rutina antiestrés
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La meditación es parte del léxico de bienestar moderno, pero la verdad es que la práctica existe desde hace milenios. En pocas palabras, la meditación consiste en enfocar la mente por un tiempo para profundizar la conciencia. Puede ser una excelente manera de reducir el estrés en el agitado mundo actual, donde la atención salta constantemente de una cosa a otra. Pero, ¿por dónde empezar?
La meditación se remonta a miles de años en muchas culturas diferentes y a menudo comparte elementos con la espiritualidad. En los tiempos modernos, la meditación se utiliza a menudo como un medio eficaz para controlar el estrés, la ansiedad, el insomnio y el dolor, entre otras enfermedades crónicas.
Algunas de las primeras evidencias de meditación incluyen arte mural del valle del Indo que data de entre 5000 y 3500 a.C., según Psychology Today. Las imágenes ilustran a personas sentadas en el suelo con las piernas cruzadas, las manos en las rodillas y los ojos descansando, en posiciones ampliamente reconocidas como posturas de meditación. También se han encontrado descripciones de técnicas de meditación en antiguas escrituras indias de hace 3.000 años.
La cuestión es que no existe un único tipo de meditación, aunque las técnicas tienden a superponerse. Se puede pensar en la meditación como en los deportes. Es una categoría enorme con muchos tipos diferentes. Por eso es normal que un principiante se encuentre abrumado en el comienzo. Así que una buena forma de adentrarse en esta disciplina y ver si realmente es para ti es encontrar un buen ejercicio sencillo que te lleve apenas cinco minutos practicarlo. Como el que sigue.
Si estás interesada en probar la meditación, el siguiente ejercicio de cinco minutos es estupendo para comenzar. Primero busca un lugar tranquilo y Es posible que desees sentarte derecha con los pies en el suelo o con l adopta una postura que te resulte cómoda.as piernas cruzadas o simplemente acostarte.
Cierra los ojos si lo deseas y apoya las manos en una posición cómoda, por ejemplo, sobre las rodillas o a los costados. Presta atención a tu respiración. Toma conciencia de tus inhalaciones y exhalaciones. Nota cómo su abdomen sube y baja o tu pecho se expande y contrae mientras respiras.
Ahora elije un aspecto de tu respiración en el que concentrarte. Puede ser el pecho, el abdomen o el aire que entra y sale por la nariz. Si tienes problemas para hacerlo, evita juzgarte a ti misma y simplemente escucha los sonidos que te rodean. No tienes más que concentrarte en uno de ellos.
Intenta mantener tu atención en el lugar o sonido que haya elegido. Si notas que tu mente divaga, es algo perfectamente normal. Procura redirigir tu atención a aquello en lo que te estabas concentrando. Repite la secuencia hasta que pasen los cinco minutos. Inhala, exhala e incorpórate lentamente.
Si eres nueva en la meditación, es posible que la práctica te resulte intimidante. Afortunadamente, una vez que conozcas los conceptos básicos, podrás practicar la meditación prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento. La meditación es una práctica personal, por lo que es útil para los principiantes explorar las diferentes técnicas para encontrar la que más les guste.
A menudo las personas prueban la meditación y sienten que están fallando porque no pueden concentrarse o hacerlo «bien». Esto es normal, pero no es necesario que te presiones. Es posible que tus pensamientos divaguen, pero intenta practicar con conciencia y sin juzgar. Para la mayoría de las personas, la meditación no es fácil.
La clave es comenzar lentamente y mantener las expectativas personales bajo control. Puedes intentar meditar durante cinco minutos o puedes hacerlo durante un minuto. No hay un tiempo determinado en el que tengas que hacerlo para sentir todos los efectos positivos que puedes llegar a experimentar.