Elegancia tradicional e impecable
Elegancia tradicional e impecable
La aristócrata Cristina de Borbón-Dos Sicilias es prima del rey Felipe VI y sus hermanas las infantas, además de madre de la novia royal de la temporada: Victoria López-Quesada. Amiga íntima también de su prima la infanta Cristina, de quien ha sido paño de lágrimas siempre que ha sido necesario, la hija de los duques de Calabria es una mujer extremadamente discreta y que siempre ha llevado una vida casi anónima.
Ahora, con la boda de su hija mayor Victoria, quien se casó este pasado sábado 31 de agosto con Enrique Moreno de la Cova, la prima del rey ha tenido una mayor presencia en los medios de comunicación. Y hemos podido comprobar que su estilo es extremadamente clásico, con prendas propias de un ropero tradicional, pero con varios detalles sorprendentes.
Entre ellos, su joyero de gran valor, en el que no faltan juegos de pendientes, collar y pulseras de perlas, piezas llamativas con piedras naturales, los relojes (siempre los lleva, incluso cuando viste de etiqueta) y sus características diademas.
Hija del infante don Carlos, duque de Calabria, fallecido en 2015, y la princesa Ana de Orleans, muy amiga de la reina doña Sofía y una mujer entregada a la pintura y el arte, Cristina de Borbón-Dos Sicilias en una mujer de estilo tremendamente clásico. Nada en ella puede ser calificado como moderno, aunque a veces sorprende con prendas y combinaciones bastante interesantes y sorprendentes. Por ejemplo, cuando lleva un caftán de seda estilo oriental sobre un pantalón recto blanco. Un combo estilístico poco habitual pero que en ella resulta muy elegante y apropiado.
La madre de Victoria López-Quesada, la novia royal de la temporada que es ahijada de don Felipe –se casó el pasado sábado 31 de agosto con Enrique Moreno de la Cova–, es tan tradicional en el vestir como lo fue el día de su boda. En su enlace con Pedro López-Quesada, celebrado en 1994 en Ciudad Real, la aristócrata lució un vestido de novia de Lorenzo Caprile, uno de los diseñadores más queridos por las mujeres de la alta sociedad de estilo más conservador. Si bien es cierto que en experto en incorporar corsés a sus looks nupciales, como así ocurrió con el diseño que llevó Cristina de Borbón-Dos Sicilias, sus propuestas son tienden siempre al clasicismo y la tradición.
Victoria López-Quesada ha seguido el ejemplo de su propia madre casándose con un diseño de Caprile, pero bastante más minimalista que el que lució su progenitora el día de su boda, y con el mismo velo que por tradición han lucido todas las novias de la familia materna. En cualquier caso, de Borbón-Dos Sicilias es una aristócrata que en el día a día viste cómoda y clásica y que es en las ocasiones más especiales cuando se atreve con estilismos más pomposos.
La aristócrata es dueña de un estilo muy clásico y austero. Y en uno de sus looks de invitada más reciente, que fue el que llevó a la boda de Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida celebrada el pasado mes de abril, la prima del rey llevó un total look en raso fucsia muy llamativo y con una gran lazada. El bolso y los zapatos también eran del mismo color, una estrategia estilística que demuestra lo poco que le gusta arriesgar. Ella va a lo seguro y en vez de jugar a combinaciones cromáticas de ningún tipo, va a lo seguro.
Y si hay un rasgo distintivo del estilo de la íntima amiga, además de prima, de la infanta Cristina, es la diadema. Posee decenas de ellas, de todos los colores, casi siempre lisas y básicas en su diseño. Lleva años luciendo la media melena casi igual y las diademas de la misma forma –bastante atrás en la cabeza para retirar por completo el pelo de la cara-, y e curioso cómo ha hecho de este truco capilar su seña de identidad estilística. Cuando se trata de una ocasión especial como una boda es cierto que prueba con otros tipos de peinados, pero en la mayoría de sus apariciones la diadema siempre protagoniza sus looks.
Así ocurrió a principios del verano en la Escuela Naval Militar naval de Marín, donde su hijo juraba bandera y ella se decidió por un look verde total formado por un vestido muy austero de largo a media pierna y detalle trenzado en la cintura y, cómo no, una diadema también verde. Un color que también lucía su marido Pedro López-Quesada en su corbata y que tiene un significado muy especial.
Y es que este color es utilizado por los más monárquicos para transmitir el mensaje de Viva el Rey de España, cuyo acrónimo sería V.E.R.D.E. El mismo tono que ha lucido de nuevo en la boda de su hija Victoria, en la que optó por un vestido elegantísimo en verde esmeralda con dos valiosos broches, pendientes y collar con perlas y su imprescindible reloj joya. Los zapatos, con hebilla- tipo joya, también eran verdes. Un look clásico y austero, elegante y sencillamente perfecto para una boda royal como la de su hija.