El impresionante ático de Roman Roy ('Succession') en Nueva York, a la venta

' Succession ' es, sin duda, una de las series más destacadas de la historia de la televisión en las últimas décadas. La influencia en las tendencias y en el imaginario colectivo de esta suerte de 'Dinastía' versión siglo XXI solo se puede equipararse a la que a finales de los '90 y principios de los 2000 tuvieron en la audiencia las chicas de 'Sexo en Nueva York' .

La ficción de HBO ha sabido retratar de forma sublime las luces y las sombras del poder y la seducción por el lujo de las clases más altas. Tanto es así, que el ya conocido como ' quiet luxury' se ha convertido en la tendencia más influyente del año : solo los muy ricos son capaces de reconocerlo y llevarlo con autoridad, pero todas intentamos ahora copiar el estilo minimalista y discreto de las clases altas.

La opulencia ha dejado paso a la elegancia discreta y el tacto del cashmere y los trajes sastre de perfecta factura han ganado la batalla a la logomanía excesiva. Ya no queremos el vestidor de Carrie Bradshaw porque nuestro referente de estilo es Shiv Roy. Y puestos a soñar, lo hacemos con las imponentes vistas del skyline de Manhattan desde el ático de Roman Roy en el Upper East Side.

Precisamente este apartamento de lujo (ya saben, en EE.UU., todo lo que no sea una vivienda unifamiliar se denomina apartamento) en el fastuoso y polémico edificio de 200, Amsterdam,entre Lincoln Center y Central Park, acaba de ponerse a la venta por nada más y nada menos que 38 millones de dólares. Calderilla para un rico de verdad.

En capítulo 4 de la última temporada de 'Succession' (tranquila, puedes seguir leyendo, no contiene spoilers), Roman Roy prepara una fiesta en un imponente ático en la zona más exclusiva de Nueva York. Este dúplex de estética minimalista pero lujosa con unas impresionantes vistas sobre la ciudad de los rascacielos es, precisamente, el nuevo atractivo en el catálogo de la inmobiliaria de lujo Brown Harris Stevens.

Ocupando los pisos 49 y 50 completos del icónico edificio del número 200 de Amsterdam St., este imponente dúplex cuenta con cuatro habitaciones y cuatro baños y medio y «ofrece un plano elegante y moderno, donde cada habitación posee vistas deslumbrantes. Además, una terraza recorre todo el perímetro este del primer piso y desde el hall del ascensor privado, las puertas dobles se abren directamente a un gran vestíbulo con vista a Central Park«, reza la oferta de la inmobiliaria.

El vestíbulo conduce a una sala de estar de más de 60 metros cuadrados, con panorámica 360º de la ciudad y, desde el comedor, las ventanas del piso al techo enmarcan vistas cinematográficas de Central Park y el skyline de Manhattan. Desde la impresionante cocina, dotada con la última tecnología e innovadores paneles deslizantes de vidrio que permiten elegir entre un espacio 'open concept' o una zona cerrado, el atardecer sobre el río Hudson es simplemente sobrecogedor.

En este primer piso del dúplex (planta 49 del edificio) encontramos, además, dos gabinetes privados, dos tocadores y un estudio. En el piso superior, al que se accede a través de una gran escalera o del ascensor interior privado, encontramos el dormitorio principal, con elegante baño en suite y sala de estar privada, que está dispuesto en el ala oeste y ocupa 60 metros cuadrados con vistas a Central Park, el Upper West Side, el río Hudson y el George Washing Bridge. Además, el ala sur de esta planta tiene otros tres dormitorios (cada uno con baño privado) y un lavadero.

Los detalles personalizados de toda la vivienda marcan la diferencia y aportan ese toque de sofisticación discreta por el que aboga el lujo silencioso. Son casi invisibles, podrían pasar desapercibidos a simple vista, pero «if you know, you know»: los acabados en roble blanco, níquel satinado y mármol Calacatta, los novedosos sistemas de climatización y filtración de aire o la tecnología de atenuación del sonido o los ventanales de alto rendimiento con cortinas motorizadas y recubrimientos con protección UV.

«Con planos de planta inspirados en los elegantes diseños de los edificios de apartamentos de la preguerra, cada residencia del icónico 200 Amsterdam ha sido reinventada para la vida contemporánea», aseguran desde la inmobiliaria Brown Harris Stevens. Además, el complejo residencial cuenta con un spa que «establece un nuevo estándar para la experiencia de bienestar residencial en Manhattan» que incluye una piscina de agua salada climatizada de más de 20 metros, jacuzzi con mosaicos y duchas de lluvia con control de temperatura, áreas de vapor y sauna, una sala de meditación, sala de tratamientos, gimnasio de última generación, estudios para yoga, entrenamiento personal y pilates y una sala privada dedicada al último simulador de golf.

«Siguiendo el modelo de los mejores clubes privados del mundo, el Club at 200 Amsterdam ofrece ambientes interiores y exteriores cultivados donde uno puede participar, entretenerse y disfrutar«, aseguran los realtors de lujo. Sí, si tienes los 38 millones de dólares que cuesta el apartamento de 'Succession', también podrás disfrurar del salón y el comedor privado del complejo, de su biblioteca con piano de cola, su imponente terraza ajardinada, su Club Room, su sala de juegos Little Composers (con su propio escenario, tienda de disfraces e instrumentos musicales), la sala de ensayo de grado profesional insonorizada o las dos salas de teleconferencias virtuales equipadas.