Elegancia y naturalidad
Elegancia y naturalidad
Separada de Nicolás de Grecia desde el pasado mes de abril, Tatiana Blatnik siempre ha hecho gala de una elegancia distinguida. Con un físico muy atractivo y amante del yoga, muchos esperaban verla en la boda de su ya ex cuñada Teodora de Grecia el pasado mes de septiembre, pero no fue así.
Publicista de carrera y actualmente dedicada a la promoción y cuidado de la salud mental con su proyecto Breath – su padre se suicidó víctima de una profunda depresión–, la exroyal sigue manteniendo una excelente relación con su ex familia política.
Pero sobre todo sigue llamando la atención por su estilo elegante y sencillo en el que predominan los vestidos en todas las ocasiones: ya sean relajadas, cuando apuesta por prints como el animal o las flores, o de gala, en las que tiende al monocromático.
Nacida en Venezuela, en el seno de una familia acomodada –su madre es aristócrata–, Tatiana Blatnik siempre fue una royal elegantísima mientras estuvo casada con Nicolás de Grecia, hijo de los reyes Constantino (ya fallecido) y Ana María de Grecia. Sus apariciones públicas ponían de manifiesto su fantástico estilo, elegante ya fuera con looks de playa o de gala.
Aunque siempre se la comparaba con su cuñada Marie-Chantal Miller, la más elegante de la familia real helena por derecho propio, lo cierto es que Blatnik nunca ha tenido nada que envidiarla. Hacía gala de una forma de vestir a la altura de su título de princesa, pero lejos de los looks excesivamente regios que a veces luce la esposa del príncipe Pablo de Grecia.
De figura esbelta y distinguida, siempre la hemos visto con estilismos con marcas que no son mainstream (populares) como la italiana Del Core o Mary Katrantzou, la joven diseñadora griega que sigue triunfando entre la realeza europea y, en especial, la helena. Pero también recurre a marcas más conocidas como Ralph Lauren o, por supuesto, Zara.
La ex royal, que lucía de maravilla las tiaras que su suegra Ana María de Grecia le prestaba cuando la ocasión lo merecía, no ha perdido un ápice de gusto en sus looks. Podemos definido como versátil y muy diverso, aunque es cierto que le encantan los vestidos. Diríamos que es su prenda fetiche.
Y sorprende que alguien como ella, que hasta hace poco formaba parte de una familia real (aunque sin trono), se atreva con estampados como el animal print. Pero lo cierto es que Blatnik siempre ha vestido de una forma bastante natural y con prendas que podríamos encontrar en el armario de cualquier mujer de su edad, 44 años.
Hay que tener mucha seguridad en una misma y decisión, además de un físico elegante, para exhibir un vestido de leopardo como ella lo hace. Y también estaba estupenda cuando lucía diseños largos y de gala en blanco total, un look y un color que tampoco son fáciles de defender. Pero con los que ella ha demostrado mil y una veces que sigue siendo una mujer de elegancia fascinante. Royal o no.