Los nutricionistas llevan un tiempo advirtiendo de que después de comer (sobre todo, después de comer carbohidratos) nuestro organismo sufre un pico de azúcar que deberíamos controlar. Sobre todo si lo que queremos es mantener un peso saludable pues, al bajar esos picos, pueden provocar que el hambre vuelva a aparecer y que solo tengamos ganas de llevarnos algo dulce a la boca.
Existe una explicación científica para este hecho: básicamente, un pico de glucosa es un aumento rápido del azúcar en sangre después de comer. Es algo que sucede de manera más pronunciada, como decimos, cuando ingerimos carbohidratos de absorción rápida, pues nuestro páncreas debe regular esa glucosa con insulina.
Por suerte, son muchos los consejos que podemos seguir para ralentizar esa subida del azúcar en sangre, que mejora la salud, pues evita que nos inflamemos e, incluso, que acumulemos mucha grasa en nuestro cuerpo. Hablamos del vinagre de arroz.
Como decimos, el pico de glucosa de después de comer aparece, sobretodo, cuando ingerimos alimentos con hidratos de carbono de absorción rápida como pueden ser las harinas refinadas, por ejemplo. Harinas que encontramos en la pasta o en las diferentes masas de hojaldre o pizza, entre otros. «Puede ser que tú no tomes esa clase de alimentos y aún así tengas el pico porque tu cuerpo tenga cierta resistencia a la insulina», explica la nutricionista Sandra Moñino en el podcast Con Jengibre y Limón.
De acuerdo a sus palabras, estos picos mal gestionados son los responsables, por un lado, de que al poco tiempo después de comer tengamos la necesidad de llevarnos algo dulce a la boca y de que el hambre aparezca rápidamente. Controlando lo que comemos podemos evitar la bajada pronunciada del azúcar en sangre y, por ende, controlar esa saciedad. Por otro lado, estos picos de glucosa son, según ella, motivo también de inflamación, de que acumulemos más grasa en nuestro cuerpo e, incluso, de que nos sintamos más cansados o más excitados tras comer.
Como decíamos al principio, los japoneses están bastante concienciados con la salud y con el papel que la alimentación cumple en ella. De hecho, es uno de los principales motivos de que sean uno de los países más longevos del mundo.
Allí tienen muy interiorizado un truco para evitar los picos de azúcar después de comer: añadir una cucharada de vinagre de arroz a sus platos.
El vinagre de arroz se consigue a partir de la fermentación del arroz. AL fermentar, los azúcares de este hidrato se convierten en alcohol y, después, pasa a ser ácido acético, que es el que ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre, ya que consigue que la absorción sea más lenta.
Esta razón funciona con cualquier tipo de vinagre, pero en Japón, lógicamente, el arroz es uno de los ingredientes principales de la gastronomía.
De hecho, tomar una solución de vinagre y agua antes de las comidas es uno de los tips que aporta Sandra Moñino en su podcast para controlar esos niveles de azúcar. O, si no nos atrevemos, asegura que añadirlo como aderezzo a las ensaladas o al plato principal, es una buenísima idea.
Esta profesional añade también otro tip: el de tomar canela en el postre porque, por sí misma, también ayuda a controlarlos.