviamente ese acuerdo con Netflix que obtendría la exclusiva sobre la preparación del gran evento. A la complicación de renegociar al alza la participación de Tamara e Íñigo, muy revalorizada tras la increíble atención mediática que suscitó su ruptura, se añadiría el encaje de la citada exclusiva, en la que la marquesa de Griñón tendría que desvelar lo más importante: vestido, escenografía, invitados. ¿Se estrenará su docureality antes de la celebración de la boda, relatando los preparativos?
Solventada la gran cuestión sobre la monetización de la boda entre Tamara e Íñigo, una no menor, pues la revista de cabecera de la familia Preysler previsiblemente levantará acta de luna de miel, inauguración de su nueva casa, embarazo y bautizo, queda todo lo demás. El equipo de management y comunicación de la marquesa de Griñón obviamente querrá convertir este gran evento social en una oportunidad para reforzar el negocio de su marca. Una marca, Tamara Falcó, que está en plena expansión.
Los primeros pasos de la metamorfosis de la marca Tamara, estabilizada en los últimos años como influencer y Televisión Personality ya se están dando. El proyecto de la marquesa de Griñón y su prometido, Íñigo Onieva, no se limita a fundar una familia y vivir para siempre feliz y fortificada en La Moraleja. Los futuros marqueses de Griñón aspiran a prosperar en el negocio del lujo, también alrededor de la hostelería. Y la pieza central de su plan es El Rincón.
El escenario de la inminente boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva será el palacio situado en Aldea del Fresno, a menos de una hora de Madrid, que la hija de Isabel Preysler heredó de su padre. Se trata de una imponente fortaleza ajardinada del siglo XIX en la que ya se casaron Julio José Iglesias y Charise Verhaert, se alquila para rodajes (ahora mismo lo tiene ocupado TVE) y donde la marquesa de Griñón ha organizado algún que otro evento.
El Rincón es el lugar perfecto para que la pareja de emprendedores del lujo ensaye su visión de negocio. Y, de hecho, su utilización de como escenografía preferente le da un empujón más a la restauración del palacete, necesitado de una ingente reforma para convertirse en el enclave sofisticado, exquisito e histórico que la pareja puede tener en mente.
No olvidemos que Íñigo Onieva trabaja como director de operaciones del grupo Mabel Hospitality, propietario, entre otros, del restaurante Tatel. De hecho, en mayo de 2022, cuando todo era luna de miel con Tamara Falcó, desveló en el diario Cinco Días su deseo de abrir un restaurante con la influencer y chef.
Si los futuros marqueses de Griñón logran poner El RIncón en órbita se confirmarían como la nueva pareja dorada de la restauración (y quién sabe si la hotelería) del panorama nacional. ¿Una versión 'posh' de unos David Muñoz y Cristina Pedroche? ¿Por qué no?