boda tamara falcó
boda tamara falcó
No queda nada para que Tamara Falcó de por fin el 'sí, quiero'. Lo hará en la finca El Rincón, justo antes de venderla. Será una boda en el que solo acudirán los amigos y familiares más cercanos de la marquesa de Griñón, según ha confirmado ella misma.
Es una de las bodas más esperadas del año. Allí veremos a Isabel Preysler, quien se convertirá también en una de las protagonistas. También estarán invitadas Ana Boyer, o Isabelle Junot quien acaba de dar a luz a su primera hija junto a Alvaro Falcó, primor de Tamara.
Aunque ya están todos los preparativos listos para la boda de Tamara, lo cierto es que han habido muchos problemas por el camino. Uno de los más sonados ha sido su vestido de novia. La marquesa de Griñón dio la sorpresa que se haría un vestido con una firma española, pero finalmente no.
Una polémica entre diseñadores y Tamara que hizo que la hija de Isabel Preysler prefiriera acudir a una de las grandes amigas de su madre para hacerse el vestido de novia. Será la firma Carolina Herrera, una de las favoritas de Tamara e Isabel, quien hará el vestido más importante de la hija de Carlos Falcó.
Un vestido que se está haciendo en Nueva York y que ha requerido que Tamara cruce el charco en diversas ocasiones para hacerse las pruebas del vestido de novia. Sin embargo, aunque no sabíamos cómo podía ser el diseño del vestido, su director creativo y diseñador de la firma ha dado algunos detalles.
Según Wes Gordon, una de las mujeres que ha inspirado a Tamara a la hora de hacer su vestido de novia es Grace Kelly. El día que se casó Grace Kelly lució un espectacular vestido con bordados florales a lo largo de toda la zona del pecho. Un diseño de lo más romántico que han inspirado al resto de royals europeas.
El diseño del vestido de Grace Kelly fue uno de los más fotografiados. Muchas royals se han inspirado en este modelo para su vestido de novia. Fue un diseño que Grace Kelly encargó a Helen Rose para su enlace religioso. En dos meses, la firma creó el look nupcial más emblemático de la realeza europea. Con mangas y escote realizados en encaje de bruselas, perlas cosidas a mano por todo el diseño, una falda de falla de seda y un inolvidable tocado para sujetar el velo, la actriz estaba muy favorecida.
Seguramente Kate Middleton se fijó en el vestido de Grace Kelly para su boda. No hay más que fijarse en el vestido de novia diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen que recordaba muchísimo al que Grace Kelly llevó en su boda con Rainiero de Mónaco. El vestido contaba con un diseño con escote corazón, mangas y espalda de encaje y una cola de cerca de tres metros de longitud. El encaje que recorría todo el vestido fue creado por la Royal School of Needlework, y hecho a mano.
Otra de las royals que apostó el día de su boda por el encaje de flores fue Carolina de Mónaco en su boda con Phillipe Junot. El look de Carolina fue creado por Marc Bohan para Dior. Con una línea estética años 70, silueta en A, mangas amplias y tejido bordado de flores.
Marie Chantal-Miller también quiso que las flores con bordado fueron las protagonistas en su vestido de novia. Un look impresionante y para el recuerdo con un imponente Valentino con falda tulipán, mangas largas y cuello cisne. En su elaboración se empleó seda y bordados artesanales de perlas y encajes.