A pocos días de que se celebre la Fiesta Nacional donde triunfa siempre con sus looks y después de que se hiciera viral en su participación en un acto sobre la salud mental -y en el que triunfó con este vestido de Massimo Dutti-, la reina Letizia ha vuelto a ser protagonista por una cita de la agenda oficial con un vestido de Felipe Varela.
La monarca ha presidido en la sede de la Real Academia de Ingeniería de Madrid el acto de toma de posesión de las académicas electas Elena García Armada y Ana Conesa Cegarra, ambas figuras de enorme relevancia en sus áreas de conocimiento: el desarrollo de exoesqueletos con fines terapéuticos y la tecnología aplicada a la genómica, respectivamente.
Doña Letizia está comprometida con el proyecto «Mujer e Ingeniera» y su Consejo Estratégico, en el que se quiere fomentar las vocaciones femeninas en Ingeniería, así como por reconocer la importancia del talento femenino en las empresas, universidades y organizaciones.
Y ha sido en esta cita donde ha querido recuperar el que es uno de los vestidos más bonitos que tiene en su armario y que es, sin ninguna duda, uno de las piezas más especiales que tiene y que es u no de los mejores looks que ha lucido a lo largo de su trayectoria como princesa y reina.
Se trata de un impresionante vestido de silueta 'new look' e inspiración oriental en georgette de seda blanco bordado en hilo y cristal negro, que se construía con un favorecedor cuerpo entallado con cuello mao que daba paso a un exquisito cinturón joya y una falda lady con volumen.
Un diseño que firma Felipe Varela y que la monarca ha querido rescatar de su armario dándole una segunda vida y sacando una versión algo menos formal para este acto que no requería una etiqueta tan rigurosa llevándolo con el pelo suelto, en vez de el recogido bajo que escogió en los premios Princesa de Asturias del año 2017.
La reina Letizia con el vestido de Felipe Varela. / GTRES
Ahora, la monarca le ha dado un toque más informal quitándole las enaguas que le daba volumen a la falda y dejando claro que también es apto para una cita más informal. De esta forma, la reina ha sorprendido volviendo a recurrir al que fue su diseñador de cabecera y del que se había olvidado.
Eso sí, doña Letizia ha demostrado que le sigue teniendo un cariño especial y esta vez ha elegido combinarlo de una manera más sobria. De esta forma, ha apostado por unos zapatos de tacón fino de Prada en color negro y sin el efecto acharolado que llevó la otra vez.
Apostando todo a la sencillez, completó el look con unos pendiente de De Grisogono que ya le hemos visto en más de una ocasión y que son unos botones de diamantes y oro blanco. Por supuesto, en esta ocasión tampoco ha prescindido de su anillo de Karen Hallam.