INFUSIÓN PARA ADELGAZAR
INFUSIÓN PARA ADELGAZAR
Somos muchas las que optamos por una alimentación equilibrada con el fin de perder algún que otro kilo o al menos mantenernos en el peso ideal. Para conseguirlo, hay ciertas infusiones que aceleran nuestro metabolismo y pueden ayudarte a conseguirlo, como el te de cardamomo o la infusión fría de limón y caléndula, ambas con propiedades adelgazantes.
Pero claro, no creas que sólo tomando una infusión vas a conseguir quitarte de encima esos kilos que te sobran, debes seguir una dieta saludable día tras día, olvidándote de esas dietas milagro que prometen una pérdida rápida de peso pero que luego te hacen engordar todos los kilos que te has quitado y alguno extra.
Además, tienes que incorporar el ejercicio a tu vida, tanto ejercicios cardiovasculares para quemar calorías como entrenamiento de fuerza para hacer crecer tu masa muscular. Es la combinación de ambas disciplinas lo que te hará perder más grasa y, por tando, adelgazar más rápidamente.
Y si ya sigues ambos consejos, las infusiones pueden ayudarte a maximizar sus resultados, deshinchando tu organismo y ayudándote a tener un vientre plano. En este caso vamos a hablarte de la infusión de lavanda, que no te hará perder kilos per sé, pero sí contribuirá a que tu digestión sea más fluida y, por tanto, los resultados de tu vida sana se vean maximizados.
En principio conocemos la infusión de lavanda por su capacidad para aliviar el estrés y para combatir el insomnio, pero hay mucho más. La lavanda también puede ayudarte a mejorar tu digestión y a gestionar problemas intestinales como cólicos, inflamación intestinal y flatulencia. Esto será lo que repercuta directamente en tu estado físico, deshinchando tu vientre y ayudándote a que esté más plano.
Además, debido a sus capacidades sedantes, las personas que sufren insomnio pueden tomarse una taza de té de lavanda para dormir y así resolver el problema, ya que puede ayudarte a relajarte y produce sueño. Además, también es eficiente frente a estrés y ansiedad, mejorando tu estado de ánimo.
Por otro lado, si tienes fiebre, la infusión de lavanda puede ayudarte a controlarla ya que estimula la transpiración del cuerpo y por eso produce una disminución de temperatura. Y gracias a su efecto broncodilatador, resulta muy útil frente a problemas relacionados con el sistema respiratorio.
La infusión de lavanda tiene muchísimas ventajas, pero hay que tener en cuenta ciertos aspectos si vas a consumirla. Para empezar, no se recomienda tomar más de tres tazas al día y, si quieres dársela a tus hijos, es mejor no hacerlo en los tres primeros meses de vida y hacerlo siempre bajo la supervisión de un pediatra.
Por otro lado, si sufres enfermedades de hígado, neurológicas, Parkinson, epilepsia, gastritis, colitis o síndrome del intestino irritable tampoco conviene que tomes esta infusión, del mismo modo que si estás embarazada o dando el pecho ya que no hay demasiadas investigaciones sobre sus efectos en estos casos.
1 cazo de agua
1 cucharada sopera rasa de lavanda seca
Opcional: 1 cucharadita de miel y unas gotas de limón.
Coloca un recipiente con agua hirviendo, sumerge unas pocas hojas y flores secas de lavanda y déjalo reposar 10 minutos.
Cuando estos 10 minutos pasen, cuela el agua y ya podrás beberte el té de lavanda.
Si lo deseas puedes añadir una cucharada pequeña de miel para endulzar la infusión o si te gusta más el limón, puedes añadir unas pocas gotas de su zumo.
Se recomienda consumir esta infusión por la noche ya que además de beneficiarte de sus efectos para deshinchar el organismo y mejorar la digestión, también te ayudará a conciliar el sueño y facilitar el descanso, otra de las características clave para mantener a raya el peso.