Además de por sus películas, si por algo se le conoce a Gwyneth Paltrow es por su excentricidad. ¿Quién puede olvidarse de las velas con olor a su vagina? A nosotras nos gustaría olvidarlo, pero no. El caso es que otra de sus cosas raras siempre ha sido su alimentación y esta vez no iba a ser distinto. La actriz ha afirmado que su forma de recuperarse de las secuelas del Covid fue alimentarse con un plan creado por su asesor personal, Will Cole, y que llamó ayuno intuitivo.
El ayuno intermitente del que tanto se ha hablado y que tiene firmes defensoras como Elsa Pataky, consiste en establecer unos periodos de alimentación y restringir la comida el resto del día. Este método se fundamenta en unos horarios muy concretos, justo lo contrario que defiende el ayuno intuitivo, que realmente trata de comer sólo cuando tu cuerpo lo necesite.
Sus defensores defienden que todos los animales, entre los que nos incluímos, contamos con las llamadas hormonas del hambre (leptina y ghrelina) que regulan el estímulo de tener hambre y la saciedad. Aseguran que establecer unos horarios para comer es algo que nos hemos inventado los humanos para tener un orden, pero que no es lo más natural para nuestro organismo.
Poco a poco. Según Will Cole, cuando estás sometido a los efectos de la inflamación, a la necesidad de azúcares, no puedes comenzar con el ayuno intuitivo, porque no serás capaz de distinguir entre el hambre real y el emocional. Además, el cuerpo sólo te pedirá alimentos poco saludables, con un alto contenido en azúcar.
Para comenzar, Cole recomienda practicar el ayuno, lo que hace que el cuerpo comience a quemar grasas como energía, en lugar de glucosa. La capacidad de que tu cuerpo queme grasas para obtener energía, es lo que el especialista define como flexibilidad metabólica, y una vez alcanzada se supone que podrías comer solo cuando tú quieras y lo que quieras.
Para que ayunar sea más factible, durante la primera semana de esta dieta se recomienda una ventana de ayuno de 12 horas. Después se pasaría a un ayuno de 18 horas en la siguiente semana, para terminar incorporando ayunos de 20 a 22 horas cada 2 días. Esto se combina con una alimentación alta en grasas y baja en carbohidratos, para inducir la cetosis (esa quema de grasas en lugar de azúcar).
Asimismo los alimentos recomendados durante la ventana de comida son en su mayoría de origen vegetal. Esto incluye alimentos como aguacates, verduras de hoja verde, frutos secos y semillas. Tanto el ayuno como la dieta alta en grasas persiguen estabilizar el azúcar en la sangre, lo que lleva a reducir los antojos de carbohidratos refinados y a la larga a comer de manera más saludable.
Seamos francos, confiar en que tu cuerpo será capaz de regular la cantidad de alimento que necesita y cuándo cree conveniente comer, es poco menos que una utopía. Pero una utopía peligrosa, ya que podría llevarte a comportamientos extremos con la comida, como comer más de la cuenta en momentos de estrés y demasiado poco cuando te has dado cuenta de que te has pasado.
Si quieres seguir este tipo de alimentación, además de seguir las recomendaciones de Cole, tienes que estar plenamente concienciada de lo que quieres hacer, porque es muy fácil caer en el hambre emocional para tratar de solucionar problemas como la ansiedad, el estrés o la tristeza.
Si bien el planteamiento inicial no convence a los expertos, la idea base no es tan descabellada. Si alguien cena tarde y no tiene ganas de desayunar, o ha comido en abundancia y no siente ganas de cenar, lo ideal sería respetar al cuerpo y no forzarle a comer porque supuestamente tenga que hacerlo.
Eso sí, hay que tener en cuenta que todo esto se plantea mientras se respeten los ritmos circadianos de alimentación, o lo que es lo mismo, comer durante el día y ayunar durante la noche.
20 de enero-18 de febrero
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