Los seis cambios de hábitos que tienes que hacer a partir de los 40 para perder grasa

No, con 40 años no eres mayor , pero asumámoslo, tampoco eres una jovencita. Frases como 'los 40 son los nuevos 20' pueden tener su parte de razón en cuanto a la vitalidad o las ganas de comerte el mundo pero a los 40, tu cuerpo está 20 años más usado que con 20. Las matemáticas no fallan.

Y los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer en esta edad son palpables. En la perimenopausia, el organismo se vuelve más resistente a la insulina, lo que hace que acumules grasa con más facilidad. ¿Y eso por qué? Porque bajan los niveles de estrógenos, que se encargaban de ayudar a la insulina a llevar la glucosa hasta las células.

Entonces lo que sucede es que a tu cuerpo le cuesta más trabajo utilizar está glucosa de forma efectiva, te vuelves más resistente a la insulina y tiendes a acumular más grasa, sobre todo en el área abdominal. Por eso es importante ser conscientes de lo fundamental que es llevar un estilo de vida activo e incorporar ciertos cambios de hábitos.

Las dietas restrictivas no son buenas en ningún momento de la vida, pero en perimenopausia menos todavía. Y es que la restricción calórica eleva los niveles de cortisol estresando nuestro metabolismo, lo que provoca que se aferre a la grasa corporal para protegerse en lugar de quemarla.

Los ejercicios de cardio tienen sus beneficios pero si no entrenas también la fuerza, podría ser contraproducente. Y es que cuidar del músculo es vital para perder grasa, ya que el músculo quemas mucha energía para mantenerse. Lo ideal sería combinar el cardio y la fuerza dándole más peso a esto último.

Para empezar, no elimines los carbohidratos, ya que son importantes para cuidar el músculo, pero no te olvides de priorizar las proteínas, consumiendo al menos 40 gramos diarios. Consume también grasas saludables y elimina de tu dieta (o minimiza) los ultraprocesados y los azúcares.

Cenar temprano permite que el cuerpo digiera y metabolice los alimentos antes de dormir, lo que se traduce en un mejor rendimiento en el consumo calórico, incrementando la capacidad para eliminar grasas acumuladas. Lo ideal sería dejar un espacio mínimo de 3 horas desde tu última comida y la hora a la que te vas a dormir.

Caminar siempre es bueno para movilizar la grasa acumulada, sobre todo si lo haces a paso ligero y durante un mínimo de 30 minutos al día. Pero si lo haces al aire libre, ayudarás a tu cuerpo a equilibrar sus niveles de cortisol, además de que te expondrás a la luz natural, lo que te ayudará a producir vitamina D.

Lo ideal es eliminarlo por completo, pero también valdría reducirlo lo máximo que puedas. Y es que el alcohol reduce la cantidad de grasa que tu cuerpo consume para obtener la misma energía. Básicamente, lo que hace es ralentizar tu metabolismo, lo que conlleva al aumento de peso.