psicología
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La inteligencia emocional es fundamental trabajarla a cualquier edad, ya sea en adultos como en los niños, aunque es cierto que a medida que cumples años se va haciendo más importante. Es lo que hace que tengas éxito a la hora de establecer relaciones sociales saludables y que perduren en el tiempo.
Esto se debe a que, si has trabajado esta capacidad, tendrás la habilidad de poder compartir y entender lo que sienten las personas de tu alrededor. No es algo que puedas lograr de la noche a la mañana si no que, como todo, tienes que trabajarlo de forma correcta para un buen crecimiento personal.
Esta es la capacidad humana para identificar, expresar, comprender, gestionar y transformar tanto tus propias emociones, como las de otras personas. Esta habilidad tiene muchas ventajas, ya que ayuda a que se reduzca el estrés, a superar desafíos y aminorar los conflictos en tus relaciones sociales.
Es decir, te vuelve más empático, pudiendo ponerte en el lugar de la otra persona y poder pensar más allá de tus propios intereses. Esta es la base para poder ser una persona social y equilibrada, en cualquier ámbito de tu vida (familiar, amoroso, laboral o de amistad).
También es una herramienta fundamental para el autoconocimiento y la autocrítica positiva, que nos permite saber cuáles son las cualidades propias que tenemos que explotar y en que planos emocionales deberíamos de trabajar más y plantearnos propósitos de mejora.
Hay muchas formas de incrementar nuestra inteligencia emocional de forma sana y positiva, aunque, si ves que llegas a un punto que el estrés o la presión te superan, siempre es recomendable solicitar ayuda especializada, donde te enseñarán unas pautas adecuadas a tu situación.
Todos en algún momento experimentamos situaciones negativas, que desembocan en sentimientos de rabia, ira o tristeza. Es algo natural, humano, pero está en nuestra mano darle la vuelta a la tortilla, intentando reestructurar y cambiar nuestros pensamientos. Canaliza todas esas emociones, analízalas y transfórmalas en una lección positiva.
No solo hacemos referencia en el plano de pareja, sino que en cualquier ámbito de tu vida es importante. Decirle a los demás lo que piensas, puede ser muy sanador y liberador, ya que si sientes algo deberías ser capaz de expresarlo, tanto en un sentido positivo, como en situaciones de desacuerdo (siempre evitando el enfado o la agresividad).
Es lo que te adelantábamos previamente, la empatía. Es una de las bases indiscutibles de unos vínculos sociales sanos y duraderos. Las personas egoístas, que solo piensan en sí mismas, están condenadas al fracaso en sus relaciones, ya que la clave del éxito es saber dar y recibir.
Nadie es perfecto, ni siquiera tú. Todos nos equivocamos y cometemos errores y es un gran paso saber reconocer que hemos hecho algo mal. Esto viene vinculado directamente con la capacidad de saber pedir perdón, que nos permite demostrar a los demás que una situación se nos ha ido de las manos.