Está demostrado que dormir bien tiene muchos beneficios para la salud. Y eso incluye acelerar el metabolismo, quemar grasas y, en definitiva, ayudarte a perder peso. Quizá te sorprenda saber que mientras disfrutas de un sueño reparador, en realidad tu cuerpo está trabajando usando energía.
Una persona que pesa 60 kilos quemaría aproximadamente 40 calorías por hora de sueño. La cuenta es fácil: si duermes unas ocho horas, quemarías unas 320 calorías al final del descanso. No es ninguna tontería. Y ten en cuenta que la cantidad de calorías quemadas aumenta según el peso corporal.
Cuanta más masa tenga tu cuerpo, más calorías quemarás mientras descansas, duermes y haces otras actividades. Los hombres tienden a quemar más calorías en reposo que las mujeres del mismo peso porque suelen tener una mayor masa muscular. El músculo quema más calorías en reposo que grasa.
Si no LE das importancia al sueño, lo cierto es que debes aprender a maximizar la quema de calorías en las horas de la noche. La pérdida de sueño con el tiempo puede contribuir al aumento de peso y la obesidad porque eleva ciertos niveles de hormonas en el cuerpo, como el cortisol. Esta hormona te hace retener cierta cantidad de grasa extra. No solo eso, sino que también puede aumentar tu apetito y conducir a un metabolismo más lento. Lo que puede ayudarte a quemar más calorías durante el sueño es tomar medidas para elevar tu metabolismo. También te ayudará a quemar más calorías durante tus horas de vigilia.
Comer antes de acostarse puede causar un aumento temporal en su metabolismo a través de lo que se llama termogénesis. Y no te preocupes por comer tarde. Los alimentos consumidos después de este tiempo no hacen que ganes más peso por arte de magia, sino que son los snacks sin sentido lo que lo hacen. Eso sí, comer comidas abundantes justo antes de acostarse puede dificultar el sueño.
Tener más masa muscular en general te ayudará a quemar más calorías, incluso mientras duermes. Así que haz algo de ejercicio todos los días, especialmente entrenamientos de fuerza. Si tienes problemas para relajarte por la noche y conciliar el sueño, prueba a hacer ejercicio unas cuatro horas antes de acostarte.
Perder peso también puede ayudar a impulsar tu metabolismo. La grasa quema menos calorías que el músculo cuando está en reposo. También la cafeína puede aumentar ligeramente el metabolismo. Pero, por el contrario, no se ha demostrado que ayude con la pérdida de peso a largo plazo. Y beber bebidas con cafeína antes de acostarse puede dificultar un buen descanso nocturno.
Crea una rutina en la que te vayas a la cama y te levantes siempre a la misma hora. También es posible que te venga bien realizar algunas actividades relajantes, como darte un baño o hacer un poco de yoga suave antes de acostarse. Y aléjate de ruidos y cualquier cosa que te pueda distraer del sueño, incluidos estimulantes como la nicotina o la cafeína en las horas previas a acostarse. Apaga el móvil, olvídate del ordenador y no utilices la televisión para dormirte. Ah, y limita las siestas a media hora. Dormir más durante el día puede hacer que te sea más difícil hacerlo por la noche.