El postre casero rico en antioxidantes perfecto para tomar en otoño con una de las frutas más sanas y menos consumidas

El caqui es una de las frutas de invierno por antonomasia pero, sin embargo, es una de las menos consumidas. Te enseñamos a hacer un postre con esta fruta antioxidante.

Cómo hacer postre casero de otoño / pexels

Ana Pizarro
Ana Pizarro

Si pensásemos en frutas de invierno , posiblemente a todos se nos vendrían a la mente las fresas o las mandarinas. Pero, más allá de ellas, hay otras muchas frutas menos consumidas (que no menos conocidas) y que, sin embargo, reportan los mismos o más beneficios.

Una de ellas es el caqui . Una fruta con múltiples nombres, como palosanto o persimón, que está repleto de antioxidantes y que, además, tiene un sabor dulce como pocas frutas de la misma especie.

Cómo hacer gelatina de caqui

Ya hemos hablado mil veces de los beneficios de la gelatina para aumentar el colágeno natural de la piel y, por ende, para evitar el envejecimiento. Pero esos beneficios aumentan si la hacemos de caqui, fruta que le proporcionará los antioxidantes necesarios.

Para hacer una gelatina de caqui, lava bien 3 caquis maduros, retirando las semillas, la piel y tritura la pulpa (si son caquis tipo fuyu, mucho mejor) hasta obtener un puré.

Al mismo tiene, pon a hidratar un sobre de gelatina sin sabor en un cuarto de taza de agua fría y deja que repose 5 minutos.

En una olla pequeña, mezcla la gelatina hidratada con unos 3/4 de agua y calienta a fuego bajo removiendo constantemente hasta que se disuelva por completo. En este momento habrá que añadir el puré de caqui y el zumo de medio limón, removiendo para que todos los ingredientes se integren bien.

Ahora será el momento de verter la mezcla en moldes, dejar que refrigere durante al menos 4 horas, o hasta que veas que la gelatina ha cuajado, y servir.

Beneficios de comer caqui

Como adelantábamos al principio, el caqui está lleno de antioxidantes, unos compuestos que ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres, por lo que se puede considerar una fruta que previene el envejecimiento desde dentro.

Pero, además de esos antioxidantes, algunas variedades de caqui están llenas de vitamina C, como carotenoides y taninos. Estos elementos son clave para fortalecer el sistema inmunológico (por lo que es genial para los meses de más frío), para cuidar la piel (retrasando el envejecimiento) y para promover una buena salud de los ojos, gracias a los carotenoides, como el betacaroteno que comparte con la zanahoria y que le otorga ese color naranja tan característico).

Además, se puede considerar una fruta antiinflamatoria gracias a los taninos, por lo que es genial para dietas antiinflamatorias.

Incorporar el caqui en una gelatina como la que te hemos enseñado hacer es perfecto porque es un postre muy bajo en calorías y, sin embargo, bastante dulce gracias al caqui.

Cómo saber si un caqui se puede comer

Eso sí, hay que tener cuidado con los caquis porque existen varias variedades y una de ellas solo se puede comer cuando están muy maduros. De lo contrario, dejan una sensación muy áspera en la boca. Es el caso del caqui 'clásico', también conocido como caqui fuyu. El persimón, que tiene un tamaño más pequeño, un naranja algo más suave y una forma parecida a un pimiento, sí que se puede comer duro sin temer nada.