Cada vez hay menos bañadores y bikinis en las colecciones de moda de baño; y aunque parezca una contradicción, no lo es en absoluto. ¿Cuál es el motivo? Los Beach Clubs y las Pool Parties son los causantes. Playas y piscinas no son lugares exclusivamente para bañarse y tomar el sol. Son escenarios en los que ver y dejarse ver, especialmente estos locales cada vez más frecuentes en playas de todas las costas y en piscinas de hoteles de lujo abiertas al público en general.
Los chiringuitos clásicos de chancla y tortilla conviven ahora con sofisticados espacios donde tomar una copa de champán o un cóctel desde la mañana hasta la noche. Y los códigos indumentarios no son los mismos en la orilla con sombrilla y toalla que en un Beach club de Ibiza, Marbella, Formentera, Miami o Saint Tropez, en los que se cuida hasta el más mínimo detalle desde la hamaca hasta el servicio de camareros.
La Gran Canaria Swim Week, organizada por Moda cálida esta semana, pone de manifiesto esta tendencia que lleva creciendo desde los últimos años y que en las colecciones para 2024 se ve con mucha más contundencia en colecciones de firmas dispares, desde marcas centradas en ropa urbana hasta etiquetas orientadas a un público de más edad y sofisticación. Y también en firmas nacionales e internacionales que participan en este certamen de moda baño.
La variedad de propuestas es igual de amplia, desde vestidos de rejilla, como Aurelia Gil o Monnur, a piezas de crochet , en el caso de Arcadio Domínguez, siempre con un toque fresco y diurno; pero también vaporosos trajes largos en gasas de seda o en tejidos sintéticos reciclados, como en la colección de Palmas, en la que su diseñador, Pedro Palmas, emplea telas reciclados en toda la colección. O en Sanjuan y Melissa Odabash, quien propone el mono pantalón estampado como pieza estrella. Licras y algodones predominan por igual en las colecciones y tanto en conjuntos de dos piezas, como en pantalones anchos, bermudas a varias alturas y faldas en dos versiones, o lápiz o de grandes volúmenes y hasta el suelo.
Entre los colores, la variedad es amplia, pero hay uno común a la mayoría de las colecciones, el azul marino y distintas gamas de azules, aunque evitando (al contrario que en años anteriores, los azules cielo muy luminosos). Tonos muy logrados en las colecciones de Bohodot, Aurelia Gil y Elena Morales; aunque también en propuestas como la de Volcano blood y otras firmas. Esta tendencia de los azules petróleo, klein, marino, persia, índigo, cobalto y otros también la hemos visto con rotundidad en las colecciones de prêt-à-porter de Milán y París, que se han celebrado las pasadas semanas.
20 de enero-18 de febrero
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