Cómo se hace la dieta de la avena para perder peso, eliminar grasa y deshinchar la tripa en verano

Si tu objetivo es perder kilos, existen muchas dietas que pueden ayudarte a conseguirlo, como la de las 1.200 calorías, que te ayuda a eliminar grasa en poco tiempo. La base de estas dietas es ingerir menos calorías de las que consumes pero eso puedes hacerlo comiendo poco o comiendo alimentos con bajo aporte calórico pero rica en nutrientes, como la avena.

La avena es un alimento completísimo. No sólo tiene efecto saciante, lo que evita que piques entre horas, sino que además mejora el tránsito intestinal, ayuda a que el cuerpo absorva menos calorías y a celera tu metabolismo, haciendo que queme más. Por ello, seguir una dieta en la que la avena tenga mucha presencia te puede ayudar a perder esos kilos rebeldes. Y decimos que tenga mucha presencia, no que sólo comas avena, ya que eso descompensaría toda tu dieta y sería peor.

Uno de los nutrientes que contiene la avena y que lo convierten en un alimento ideal para perder peso, es su alto contenido en fibra, más específicamente el betaglucano que ayuda a que el azúcar en sangre se mantenga estable, por lo que no tendremos sensación de hambre. Además, las calorías ingeridas quedan atrapadas en esta fibra, por lo que no pasan al organismo, sino que son expulsadas.

En el supermercado puedes encontrarla en diferentes formatos: en grano, en copos, como harina, como bebida vegetal o como salvado. Para bajar de peso, lo mejor es tomarla en grano o en forma de copos integrales, sobre todo si son gruesos, porque es la que menos hace subir el azúcar en sangre.

En cambio, es mejor tener cuidado si la tomas en formato harina, porque su índice glucémico es más alto, lo que le resta capacidad para acelerar nuestro metabolismo. Si tomas unos copos de avena para desayunar y al cabo de un tiempo haces deporte, quemarás más grasas que si hubieras desayunado pan blanco o incluso pan elaborado con harina de avena.

La dieta de la avena plantea consumir este alimento como base de las principales comidas del día, nunca como único sostén. De esta manera, ayudaremos al organismo a expulsar todos los deshechos a diario, con lo que nuestra silueta se verá más ligera y nuestra zona abdominal más deshinchada, ya que facilitará la digestión y regulará el tránsito intestinal.

No deberías aplicar esta dieta más de cinco días para evitar otros déficits nutricionales, aunque puede servirte para incluir en tu dieta diaria buenos hábitos alimenticios. Eso sí, recuerda que mientras sigues este tipo de alimentación deberías llevar otros hábitos de vida saludables como evitar los excesos y practicar deporte.

Durante los días que mantengas esta dieta, debes mantener un consumo moderado de otras fuentes de hidratos de carbono como arroz, legumbres o pasta, minimizando el consumo de todas las fuentes de grasas saturadas y azúcares y acompañándola de otros alimentos bajos en calorías como frutas, vegatales y carnes magras.

Para perder más kilos en menos tiempo, también puedes hacerla de forma más estricta. En estos casos, recomiendan consumir media taza de avena en cada comida principal acompañándola de leche, yogur desnatado, frutas y verduras. Al día tomarías unos 200 gramos de avena, lo que se traducen en menos de 800 calorías y, sumadas a las calorías del resto de alimentos ingeridos, sólo consumirías unas 1.000 calorías al día.

Pero claro, una dieta tan restrictiva tiene sus riesgos. Para empezar, este fuerte déficit calórico puede traducirse en mayor sensación de hambre, lo que la convierten en una dieta muy difícil de mantener a largo plazo. Además, la cantidad de nutrientes que aporta esta dieta, como por ejemplo las proteínas, es muy deficiente, por lo que no es aconsejable seguirla durante más de cinco días.