El Arugamama se basa en aceptar la vida tal y como es. /
La felicidad no es un concepto objetivo. No todo el mundo es feliz con lo mismo, hay quienes buscan una vida tranquila, sin sobresaltos, y otros que necesitan un poco más de vigor en su día a día. Pero sí es cierto que hay ciertas pautas que se repiten en esto de encontrar la felicidad, como tener unas relaciones sociales sanas.
Si hay una cultura empeñada en buscar la felicidad por encima de todo, esa es la cultura japonesa. Bien es cierto que su concepto de felicidad es algo más místico y espiritual, pero a la sociedad occcidental no nos viene mal adoptar sus preceptos para conseguir más paz mental, algo sin lo cual es muy difícil ser feliz.
Una de esas fórmulas secretas para encontrar la felicidad que nos llega desde el país nipón es lo conocido como el arugamama. No creas que se trata de algo muy difícil, ya que este concepto trata de aceptar la vida como es, algo bastante parecido a lo que predica el método Kaizen .
Como hemos dicho, el arugamama podría traducirse como aceptar las cosas tal y como son y se basa en la idea de vivir en armonía con la realidad sin resistirse a lo que no se puede cambiar. Este concepto viene de la filosofía budista y trata de liberar a las personas del sufrimiento que provoca luchar contra lo inevitable.
El mindfulness puede ayudarte a poner el práctica el arugamama. /
Pero no confundas el arugamama con el conformismo. Esta filosofía japonesa propone aceptar tus propios pensamientos, emociones y circunstancias sin juzgarlas ni tratar de reprimirlas. Además también establece una distinción entre lo que se puede cambiar y lo que no para no sufrir inutilmente.
Una persona que sigue el arugamama comprenden que el dolor y las dificultades son parte de la vida, pero no se añaden sufrimientos extra intentando controlar lo que no está en su mano. Al adoptar esta actitud, se experimenta una mayor paz mental y emocional, ya que dejan de luchar contra la vida.
Esta filosofía supone reconciliarte con tus emociones negativas, aceptando que son estados temporales que no definen tu estado general. Una vez lo aceptas de verdad, dejarás de magnificar tus estados de tristeza y ansiedad, dejando que continúen su camino hasta que desaparezcan.
Para terminar, otro aspecto del arugamama es vivir el presente. Muchas veces tendemos a agobiarnos y dejar de ser felices por preocupaciones ante la incertidumbre del futuro o arrepentimiento de algo que hicimos en el pasado. Si vivimos el presente y dejamos de preocuparnos por estas cosas, tendremos una mayor paz mental.
Para aplicarlo en tu día a día, se recomiendan ciertas prácticas que entrenen la atención plena, como el mindfulness. Así aprenderás a vivir el presente y tomarte la vida con más tranquilidad, asumiendo los momentos malos y no agobiándote por aquello que sucede y no puedes cambiar.