Mujer con look loud luxury de Balmain /
Los tonos neutros, las prendas básicas o la estética clean girl que tanto ha dado de sí en los últimos años responden al auge del popular lujo silencioso que poco a poco ha ido conquistando los guardarropas de las chicas más elegantes. Encabezado por firmas como The Row o Poléne, esta estética limpia y delicada se ha convertido en sinónimo de elegancia y buen gusto.
Sin embargo, y aunque aún queda mucho lujo silencioso por ver, a las puertas del 2025 es su antítesis la que apunta a convertirse en la tendencia del año. Hablamos del loud luxury o lujo ruidoso, que como su propio nombre indica deja a un lado esta delicadeza y misterio del «if you know, you know» para hacer alarde de un estilo mucho más ostentoso que deja poco margen a la imaginación para identificar que, efectivamente, lo que se luce es lujo en su máximo esplendor.
Si bien es cierto que muchas hemos encontrado nuestro estilo en el menos es más y nos hemos acomodado en un armario de prendas sencillas pero de buena calidad , lo que propone el loud luxury es, precisamente, dejar a un lado esa simpleza para abrazar estilismo mucho más recargados e impresionantes. La realidad es que esta tendencia no viene de nuevas. No hay que irse muy lejos para rescatar microtendencias virales como la de las joyas XL, los detalles en colores inesperados o el estilo mob wife que tan viral se hizo en redes sociales y que, en cierto modo, anunciaba la vuelta de esta estética.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de loud luxury? Esta tendencia apuesta por el maximalismo sin abandonar la elegancia. Los patrones clásicos y sencillos del lujo silencioso se cambian ahora por formas más arquitectónicas y llamativas, los colores pastel y los neutros dan paso a paletas más oscuras con fuerte presencia de los metalizados y los complementos se elevan a la máxima potencia hasta el punto de convertirse en los grandes protagonistas de los looks.
Otro de los signos que anuncian la llegada triunfal del loud luxury es el retorno de los logos. Desde hace unos años, las marcas han apostado por ir reduciendo la presencia de sus logos en las prendas para reducir el ruido visual y conseguir un efecto más limpio. Sin embargo, en las últimas Semanas de la Moda hemos visto como poco a poco su presencia vuelve a aparecer - de forma más o menos sutil - en los looks más especiales. Eso sí, de una forma mucho más elegante y cuidado que lo que solíamos ver antes.
Schiaparelli, Versace o Rabanne, entre otras, son algunas de las firmas que apuestan por la ostentación y que son toda una declaración de intenciones sobre lo que está por venir. Así, los abrigos XXL, las maxi joyas doradas o los vestidos con estructuras más definidas que tan fáciles son de asociar con estas marcas buscan ahora también su hueco en looks más o menos cotidianos. La intención de todo esto es clara: ya no interesa disimular el lujo, lo que el loud luxury busca es presumir de él de la forma más evidente posible.
Pero, como ya hemos mencionado, el loud luxury no defiende un 'todo vale'. En cierto modo, parte del estilo chic pulido del quiet luxury y, sobre él, con la inclusión de nuevos elementos, construye poco a poco este estilo mucho más espectacular.
El secreto para incluir esta tendencia en tus looks, incluso si ya has construido un estilo más o menos sólido en base a las reglas del lujo silencioso, está en los detalle y complementos que puedes sumar a tus estilismos. Al velar tanto por la elegancia, el loud luxury da carta blanca para partir de una base sencilla y sobre ella incluir el toque de esta tendencia que va a marcar la diferencia.
Una de las formas más fáciles de hacerlo es a través de las joyas. Pendientes dorados grandes, collares que acaparen las miradas o brazaletes XL son los mejores aliados del loud luxury y la forma más sencilla de llevarlo. Un total look black con zapatos de tacón, abrigo de pelo (mejor si apuesta por uno extra grande que no pase inadvertido) y tus joyas más notorias harán que con poco consigas entrar de pleno en el loud luxury.
Las prendas furry, el animal print o las prendas con estructuras y detalles 3D llamativos son también una buena forma de llevar el loud luxury. Eso sí, si quieres hacerte ver como seguidora de esta corriente los detalles no valen: apuesta mejor por prendas protagonistas con estas características que llamen la atención y no dejen lugar a dudas.
El color es otro de los factores más importantes. Sin abandonar el reinado del negro o el marrón, el loud luxury abraza tonos como el rojo, el azul o el morado, ya sea a modo de detalle inesperado que consiga ese factor sorpresa o como centro de miradas del estilismo. La mezcla de colores y estampados, junto con complementos como las joyas de las que hemos hablado o unas buenas gafas de sol , también son más que bienvenidas.