ALIMENTACIÓN SALUDABLE

El probiótico japonés que ayuda a reducir la inflamación y a ganar masa muscular

Se trata del natto, habas de soja fermentadas por una bacteria llamada Bacillus subtilis que tiene increíbles beneficios para el organismo.

El natto es un alimento realizado a base de habas de soja fermentadas. / Foto de Polina Tankilevitch en Pexels.

Sara Flamenco
Sara Flamenco

Su textura es viscosa, su olor intenso y algunos lo consideran desagradable y su único ingrediente son los granos de soja fermentados . No parece un alimento muy atractivo, pero aún así el natto, se ha convertido en un alimento viral, no sólo por su aspecto, sino también por sus increíbles características nutricionales.

El natto es un alimento tradicional de la cultura japonesa elaborado a partir de habas de soja fermentadas por una bacteria llamada Bacillus subtilis. Es un alimento que amas u odias, pero si perteneces al primer grupo, puedes probar a consumirlo en el desayuno, mezclado con arroz blanco.

Su altísimo contenido en proteínas vegetales de excelente calidad lo convierte en un alimento saludable y muy recomendado en dietas veganas y vegetarianas. También aporta hidratos de carbono, fibra dietética y grasas saludables. Además, también destaca su contenido en calcio, potasio, algunas vitaminas B y vitamina K.

Todos los beneficios del natto

1. Controla la presión arterial: debido a su alto contenido en potasio, el natto promueve la relajación de las arterias y favorece la eliminación del exceso de sodio contenido en sangre por la orina. De este modo, facilita la circulación sanguínea y ayuda a controlar la presión arterial.

2. Contribuye a la ganancia de masa muscular: el natto es rico en proteína vegetal y, cuando es consumido con cereales como arroz integral, pasta integral o maíz, por ejemplo, proporciona una buena cantidad y calidad de aminoácidos esenciales que favorecen la ganancia de masa muscular.

3. Mejora el humor y el sueño: el natto contiene magnesio, que influye en la producción de serotonina, un neurotransmisor conocido como la hormona de la felicidad. Este neurotransmisor actúa mejorando el humor, el sueño, el apetito y las funciones cognitivas, aliviando la ansiedad y ayudando a dormir.

No a todo el mundo le gusta el natto, pero tiene muchos beneficios para el organismo. / Imagen de R I en Pixabay.

4. Evita los picos de glucosa: al ser rico en fibras, el natto reduce la absorción de los carbohidratos de los alimentos. De este modo consigue equilibrar los niveles de azúcar en la sangre, evitando así los picos de glucosa innecesarios, así como la resistencia a la insulina y la diabetes.

5. Acaba con la inflamación y mejora el funcionamiento del sistema inmune: el natto es un alimento probiótico que ayuda a aumentar la inmunidad, pues promueve el incremento de los niveles de inmunoglobulinas y linfocitos, anticuerpos que previenen el desarrollo de enfermedades inflamatorias e infecciosas.

6. Ayuda a perder peso: las fibras presentes en el natto ayudan a adelgazar debido a que aumentan el tiempo de digestión de los alimentos, promoviendo la saciedad y reduciendo el hambre. Eso sí, para conseguir una pérdida de peso real, el natto debe ser incluido en una dieta saludable y variada.

7. Previene enfermedades cardíacas: el natto es rico en saponinas, isoflavonas, vitamina C y fibras, nutrientes y compuestos bioactivos que ayudan a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y de triglicéridos en la sangre, previniendo el surgimiento de enfermedades cardiovasculares, como ACV, aterosclerosis y angina de pecho.

8. Mejora la microbiota: al tratarse de un alimento fermentado, mejora la salud de la microbiota intestinal. Es un probiótico rico en Bacillus subtilis, una bacteria que equilibra la flora intestinal, acaba con el estreñimiento y reduce la hinchazón y las molestias abdominales.

9. Previene la osteoporosis: el natto es un alimento con excelentes cantidades de vitamina K, vitamina necesaria para la producción de osteocalcina, una proteína que estimula la fijación del calcio en los huesos. Además, también es rico en magnesio, fósforo y calcio, minerales que actúan en la concentración de la paratohormona y de la vitamina D, sustancias esenciales para regular el proceso de formación del hueso.