Una de las conexiones más potentes que tenemos como seres humanos es la que conecta el olfato y la memoria. De hecho, se dice que es este, el olfato, uno de los sentidos más potentes y más primitivos. Basta con oler el perfume que usaste en la adolescencia para comprobar cómo directamente la memoria te jugará la pasada de transportarte a ella.
Es precisamente esa conexión a la que ha recurrido Marc-Antoine Barrois para crear su nuevo perfume, Tilia. Un perfume que a él, confiesa a Mujerhoy, le transporta directamente a los verano en casa de sus abuelos.
Y es que, este diseñador y perfumista parisino entiende el olfato, no solo como un sentido, sino como un viaje hacia el alma. Para Barrois, el olfato es la llave de una puerta que conduce hacia nuestros recuerdos más preciados y nuestras emociones más profundas. «Los humanos somos animales y el olfato es lo que nos ayudaba antes a sobrevivir, por lo que sigue siendo uno de los sentidos más importantes y no podemos olvidarnos de él». Barrois dedica estas palabras directamente a Mujerhoy, mientras recuerda esto: «Un perfume tiene el poder de transportarnos a momentos pasados de nuestra infancia que nos recuerdan a un momento feliz (o no); tienen esa capacidad de transportar».
Ejemplo de ello es la curiosidad que nos confiesa sobre sus clientes ucranianos. «Cuando comenzó la guerra, mis clientes en Ucrania me pidieron que no dejase de vender allí ya que, a pesar de las circunstancias, pulverizar mis fragancias les permitía transportarse a un lugar feliz y seguro«, dice.
Precisamente ese, de acuerdo a él, es el objetivo primero de Tilia, su nueva creación. Un perfume que no tiene nada que ver con el olor a cuero de sus anteriores creaciones. Los ingredientes rompen con B683, su perfume más vendido, y, aunque sigue manteniendo la idea de que no existen perfumes de verano y de invierno, ha conseguido una fragancia mucho más fresca en la que el tilo, la retama negra y el ambroxán se complementan de manera perfecta para transportarnos por un viaje olfativo en forma de vacaciones soleadas.
De hecho, él confiesa que Tilia es el olor a su infancia: «Tilia tiene olor a tilo, una flor que, en cuanto olí, me transportó directamente a mis veranos en casa de mis abuelos, veranos a coste cero que me hicieron muy feliz».
«Tilia habla de esos pequeños placeres a coste cero, nos recuerda que no hace falta dinero para ser feliz y crear recuerdos bonitos«, dice a Mujerhoy. »En un mundo en el que todo es gastar y todo es rápido, Tilia nos recuerda que ser feliz no es una cuestión de lo que tienes o gastas, si no de esos pequeños placeres que están al alcance de todos«, explica Barrois.
Tilia, el nuevo perfume de Marc-Antoine Barrois /
Recuerda con gran cariño el momento en el que conoció a Quentin Bisch, su perfumista de confianza. Gracias a él, dice, ha conseguido que sus perfumes sean, exactamente, lo que quería que fuesen: perfumes unisex , que siguen la misma línea responsable de sus colecciones de moda y que pretende convertir en la seña de identidad de aquel que los lleve encima. «No quiero que sean perfumes que lleve todo el mundo, si no que sean la seña de identidad de aquél que sí decida llevarlo», confiesa.
Y es que, para Barrois un perfume no debe estar limitado a una estación del año. Aunque es cierto que reconoce que algunos pueden resultar pesados en condiciones de calor extremo, lo que realmente importan es cómo se construye la fragancia y cómo se adapta, tanto al clima, como a la piel de la persona que lo lleva puesto. Por eso, su enfoque en la creación de su línea implica testarlos durante un año completo, a fin de entender cómo funcionan en las diferentes estaciones y asegurándose de que mantienen su esencia y su adaptabilidad.
Al preguntarle por qué fragancias funcionan mejor en verano y cuáles mejor el invierno, Barrois se opone a esa idea. «Yo mismo utilizo el mismo perfume durante todo el año y para todos los momentos», dice. Para él, el perfume es una expresión de identidad y de emociones.
De hecho, de nuevo vuelve a conectar el olfato con la memoria: ¿no hay perfumes que te recuerdan a una persona en especial? Posiblemente sí y eso es, precisamente, lo que pretende Marc-Antoine Barrois con cada una de sus creaciones. «Está bien que el perfume cree un aura, pero sin invadir«, dice. »Pedí encarecidamente que mis perfumes creasen ese aura en cada persona, que variase dependiendo de quien los lleva, pero que no contaminase el ambiente, pues me parece muy egoísta llevar un perfume fuerte que invada el resto de olores cuando entramos a una habitación«.
Esta pasión por el mundo de los perfumes no puede entenderse sin su pasión por la moda. Marc-Antoine Barrois es uno de los sastres más destacados de Francia y sus colecciones son las más deseadas temporada tras temporada.
Acostumbrado a crear piezas en las que el blanco y el negro son los colores protagonistas, esta temporada ha decidido dar un salto hacia el color, en una oda a la audacia y la creatividad que le caracterizan. Conecta, así, su forma de entender la moda con su forma de entender la esencia de sus perfumes.
Le preguntamos qué pieza de ropa sería Tilia y no duda ni un momento: «Tilia es esta chaqueta de esmoquin amarilla de mi última colección«. Una chaqueta que, tal y como ocurre con su última creación, rompe con las convenciones, ofreciendo un toque de frescura y color. El toque de color acaba con el monocromático blanco y negro, mientras Tilia, la primera fragancia floral de su colección, rompe con todo lo que nos tenía acostumbrados con su best seller B683 o con Ganymede. »Tilia es frescor, verano, son los recuerdos de nuestra infancia en casa de nuestros abuelos, ese cítrico, ese color vibrante«.
