Mujer comiendo sopa /
Si en algo estarás de acuerdo con nosotros, es en que uno de los platos que más apetece preparar y tomar en los días de más fríos son las sopas y los caldos. Y, puestos a elegir uno que nos haga entrar en calor, mejor elegir una sopa casera que, además de permitirnos regular la temperatura, nos quite el hambre y nos ayude a adelgazar acelerando nuestro metabolismo .
Y si tuviéramos que elegir algo más, elegiríamos que su preparación no nos quitase mucho tiempo: apostaríamos por una receta de sopa fácil, saciante y sana para nuestro organismo.
Pues bien, parece que alguien que entiende mucho de alimentación ha escuchado todos nuestros deseos, porque hemos encontrado una sopa que, precisamente, cumple con todas las premisas. Como si del alimento más antiinflamatorio se tratase. Es capaz de quitar el hambre, casi al mismo nivel que la fruta más saciante .
Hablamos de una sopa hecha a base de varios vegetales con propiedades específicas. Y lo mejor es que se hace con tan solo tres ingredientes, añadiendo agua y algunas especias.
En concreto, es un caldito hecho a base de apio, col, cebolla y zanahoria, a los que se le añaden cúrcuma, jengibre y, por supuesto, agua.
Y es que, cada una de estas verduras tienen una propiedad única que conforman, entre sí, este caldo prácticamente mágico.
La cebolla, por un lado, aporta fibra y agua. Esa fibra es la que da parte del poder saciante. Y es que esa fibra ayuda a ralentizar la digestión, estabilizando los niveles de azúcar en sangre. Aunque es cierto que podemos beneficiarnos aún más de estas propiedades si la tomamos cruda, en su versión cocida no pierde muchos nutrientes.
La zanahoria por su parte comparte con la cebolla esa facultad para calmar el hambre, pues también es baja en calorías y alta en fibra. Pero, además de eso, es rica en vitaminas del grupo B, uno de los grupos de vitamina esenciales para convertir los alimentos en energía, ayudando a acelerar el proceso de quema de calorías. Y también es alta en antioxidantes, sobre todo en betacarotenos que ayudan a mejorar el funcionamiento celular.
El apio también contiene propiedades antioxidantes, como la vitamina C y, además, refuerza el sistema inmunológico y también nos aporta fibra y, por ende, nos ayuda a calmar el hambre. Y, por último, la col, una de las crucíferas más queridas por su capacidad para favorecer la hidratación del cuerpo, aportar saciedad y mejorar el tránsito intestinal.
Si a todo ello le sumamos las propiedades protectoras del jengibre y las antiinflamatorias y antioxidantes de la cúrcuma, nos queda una mezcla casi perfecta.
Ahora solo queda saber cómo hacer este caldito y, como decíamos al principio, no te quitará mucho tiempo.
Necesitarás poner a cocer un litro de agua sobre el que echarás, una vez en ebullición, dos zanahorias cortadas en rodajas, dos cebollas cortadas en juliana, dos ramas de apio y medio repollo. Cuando lleven cinco minutos cociendo añade una cucharadita de jengibre rayado y media cucharadita de cúrcuma en polvo y dejar que cueza todo hasta que las verduras estén blanditas. Ahora solo quedará corregir con sal, dejar reposar cinco minutos, colar las verduras y disfrutar de este manjar.