Solo tienes que responder a estas preguntas para saber si estás satisfecho con tu vida

La vida puede ser muy complicada, llena de altos y bajos, donde podemos llegar a cuestionarnos a nosotros mismos. Este tipo de situaciones afectan directamente a nuestra felicidad , a nuestra forma de percibir las cosas y a la satisfacción personal. Por ello, es muy importante encontrar el equilibrio, y aprender a que esos momentos malos no te afecten.

Ser feliz no solo depende de lo que nos rodea, sino de nosotros mismos, de nuestra capacidad de ver el vaso medio lleno, pero eso hay que trabajarlo, ya que no se va a conseguir por sí solo. Por ello, tienes que tener una serie de conceptos claros, para poder alcanzar este objetivo.

Realmente esta palabra engloba infinidad de cosas, dependiendo de cada persona. Pero, como definición teórica, podemos decir que es un estado mental subjetivo que consiste en acortar la distancia entre las que consideramos nuestras metas y la que sentimos como nuestra realidad, dando lugar a la satisfacción personal.

La felicidad depende principalmente de nuestra percepción del mundo y de cómo dominamos nuestros pensamientos y emociones en determinadas situaciones, tanto positivas como negativas. Es decir, de las relaciones entre lo que percibimos de la realidad y las expectativas que nos creamos.

- Trabajar: es fundamental sentirse útil e importante, tener un propósito y dedicarte a él es clave tanto para una vida equilibrada, como para poder alcanzar la satisfacción personal.

- Hacer deporte: bien es sabido que la práctica de actividades deportivas repercute directamente en nuestra salud tanto física como mental, sintiéndonos mucho más animados y satisfechos tras realizarlas.

- El humor: está claro que, si no aprendemos a reírnos de los contratiempos y verlos de forma positiva, nunca llegaremos a lograr ser felices. Hay que entender que muchas veces las cosas no están en nuestra mano, y hay que aprender a aceptar la forma en la que vienen con una sonrisa.

- Pequeñas metas: a veces la satisfacción no viene de esas grandes metas que te marcas, ya que en muchas ocasiones son muy complicadas de lograr y esto deriva en la frustración. Lo mejor es ponerte objetivos más pequeños a corto plazo, con los que aumentarás tu confianza y te sentirás mucho más satisfecho.

- ¿Me gusta mi forma de ser?

- ¿Veo un futuro lleno de logros y éxito?

- ¿Me siento capaz de afrontar situaciones negativas con positividad?

- ¿Me considero una persona alegre y optimista?

- ¿Me ilusiona empezar proyectos nuevos?

- ¿Suelo divertirme cuando estoy en ambientes sociales?

- ¿Sé manejar la frustración cuando algo no sale como quiero?

- ¿En la mayoría de los aspectos mi vida es como yo quiero que sea?