La reina Sofía durante la celebración del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca, saluda al delegado del Gobierno en la Comunidad de Castilla y León, Nicanor Sen. /
Doña Sofía es una gran enamorada de la historia y la arqueología . Y este miércoles no ha querido perderse la celebración del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca, en Burgos. Hoy jueves visitará también el famoso yacimiento, uno de los más importantes del mundo.
Pero ayer, la reina emérita, también una melómana empedernida, disfrutó de un maravilloso concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven, y celebrado al aire libre en las proximidades del yacimiento. Para la ocasión, doña Sofía destacó por un look cómodo y apto para el calor, y «muy ella».
De inspiración bohemia y elegante, estaba formado por un vestido estampado tipo caftán , alpargatas clásicas y un bolso en materiales naturales de tipo rústico. Una vestimenta, como vemos, muy adecuada al entorno natural en el que se encontraba.
La madre del rey Felipe VI viajó ayer hasta la provincia de Burgos para celebrar el 25 aniversario de la Fundación Atapuerca, creada el 26 de julio de 1999 con el fin de apoyar a la investigación y dar a conocer el importantísimo proyecto del famoso yacimiento. Es tal el interés que la emérita siente por este importante yacimiento arqueológico que la Fundación Reina Sofía ha firmado recientemente un convenio de colaboración con la Fundación Atapuerca para activar un laboratorio dedicado a la investigación científica y la divulgación del conocimiento sobre la evolución humana, además de la conservación y protección del patrimonio cultural que representa la sierra de Atapuerca.
Para una ocasión tan destacada, doña Sofía, que ostenta la presidencia honorífica de la Fundación Atapuerca desde su creación, optó por uno de sus looks bohemios más infalibles: un vestido largo y tipo caftán, con elegantes estampados y de manga larga –perfecto para protegerse del calor y el sol–, acompañado de su calzado preferido en verano, las alpargatas, en este caso de color negro. Además, la abuela de la princesa Leonor y la infanta Sofía lució un original bolso de mano en rafia y con asas rígidas similares al bambú y varios de sus collares con piedras de colores favoritos. A la emérita le encantan estos estilismos más veraniegos y desenfadados, pero en ella siempre resultan elegantes y dignos de la madre de un rey.
La reina Sofía con un vestido tipo kaftán durante la celebración del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca. /
Si por algo se caracteriza la reina emérita es por escoger siempre sus looks con gran acierto y sentido del gusto. Y el de ayer fue un estilismo de inspiración bohemia y hippy que demuestra su espíritu joven y activo a pesar de su edad, 85 años muy bien llevados. No es la primera vez que nos sorprende con uno de estos vestidos tipo caftán de los que posee una amplia colección y a los que sabiamente recurre cuando la ocasión lo permite.
Sobre todo en los meses más calurosos, cuando deja su vestimenta de trabajo más habitual de pantalón y chaqueta, para disfrutar de este tipo de vestidos frescos que convierte en su «uniforme de verano» y que resultan perfectos tanto para las altas temperaturas del día en Atapuerca como para la brisa marina de las tardes y noches de Mallorca, por poner solo un par de ejemplos.
Doña Sofía, que fue recibida por las principales autoridades tanto de Atapuerca como de la junta de Castilla-León, disfrutó muchísimo en su primer día de visita a Atapuerca, ya que presidió un maravilloso concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven, una de las más cualificadas de España, y que se realizó al aire libre en las inmediaciones del famoso yacimiento. La orquesta interpretó la «Sinfonía número 2 en Re Mayor, Opus 73» de Johannes Brahms, y finalizó con «Así habló Zarathustra» de Richard Strauss. Un gozo absoluto para la emérita quien, como se sabe, es una destacada melómana y amante de todas las artes.
Doña Sofía aplaude a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León tras la actuación. /
Hoy jueves, la emérita visitará de nuevo el famoso yacimiento de Atapuerca, un lugar al que ha vuelto en numerosas ocasiones llegando incluso a colaborar en las labores de excavación. No solo es una enamorada de la arqueología, sino que es una gran experta. Un ámbito del conocimiento que descubrió junto a su hermana Irene gracias a una de sus profesoras de juventud y que ambas han estudiado e investigado con gran entusiasmo. De hecho, hace muchos años llevaron a cabo una investigación sobre el terreno en Tatoi, el magnífico enclave a unos 20 kms de Atenas y donde se encuentra su palacio natal, así como en otros yacimientos a lo largo y ancho de Grecia.
Los resultados de estas exhaustivas investigaciones, firmados por las dos hermanas «reales» y su profesora de Griego Clásico e Historia Theophanó Arvanitopoulou, se publicaron en dos libros: Fragmentos cerámicos de Decelia, (1959) y Miscelánea arqueológica, que se publicó en 1960.
Hoy jueves, la madre de don Felipe y las infantas Elena y Cristina volverá a sentir la emoción y privilegio de poder acercarse de nuevo a un yacimiento tan importante e influyente en el mundo de la arqueología a nivel mundial. La última vez que participó en alguna actividad de la Fundación Atapuerca fue en noviembre de 2023 cuando asistió en Ibeas de Juarros (Burgos), donde se encuentra la sede de la fundación, para la preparación de los actos conmemorativos de los que ella misma está disfrutando estos días.