La reina Sofía. /
Este sábado 31 de agosto ha tenido lugar la boda del año. Victoria López-Quesada, hija de Pedro López-Quesada y Cristina de Borbón-Dos Sicilias se ha casado con el aristócrata y empresario Enrique Moreno de la Cova. Un enlace que reunía entre sus invitados a miembros de la realeza y una gran parte de representación de la aristocracia española.
Los asistentes de la boda royal del verano van desde la familia de la novia, como sus primas Irene Urdangarín o Victoria Federica, pasando por amigas íntimas como Teresa Urquijo. Pero si hablamos de invitados VIP, no podemos dejar de mencionar a su padrino, el rey Felipe VI, la reina Sofía o las infantas Elena y Cristina que no han querido perderse el día especial de Victoria.
Para la gran ocasión, la novia ha lucido un vestido clásico de manga larga y cuello barco, firmado por Lorenzo Caprile, que ha acompañado de una tiara de diamantes y de un espectacular ramo de calas blancas de tallo largo. Un look nupcial precioso y fiel a su estilo, que combinaba detalles clásicos con otros más modernos.
Eso sí, si hablamos de elegancia tenemos que destacar el look de la reina emérita Sofía, que una vez más ha vuelto a demostrar su gusto exquisito con un look de lo más sofisticado.
Para la ocasión, la reina Sofía ha elegido un vestido largo, con cuello barco cerrado y manga larga. El diseño, tejido en gasa, cuenta con un forro en color beige y detalle de flores blancas bordadas a lo largo de todo el vestido. Las mangas, ligeramente abullonadas aportan un toque romántico al estilismo, y el lazo -también en gasa- en color negro anudado a la cintura a modo de cinturón, favorece y estiliza la silueta.
En cuanto a los complementos, Sofía ha elegido un bolso tipo clutch en los mismos colores que el vestido con detalle de strass, zapatos de tacón en color champagne acabados en punta redonda, y un maxi collar de perlas doble que completaba el look de invitada más elegante del evento.
Antes de asistir a la boda de Victoria-López Quesada y Enrique Moreno de la Cova, la reina emérita ha visto este verano interrumpido su habitual reposo balear en el Palacio de Marivent por varias circunstancias, no todas agradables. Además de su viaje a París para representarnos en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París , a principios de mes se desplazaba a Atenas para asistir al funeral de su tío y confidente, el príncipe Miguel de Grecia . También la vimos con rostro compungido en el tanatorio de Calviá tras la muerte de su sobrino Juan Gómez-Acebo .
Doña Sofía ya coincidía con Victoria López-Quesada en otra de las bodas más mediáticas del año: la de Teresa Urquijo y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida . El acontecimiento sirvió para reunir a una nutrida representación de los Borbones, dado el parentesco de la novia con la familia real .
Esta no será la última 'boda royal' a la que asista la reina emérita. Todavía deberá viajar de nuevo a su tierra natal para asistir al enlace en Atenas de la princesa Teodora de Grecia con el abogado Matthew Kumar. A la cuarta parece que esta vez sí irá la vencida, tras tres intentos previos frustrados de celebrar este esperado matrimonio.
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